Las 3 claves del padre José de Jesús Aguilar para ser felices

“La familia es la cuna del amor y el amor es fundamental para lograr la felicidad. Por ello, resulta importante educarla en valores”, según lo que explica el sacerdote José de Jesús Aguilar Valdés.

Como parte de una conferencia organizada por la Arquidiócesis Primada de México en el marco del mes de la familia, el sacerdote preguntó: ¿quién no quiere ser feliz?, pero al tiempo advirtió que “no tenemos un curso que nos enseñe a ser felices”.

Sin embargo, es parte de nuestra misión, pues “Dios nos llama a la felicidad”. En tal sentido, explicó que “no bastan las cuestiones externas” para alcanzarla, pues en ese caso la habrían conseguido Adán y Eva.

De hecho, “la felicidad está dentro de nosotros. La felicidad no viene de fuera, sino que depende de cada persona”. Y para conseguirla, sugiere tres elementos cruciales en los que una correcta escala de valores tiene gran importancia. Estas son:

1. Tomar buenas decisiones.
2. Tener actitudes adecuadas.
3. Construir una óptima escala de valores.

Tras invitar a preguntarse cuántas decisiones ya hemos tomado en este día, argumentó que en cada una de ellas incide nuestra formación y la importancia que les damos a nuestros valores.

Nuestra vida está marcada por decisiones

“¿Me levanto de la cama o no? ¿Como o no?, ambas son decisiones que debimos tomar hoy. Naturalmente, existen distintos tipos. Y las malas decisiones conducen a la infelicidad, al fracaso y a los problemas”, dijo.

En este aspecto, señaló que siempre tenemos el bien y el mal… “Y debo elegir el bien, de eso no hay duda”. No obstante, qué ocurre cuando debemos elegir entre dos cosas buenas, tomaré la mejor, la que vale más. ¿Y si es entre dos malas? En este caso, elegiré la menos mala de ellas.

Tras recordar que hay unas cosas más valiosas que otras, estimó necesario “que la gente sepa qué vale más”. Puso como ejemplo que si se les preguntara en este momento qué vale más entre la vida o la libertad, habría respuestas muy distintas. Y dependiendo de ellas, diversas consecuencias.

De esa forma, dijo, se podría conocer la escala de valores particular; en esa escala qué tiene mayor importancia… “y eso es distinto para cada uno”.

Cada decisión tiene una consecuencia

La crucial importancia de ello es que, con base en tales escalas, habrá repercusiones que pueden ser positivas o negativas.

Si la libertad para alguien es más importante que su vida, será capaz del suicidio si entra en prisión. A pesar de que “en la cárcel también podría recibir visitas, orar”, viajar con la mente e intentar crecer.

En tal sentido, dijo que “para tomar decisiones correctas necesitamos tener claridad sobre lo que vale y lo que no vale, lo que vale más y lo que vale menos”. Por ello, “debemos contar con una excelente escala de valores”.

Igualmente, explicó que “el valor que vale más es el amor”. De hecho, “es el camino que nos lleva a la felicidad”. Y sostuvo que muchos toman decisiones equivocadas en el plano afectivo porque en su relación amorosa considera “que merece sobras”.

Tras citar una lista de valores, invitó a revisar interiormente qué estamos haciendo con ellos y qué importancia les damos en nuestra escala personal a cada uno de los siguientes:

1. Amistad
2. Autodominio
3. Autoestima
4. Decisión
5. Diligencia
6. Disciplina
7. Esfuerzo
8. Esperanza

La importancia de una actitud correcta

El sacerdote también señaló que, aunque no siempre podemos controlar lo que ocurre a nuestro alrededor -como cuando se sufre una enfermedad o nos ocurre una tragedia-, “sí podemos decidir qué actitud tener ante todo cuanto nos sucede. Y eso influye de forma directa en nuestra felicidad.

“No puedo elegir si me da cáncer, si mi pareja es infiel, si alguien me robó, o si el día está nublado. Lo que sí puedo elegir es qué hago yo con eso que me sucede o cómo lo tomo”.

En este aspecto, mencionó casos en los que, personas con situaciones problemáticas distintas, conseguían sentirse bien a partir de la elección de una actitud correcta.

Por último, indicó que, para poder ser felices y tener éxito, debemos:

1. Observar nuestra salud
2. Atenderla en materia corporal y espiritual
3. Cuidar nuestras relaciones familiares
4. Elegir una profesión en la que seamos felices.

Finalmente, el padre José de Jesús invitó a tener un espíritu de servicio; desarrollar el área social, compartir lo que somos y lo que tenemos con los demás. Pues, si logramos atender salud, familia, profesión; área social, económica y espiritual, entonces “habrá éxito y felicidad rotunda”.