“La mujer de las sombras”: una película sobre la culpa, el duelo y la salud mental

Leer más

Nacimientos hechos con rábano: ¿Cuál es el origen de esta tradición navideña?

¿Imaginas un acimiento hecho con rábano? Así es la Noche de los Rábanos, una tradición navideña que nació en Oaxaca.

23 diciembre, 2021
Nacimientos hechos con rábano: ¿Cuál es el origen de esta tradición navideña?
Con rábanos gigantes y mucha creatividad, Oaxaca celebra la Noche de los Rábanos, una de sus tradiciones navideñas más emblemáticas.

Una de las tradiciones navideñas en el estado de Oaxaca es la Noche de los Rábanos, que consiste en hacer esculturas para los Nacimientos usando rábanos, en el marco de un concurso que tiene gran fuerza popular y cuyo origen data del siglo XVIII.

Los rábanos en la entidad llegan a medir hasta 50 centímetros de largo por 10 de ancho, y pueden llegar a pesar hasta tres kilos cada uno. En 2014, el total de rábanos que se usaron para este evento llegó a pesar 12 toneladas.

Te recomendamos: Navidad, ¿qué dice la Biblia del Nacimiento de Jesús? 

¿Qué hacen en la Noche de los Rábanos?

noche de los rábanos
La Noche de los Rábanos en Oaxaca es una tradición navideña del siglo XVIII que une arte popular, fe y creatividad.

Esta tradición tiene lugar cada 23 de diciembre y los antecedentes de esta noche se encuentran en el antiguo mercado de vigilia de la Navidad en Oaxaca, donde se vendían hortalizas, hierbas de olor, flores, frutas y pescado seco que se consumían durante la cena navideÑA.

La fiesta surgió debido a una sobreproducción de este vegetal en la entidad. Dos frailes aprovecharon la gran cantidad de rábanos para hacer las primeras figuras que llevaron al mercado navideño donde fueron vistas con aceptación y sirvieron de modelo a otros creadores.

En 1897, el gobernador de Oaxaca Francisco Vasconcelos creó formalmente el concurso de manera anual. La variedad de rábano más usada para hacer las figuras, desde entonces, es la criolla, que no se oxida con el aire tan fácilmente como otras, por lo que a lo largo de varias horas pueden ser apreciadas las esculturas navideñas.

Elaboración de los nacimientos

noche de los rábanos
Arte, fe y tradición se unen en la Noche de los Rábanos, una celebración navideña única que nació en Oaxaca en el siglo XVIII.

A través de los colores rojo y blanco de los rábanos se da forma al Niño Dios, a la Virgen María, la estrella de Belén, los Reyes Magos, los pastores, los animales y todo aquello que en esté en la creatividad de los artistas.

En cuanto a las herramientas para hacer estas figuras de la Noche de los rábanos, los artesanos utilizan el cuchillo, objetos punzantes y palillos, todo de acuerdo a la caprichosa forma en la que nacen los rábanos, lo que exige mucha creatividad y destreza.

Estos nacimientos son efímeros, por lo que cada año se fabrican nuevos y que pueden terminar en ensaladas.

Para no perder la tradición, se utilizan rábanos sembrados de forma oficial para este concurso, y se distribuyen de forma gratuita.

¿Cómo surgieron los nacimientos navideños?

Fue san Francisco de Asís quien inició la tradición Nacimiento navideño, cuando en el siglo XI,  en la población de Greccio, en Italia, representó el nacimiento de Jesús con personas.

Posteriormente comenzó a extenderse por el mundo cristiano la costumbre de representar el nacimiento de Jesús con figuras fabricadas en diferentes materiales, pero siempre con dos constantes: devoción y alegría.

Fueron los frailes franciscanos quienes introdujeron la tradición de los nacimientos en tierras mexicanas, donde pronto se popularizó entre la población. Oaxaca acogió esta costumbre con una creatividad única, dando origen a la Noche de los Rábanos, una celebración que transforma el arte popular en una hermosa manera de expresar y contemplar el nacimiento de Jesús.

Te recomendamos: Nacimiento navideño: todo lo que debes saber



Autor

Estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la UNAM. Con 30 años de experiencia en periodismo, se ha especializado en la cobertura religiosa, trabajando en Televisa S.A. y Televisión Azteca. En 1997, recibió el Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas de México. Ha realizado reportajes en cuatro continentes, incluyendo coberturas significativas como el Jubileo del año 2000 en Roma, los funerales de Juan Pablo II, el viaje de Juan Pablo II a Tierra Santa y el Encuentro Mundial de la Juventud en Sydney. Fue Jefe de Prensa durante el VI Encuentro Mundial de las Familias en México. Además, ha colaborado en publicaciones como Época, Última Moda e Impacto, donde mantiene columnas sobre cultura religiosa. Ha escrito varios libros, entre ellos "El Agua del destino" y "Popocatépetl: Mito, ciencia y cultura". También es comentarista en programas de radio.