Dicen adiós a José José en la Basílica de Guadalupe
Más de cinco mil personas se reunieron en la Basílica de Guadalupe para despedir al intérprete.
Con una multitudinaria Misa en la Basílica de Guadalupe, miles de fieles le dieron el último adiós al cantante mexicano José José, “El príncipe de la canción”, fallecido el pasado 28 de septiembre.
Horas antes del inicio de la Misa, cientos de fieles aguardaban pacientes la llegada de los restos del artista, quien antes recibió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes.
En espera del cortejo fúnebre, los fanáticos corearon algunos de sus éxitos, canciones como “México lindo y querido” y, con gritos y porras, rindieron su particular homenaje al cantante.
Monseñor Guillermo Moreno, canónigo de la Basílica de Guadalupe, fue el encargado de presidir la Ceremonia Eucarística en la que estuvieron presentes en primera fila sus hijos José Joel y Marysol Sosa, y otros familiares y amigos del intérprete de “El triste”.
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De esta forma, la familia cumplió con el último deseo de José José, de ser despedido en la Casita del Tepeyac, dejando de manifiesto su profunda devoción a la Guadalupana.
Al final de la Eucaristía, Monseñor Moreno impartió la bendición de despedida del Rito de las Exequias.
“Pidamos con fe a Dios quien todos están vivos, que admita su alma entre los santos y que este cuerpo que se va a enterrar, lo resucite un día lleno de vida y de gloria.
“Que al momento del juicio sea misericordioso con nuestro hermano José Rómulo, José José, para que libre de la muerte, absuelto de sus culpas, reconciliado con el Padre y llevado sobre los hombros del Buen Pastor, y agregado al séquito del Rey Eterno, disfrute para siempre de la gloria eterna y de la compañía de los santos”, rezó el sacerdote.
En uno de los momentos más emotivos, al final de la ceremonia Marysol, hija del intérprete, tomó el micrófono para interpretar la canción “Cara a cara”.
A petición de la familia, la Misa fue acompañada por la Estudiantina de la Universidad La Salle, cuyo padrino era precisamente José José. Los jóvenes universitarios cantaron un breve popurrí con las canciones más significativas del artista, mientras el féretro con sus cenizas abandonaba el recinto mariano.
Nuevamente, la despedida del cortejo fue multitudinaria, con canciones y porras al artista.