Conoce la historia del milagro obrado por Dios, por intercesión del Padre Moisés Lira Serafín, que lo convertirá en beato.
El religioso, fundador de la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada intercedió para conseguir de Dios el milagro de la curación de una bebé en gestación, un hecho que ya el comité médico constató como científicamente inexplicable.
Desde la fe conversó en exclusiva con el P. David Padrón, MSps., postulador de la causa de beatificación ante Roma, a fin de conocer los detalles del milagro que ya recibió también la aprobación del grupo de expertos teólogos y del propio Papa Francisco.
Recuerda el padre David Padrón que el caso sucedió en 2004, y se trata de la “curación milagrosa de una hidropesía fetal no inmune (HFNI)”, una afección particularmente grave que hace incapaz al cuerpo para manejar líquidos.
“Sucedió en el seno de una familia de San Felipe, en Guanajuato (México) tras conocerse este problema muy grave que ponía en alto riesgo la vida de una bebé, antes y después de nacer”, indicó.
“Aún en el vientre de la madre, el bebé podía presentar problemas cardiacos y pulmonares, anemia grave por infección, o incluso, trisonomía 21”.
Este tipo de hidropesía fetal, que es el más común, habitualmente deriva en la muerte de los bebés, y puede ocasionar delicados problemas de tipo genético, daño cerebral o el desarrollo de patologías más complejas.
En el caso de la bebé que recibió el milagro, “los primeros síntomas fueron detectados a la mamá en la semana 18 del período de gestación. Y en las semanas 22 a 24 se realizó el diagnóstico oficial de la afección en el bebé”.
El sacerdote David Padrón detalló que “entre la semana 22 y 26, es decir, cuando se confirmó el diagnóstico, se encomendó a la intercesión del padre Moisés Lira” la curación de la bebé. Sucedió que “en la semana 26, cuando se le realizó una nueva valoración médica, se descubrió que la bebé estaba perfectamente sana”.
Ante lo excepcional de lo ocurrido, en la semana 32 se realizó un nuevo estudio que confirmó el primer hallazgo. Y se realizó uno adicional a la altura de la semana 35, e incluso, posterior al nacimiento de la bebé. La conclusión fue clara y contundente: estaba sana.
“Después de varios años, esta bebé, una niña, que ahora es una joven, ha estado en perfecto estado de salud”, indicó el sacerdote postulador. En efecto, en la actualidad, aquella bebé que se curó de forma milagrosa, tiene ya 19 años de edad.
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