Papa Francisco: El aborto es un problema humano, no religioso
El Papa reiteró que jamás es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema.
El Papa Francisco aseguró que el aborto no es una cuestión religiosa, sino humana, pues jamás es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema.
El pasado sábado 25 de mayo de 2019, el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes en la conferencia internacional #YestoLife, celebrada del 23 al 25 de mayo de 2019 en el Instituto Patrístico Augustinianum de Roma.
“(El aborto) es un problema humano. Dos preguntas nos ayudarán a entender esto. Primera pregunta: ¿es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? Segunda pregunta: ¿es permisible alquilar un sicario para resolver un problema? La respuesta es suya. Este es el punto. No buscar en lo religioso algo que concierne a lo humano. No es lícito. Jamás eliminar una vida humana o alquilar a un sicario para resolver un problema”, dijo el Pontífice.
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Durante la audiencia, el Santo Padre habló sobre la importancia de tener en cuenta la necesidad de proteger la vida de los bebés por nacer, incluso cuando son diagnosticados patologías o malformaciones.
“Los niños, desde el seno de su madre, si tienen afecciones patológicas, son pequeños pacientes, que a menudo pueden ser tratados con intervenciones farmacológicas, quirúrgicas y asistenciales extraordinaria, capaces de reducir esa terrible brecha entre las posibilidades diagnósticas y terapéuticas, que durante años han sido una de las causas del aborto voluntario y del abandono de asistencia en el nacimiento de tantos niños con patologías graves”, explicó el Pontífice.
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El miedo y la hostilidad hacia la discapacidad, explicó el Obispo de Roma, llevan en ocasiones a optar por el aborto como medida de “prevención”. “El aborto nunca es la respuesta que buscan las mujeres y las familias. Más bien, es el miedo a la enfermedad y la soledad lo que hace que los padres vacilen”.
El Papa reconoció que las dificultades prácticas, humanas y espirituales para las familias son incuestionables, y, por ello, es urgente y esencial promover acciones pastorales que apoyen a aquellos que tendrán hijos enfermos: “Es decir, es necesario crear espacios, lugares y ‘redes de amor’ a los que las parejas puedan recurrir, así como dedicar tiempo a acompañar a estas familias”.
Con información de Zenit