Las campanas de la Catedral Metropolitana vuelven a sonar tras cinco años en silencio

Campanas de la Catedral Metropolitana: Se volverán a escuchar el Sábado Santo

Fueron 5 largos años de silencio para las 35 campanas de la Catedral de la Ciudad de México. Este Sábado Santo por fin podremos volver a oír su repique. Y, como dijo el Padre Ricardo Valenzuela, rector del recinto: “Podremos volver a escuchar en ellas el llamado de Dios a la convocación litúrgica.”

Considerado el Primer Monumento Religioso de América y uno de los centros católicos más visitados e importantes del país, la Catedral Metropolitana de México fue edificada a lo largo de 218 años por 16 arquitectos. Ha resistido sismos, incendios y hundimientos por más de 400 años.

El sismo que sacudió la Ciudad de México en septiembre del 2017 provocó severos daños en la Catedral Metropolitana, “Vi cómo se sacudía la torre oriente de lado a lado, como se movían y crujían las campanas. Pensé que todo se vendría abajo” dijo Ernesto Pérez, campanero de la Catedral.

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Las dos torres campanario, oriente y poniente, sufrieron afecciones en su estructura que, de no repararse, representaban un importante riesgo. Por lo que, el 22 de septiembre de 2017, se tomó la decisión de no hacer uso de ellas hasta que tanto la construcción como las 35 campanas fueran revisadas y restauradas.

Las campanas de la Catedral Metropolitana y su historia

Hablar de las campanas de Catedral es hablar de 400 años de historia, y es que no se trata de simples objetos que producen un sonido, cada campana tiene su nombre, historia y anécdotas.

Existe la leyenda urbana de que la primera campana que hubo en la Catedral, conocida como “La Doña”, fue fundida de un cañón que Hernán Cortés había cedido para ello, aunque no se tiene documentación que avale el hecho, este dato nos da un panorama de la antigüedad e importancia de las campanas.

Podemos hablar, por ejemplo, de la campana castigada. Que durante más de 50 años no emitió ningún sonido, luego de haberse visto involucrada en un accidente que le costó la vida a un joven campanero.

Campana ubicada en la torre poniente de la Catedral Metropolitana

También está la campana San Juan Diego, la más joven de la familia, que tuvo la dicha de ser bendecida por el Papa Juan Pablo II en su última visita a México.

Campana San Juan Diego, ubicada en la Catedral Metropolitana

Y no todas las campanas son enormes y pesan toneladas, la campana Santa María Magdalena, también conocida como la “campana bebé”, pesa solo 50 kilos, pero es la encargada de dar la orden para que todas las campanas toquen el Sábado Santo.

Campana Santa María Magdalena. (Foto: Jaqueline Sánchez)

¿Para qué se usan las campanas de la Catedral Metropolitana?

Además, el repique de las campanas es todo un arte, su sonido forma parte no solo de las tradiciones de la Iglesia, también de la historia de nuestro país.

Las Campanas de la Catedral comienzan a sonar todos los días a las 8:24 de la mañana con el toque de Laudes. Después, a lo largo del día llaman a misa, con toques de diferente duración según la temporada del año litúrgico.

Al medio día, podemos escuchar el toque del Ángelus o Regina Coeli si es temporada de Pascua. Y a las 3:00pm, suenan con “la hora nona” que recuerda el momento de la muerte de Cristo

También está el toque de difuntos: cuando fallece algún miembro del Cabildo o un Obispo, la campana mayor da 50 toques. Si se trata del Arzobispo son 75 y si fuera el Papa se darían 100 toques, después se doblan las campanas de la torre oriente, aunque el protocolo puede variar según la situación.

Históricamente, las campanas de la Catedral también se utilizaban para dar toques de queda o arrebato, es decir, para alertar a la población ante situaciones de alerta o peligro. 

¿Qué se hizo durante la restauración?

La restauración de la Catedral Metropolitana ha sido un proceso muy largo y se ha realizado en varias etapas. Aunque no tuvo que cerrar sus puertas y pudo seguir sirviendo a la comunidad, después de los sismos del 2017, se tomó la decisión de no tocar más las campanas, pues ambas torres campanario tenían grietas y fisuras que hacían vulnerable su capacidad estructural y de resistencia, por lo que la vibración que las campanas producen representaba un riesgo.
En las torres campanario fueron inyectados 20,000 litros de argamasa en cada una para fortalecerlas, se realizaron inyecciones a presión en un total de 9,000 puntos.

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En cuanto a las campanas, se revisaron y recibieron mantenimiento una por una, se les cambio el cuero del badajo y se limpiaron, algunas requirieron cambio de cuerdas.

Las campanas de tipo esquila, aquellas que giran 360°, fueron las que más mantenimiento necesitaron, se lijaron y se hidrataron los contrapesos y se apretaron tornillos.

También se les dio mantenimiento y restauración a las “Tres Virtudes Teologales”, bellas esculturas hechas por Manuel Tolsá en 1813 que coronan una de las torres. “La Esperanza”, una de las esculturas, cayó durante el sismo partiéndose a la mitad. Por lo que las tres fueron retiradas de su sitio y tratadas por especialistas del INAH. Ahora vuelven a adornar las ya restauradas torres campanario.

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Estos 400 años de historia y 5 de silencio finalmente rendirán frutos, cuando este 8 de abril en la noche, 32 campaneros hagan retumbar el corazón de la Arquidiócesis de México con el repique de todas las campanas de la Catedral durante el canto del Gloria en la celebración del Sábado Santo. Gracias a Dios, las históricas campanas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México volverán a sonar.