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6 verdades sobre el Sínodo de la Sinodalidad ¡No te dejes engañar!

¿Es cierto que se busca aprobar la homosexualidad y la ordenación de mujeres ? Estas son las verdades sobre el Sínodo de la Sinodalidad.

20 octubre, 2023
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¿Es cierto que el Sínodo de la Sinodalidad busca aprobar la homosexualidad, la ordenación de mujeres y la democratización de la Iglesia? ¡Por ningún motivo! Sin embargo, como son afirmaciones que se han escuchado en estos meses, te invitamos a conocer la verdad.

Este mes se realiza en Roma el llamado Sínodo de la Sinodalidad, cuya asamblea general comenzó el 4 de octubre de 2023, durará tres semanas, y tendrá una segunda sesión en octubre de 2024.

La “Carta al Pueblo de Dios”

Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación y presidente de la Comisión para la Información anunció que el miércoles 25 de octubre se publicará la “Carta al Pueblo de Dios”, la cual contendrá el camino sinodal a realizar abordando temas como la paz, migración y el magisterio pontificio.

El Sínodo de la Sinodalidad es una experiencia eclesial para escuchar y discernir, en el que el principal protagonista es el Espíritu Santo. Sin embargo, en torno a este Sínodo de la Sinodalidad se han generado una serie de confusiones, las cuales a continuación buscaremos aclarar:

También puedes ver: ¿Cómo se realiza el Sínodo de la Sinodalidad?

Las verdades sobre el Sínodo de la Sinodalidad

  1. Mentira: La ‘sinodalidad’ es un concepto nuevo para destruir la Iglesia Católica.

Verdad: Quienes aseguran esto, desconocen la historia de la Iglesia.

La experiencia sinodal, significa que la iglesia ha caminado tras las huellas de Jesús, guiados por el Espíritu Santo, para comprender cómo cumplir su misión en cada momento de la historia. Esto ha sucedido desde tiempo de los Apóstoles. Gracias a ello, los primeros cristianos abrieron su misión a los paganos, por ejemplo.

Muchos siglos después, el Concilio Vaticano II reunió a más de 2,500 obispos durante 4 años a reflexionar ¿cómo renovar la Iglesia para que continuara siendo fiel? Al final le pidieron al Papa san Pablo VI que convocara a reuniones sinodales cada cierto período de tiempo; estos Sinodos han sucedido desde entonces cada 2 ó 3 años (se han realizado 19 hasta ahora), y a través de ellos los Papas han podido renovar el Magisterio escuchando la voz del Espíritu Santo que se manifiesta en el discernimiento que un grupo de obispos hace. San Pablo VI dio origen a los sínodos, con tres objetivos específicos:

  1. Fomentar la colaboración íntima entre el Papa y los obispos.
  2. Procurar que se tenga conocimiento directo y verdadero de las cuestiones y circunstancias actuales que atañen a la vida de la Iglesia y a su acción propia en el mundo actual.
  3. Facilitar la concordia de opiniones en los puntos fundamentales de la doctrina y en cuanto al modo de proceder.

2. Mentira: El Papa no debe consultar a nadie en materia de fe y moral. Esto atenta contra la autoridad que Jesús le confirió.

Verdad: El Papa es sucesor de Pedro, y por ello tiene la potestad suprema en la Iglesia y la misión de guiar a la Iglesia en comunión y fidelidad a Cristo. Sin embargo, para ejercer su autoridad, el Papa ha de escuchar a Dios que no solo le habla a él, pues el Espíritu Santo se derrama sobre la Iglesia entera. Así lo dice el Concilio Vaticano II: “cuando desde los obispos hasta el último de los laicos cristianos muestran estar de acuerdo en cuestiones de fe y moral, se manifiesta el sentido de la fe. El Espíritu de la verdad suscita y sostiene ese sentido de la fe; con él, el Pueblo de Dios, bajo la dirección del magisterio, al que obedece con fidelidad, recibe, no ya una palabra humana, sino la palabra de Dios” (Lumen Gentium 12). 

Por lo tanto, las consultas no son para cambiar la doctrina, sino la forma en que se cumple la misión de Cristo hoy. Por ello, a lo largo de los siglos, la Iglesia ha ido actualizando su lenguaje, la manera de dar testimonio de Cristo y la forma de proponerlo al mundo. Esto no es mundanizar la Iglesia, sino ser fieles a la misión para que el Evangelio se experimente siempre vivo. En este sentido, es sano e importante que los obispos consulten no sólo a sus sacerdotes, sino al pueblo entero que se les ha confiado antes de tomar decisiones importantes.

