Elecciones 2021: Expertos alertan de una ‘imposición de agenda política’
Joaquín y Víctor Fortún, del Equipo Jurídico de la CEM, señalaron que hoy hay una agenda en marcha contra los valores fundamentales.
El próximo 6 de junio -en que en México se llevará a cabo la elección más grande de su historia-, al momento de votar es necesario considerar las opciones opuestas a la agenda política que se pretende imponer en el país, toda vez que va en detrimento de la vida, la familia y los valores religiosos que han sostenido a la nación. Esta fue la recomendación hecha a la ciudadanía por Joaquín y Víctor Fortún, miembros del Equipo Jurídico de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Puedes leer: ¿Qué espera la Iglesia de los políticos? Mons. Rogelio Cabrera responde
Durante su participación en el Segundo Foro “Elecciones bajo la mirada de la fe” -organizado por Desde la fe, con el respaldo de la CEM, la Arquidiócesis de México y otras diócesis e instituciones-, los hermanos Fortún llamaron a los ciudadanos a hacer un voto razonado y en conciencia, y posteriormente involucrase decididamente en las exigencias de resultados a quienes ocupen los cargos públicos.
En su turno, Joaquín Fortún trajo a colación una frase con la que se invitaba a los habitantes de Roma a involucrarse en la política: “El hombre sabio no debe abstenerse de participar en política, pues es un delito negarse a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder paso a los indignos”.
México es un país bendito -agregó- y el mexicano se caracteriza por la solidaridad en momentos de tragedia, como ocurrió tras los sismos de septiembre de 1985 y 2017. “Sin embargo, pese a esta característica, apenas un 15 por ciento de la población participa de manera activa y estructurada en las organizaciones de la sociedad civil”.
En este sentido, señaló que mientras que la sociedad vive esta apatía participativa, en México se ha venido introduciendo dicha agenda, cuyo objetivo es transformar negativamente la cultura nacional, particularmente en materia de vida, familia y libertad religiosa.
“En el Observatorio Permanente de la CEM -aseveró-, tenemos identificadas amenazas reales y serias en más de 80 iniciativas presentadas en el Congreso de la Unión y en los congresos locales. Así como una estrategia bien estructurada a través de procedimientos jurídicos, tanto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como en órganos autónomos y autoridades administrativas”.
Por tal motivo, dijo que el riesgo que corre la nación, en el sentido de se trastoquen las libertades y las garantías individuales amparadas por la Constitución, debe alertar a los ciudadanos, impulsarlos a votar, y posteriormente a involucrarse con decisión y de manera continua en las exigencias a los gobernantes y representantes electos.
La agenda política, estrategia de largo plazo
Por su parte, Víctor Fortún hizo hincapié en que la presente envestida ideológica no es un asunto de coyuntura, sino una estrategia de largo plazo, misma que se ha venido tejiendo desde hace más de 30 años mediante diversas acciones.
Como botón de muestra de dicha estrategia, Víctor Fortún citó la actual iniciativa para promulgar una nueva Ley General de Población, basada en ofertas anticonceptivas como medida de contención del crecimiento poblacional, así como la eliminación de barreras para el acceso a la práctica del aborto.
“Práctica -dijo- que incluso quedaría abierta a menores de edad sin el consentimiento de sus padres, y con los consecuentes riesgos que representaría para las niñas y adolescentes que están en manos de redes de trata o de prostitución infantil”.
En cuanto a las medidas que se quieren implementar en detrimento de la libertad de culto, señaló la actual iniciativa de reforma a la Ley de Asociaciones Religiosa y de Libertad de Culto Público, “que se podría calificar de una auténtica ‘ley mordaza’”, toda vez que se pretende sancionar a iglesias y ministros de culto por expresiones que puedan ser consideradas “discriminatorias”.
Además -aseguró-, existe un macro-dictamen de 50 iniciativas en materia de vida, familia y libertad religiosa, que, entre otras cosas, restringen el ejercicio de la patria potestad, incluyendo el derecho de los padres a educar a sus hijos.
“Nuestro voto, visto desde la fe -señaló Víctor Fortún-, implica necesariamente un ejercicio de conciencia, para identificar cómo seguir avanzando en los valores cristianos que han sostenido a nuestra sociedad durante tantos años”.