¿Pecado de la ira? El Papa Francisco te enseña a identificarlo y combatirlo
El Papa Francisco dijo que el pecado de la ira destruye las relaciones humanas y señaló 7 características para identificarlo y no caer en él.
El Papa Francisco explicó en su catequesis qué es el pecado de la ira, cómo lo puedes identificar y cómo lo puedes combatir.
El Papa Francisco advirtió sobre el poder destructivo que tiene el pecado de la ira en las relaciones humanas, por lo que pidió a los fieles practicar el arte del perdón, siempre que esto sea humanamente posible, pues solo de esa manera se puede contrarrestar ese grave vicio.
“En su manifestación más aguda, la ira es un vicio que no da tregua. Si nace de una injusticia padecida (o considerada como tal), a menudo no se desata contra el culpable, sino contra el primer desafortunado con el que uno se encuentra”, aseguró el Papa Francisco durante su catequesis.
Una muestra de lo anterior, continuó el Papa Francisco, es el hecho de que “hay hombres que contienen su ira en el lugar de trabajo, mostrándose tranquilos y compasivos, pero que una vez llegados a su casa se vuelven insoportables para la esposa y los hijos”.
¿Cómo identificar el pecado de la ira, según el Papa Francisco?
Al continuar con su catequesis sobre los vicios y las virtudes durante sus audiencias generales, iniciada el 27 de diciembre de 2023, el Papa Francisco subrayó que la ira es un vicio desenfrenado que es capaz de quitarnos el sueño y de hacernos maquinar continuamente en nuestra mente, sin encontrar una barrera para los razonamientos y pensamientos.
De esta manera, el Papa Francisco nos señala siete las características para identificar el pecado de la ira:
- La ira es un vicio que destruye las relaciones humanas.
- Expresa la incapacidad de aceptar la diversidad del otro, especialmente cuando sus opciones vitales difieren de las nuestras.
- No se detiene ante los malos comportamientos de una persona, sino que lo arroja todo al caldero: es el otro, tal y como es, el que provoca la ira y el resentimiento.
- Empieza a detestar el tono de voz del otro, sus banales gestos cotidianos, sus formas de razonar y de sentir.
- La ira hace perder la lucidez cuando se alcanza cierto nivel de degeneración.
- Una de las características de la ira es la de no calmarse con el tiempo. En esos casos, incluso la distancia y el silencio, en lugar de calmar el peso de los malentendidos, lo magnifican.
- cuando una persona está dominada por la ira, siempre dice que el problema está en la otra persona; nunca es capaz de reconocer sus propios defectos, sus propias faltas.
El Papa Francisco te explica cómo combatir la ira
Durante su catequesis del 31 de enero de 2024, el Papa Francisco señaló que para contrarrestar el pecado de la ira es fundamental que todos practiquemos el perdón, además de que resolvamos de manera inmediata los problemas que se presenten en el día y recordó el consejo del apóstol Pablo: “No permitan que la noche los sorprenda enojados”.
“Si durante el día surge algún malentendido y dos personas dejan de entenderse, percibiéndose de pronto alejadas, no hay que entregar la noche al diablo. El vicio nos mantendría despiertos en la oscuridad, rumiando nuestras razones y los errores incalificables que nunca son nuestros y siempre del otro”, advirtió.
En este tenor, indicó que con el “Padre nuestro”, Jesús nos hace orar por nuestras relaciones humanas, que son un terreno minado, un plano que nunca está en equilibrio perfecto, porque en la vida tenemos que tratar con personas que están en deuda con nosotros, aunque “ciertamente nosotros no siempre hemos amado a todos en la justa medida”.
“Por lo tanto, todos tenemos que aprender a perdonar para ser perdonados. Las personas no están juntas si no practican también el arte del perdón, siempre que esto sea humanamente posible. Lo que contrarresta la ira es la benevolencia, la amplitud de corazón, la mansedumbre, la paciencia”, apuntó el Papa Francisco.
¿Qué es la santa indignación y cómo diferenciarla de la ira?
Si bien es cierto que la ira es un pecado terrible, porque a partir de este vicio se originan las guerras y la violencia, también es cierto que no todo lo que nace de la ella es malo, ya que las pasiones son hasta cierto punto inconscientes: suceden, son experiencias de la vida, por lo tanto a veces es bueno que la ira se desahogue de la manera adecuada.
Si una persona no se enfada nunca, aseveró el Papa Francisco, si no se indigna ante la injusticia, si no sintiera algo que le estremece las entrañas ante la opresión de un débil, entonces significaría que esa persona no es humana, y mucho menos cristiana.
“Existe una santa indignación, que no es la ira, sino un movimiento interior, una santa indignación. Jesús la conoció varias veces en su vida: nunca respondió al mal con el mal, pero en su alma experimentó este sentimiento y, en el caso de los mercaderes en el Templo, realizó una acción fuerte y profética, dictada no por la ira, sino por el celo por la casa del Señor.
Por ello, concluyó el Papa Francisco, “debemos distinguir bien: una cosa es el celo, la santa indignación, otra cosa es la ira, que es mala. Nos corresponde a nosotros, con la ayuda del Espíritu Santo, encontrar la justa medida de las pasiones, educarlas bien para que se dirijan hacia el bien, y no hacia el mal”.