3. Mentira: El Sínodo de la Sinodalidad es una copia del ‘sínodo’ que se realiza en Alemania para legitimar errores de fe y moral.

Verdad: El Sínodo de la Sinodalidad no tiene nada que ver con el Camino Sinodal emprendido por los obispos alemanes, pues la Iglesia ha vivido esta experiencia sinodal desde hace 60 años. La novedad del sínodo actual radica en que, después de los 19 sínodos (ordinarios y extraordinarios) que se han realizado en la Iglesia, el Santo Padre consideró que la experiencia sinodal no se limita solo a la reunión de 400 obispos y algunos laicos, sino que es una experiencia que la Iglesia entera ha de vivir porque la sinodalidad es una característica esencial de la Iglesia y no solo una reunión consultiva del Papa.

Así lo dijo el Papa Francisco: “Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar «es más que oír». Es una escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo, el «Espíritu de verdad» (Jn 14,17), para conocer lo que él «dice a las Iglesias» (Ap 2,7)”.



Así podemos ver que el Papa está invitando no solo a un Sínodo, sino a vivirnos como iglesia sinodal, por eso este año le puso como tema “El Sínodo de la sinodalidad”, dónde se reflexionará ¿Cómo vivir esta experiencia en toda la Iglesia?

4. Mentira: El Sínodo de la Sinodalidad quiere democratizar la Iglesia y acabar con la jerarquía que Jesús estableció. Ahora hasta los no creyentes y ateos tomarán decisiones sobre la fe y la moral que enseña la Iglesia Católica.

Verdad: Si bien en el Sínodo de la Sinodalidad se llega a ciertas conclusiones a través de las opiniones de los participantes, al final el Papa toma esas conclusiones, hace un último discernimiento y él decide qué y cómo transmitir el tema reflexionado. Por lo tanto, no es una democracia, es una participación comunitaria para vivir la escucha, discernimiento y conversión como Iglesia, y bajo la guía del Papa y los obispos, hemos de escuchar lo que el Espíritu Santo quiere decirnos hoy para renovar nuestra fidelidad a la misión.

Como verán, una Iglesia sinodal es una experiencia que parte del fundamento que el Espíritu Santo se derrama sobre todo el Pueblo de Dios, pero eso no borra la responsabilidad del Papa y los obispos de mantener en fidelidad a la Iglesia. Así como la Iglesia ora y discierne las mociones del Espíritu Santo, también obedece la voz de sus pastores.

5. Mentira: El Sínodo de la Sinodalidad abre la puerta a la aceptación de la homosexualidad, a los matrimonios homosexuales, a la ordenación de mujeres.

Verdad: Mucho se ha dicho que en el Sínodo de la Sinodalidad se votará sobre la aceptación de la homosexualidad, de los matrimonios homosexuales, de la ordenación de mujeres, y otras cuestiones de moral; sin embargo, ninguno de estos temas se encuentra en la agenda para la reflexión de los participantes. Existe un documento que se les otorgó previamente a todos los que acudieron, es un documento público en el que están puestas todas las preguntas en torno a las cuales se está discerniendo (https://www.synod.va/es.html). Vale la penda leerlo para estar bien informados. En ese documento, llamado Instrumentum laboris, podemos ver las tres preguntas que busca responder el Sínodo de la Sinodalidad:

  1. ¿Cómo podemos ser más plenamente signo e instrumento de la unión de Dios con todo el género humano?
  2. ¿Cómo podemos compartir los dones y tareas de una mejor manera al servicio del Evangelio?
  3. ¿Qué procesos, qué estructuras y qué instituciones son necesarias ajustar o renovar para que una Iglesia pueda ser sinodal y misionera?

6. Mentira: El Sínodo de la Sinodalidad busca acabar con la Iglesia Católica.

Verdad: La Iglesia Católica ha pasado por muchos momentos de tensión, porque está viva y como todo ser vivo sigue madurando. Si los hombres guiáramos a la Iglesia, ya hubiéramos acabado con ella, pero es Dios quien la guía, por eso ha permanecido dos mil años. Los hombres somos de carne y hueso, y tenemos limitaciones, nos podemos equivocar, pero Dios, aún desde nuestras equivocaciones, sabe hilar con esta historia imperfecta la historia de Salvación.

Nadie va a acabar con la Iglesia, pero le hacen mucho daño aquellos que se cierran al Espíritu Santo y quieren vivir la fe de una manera temerosa, con las puertas cerradas, sin querer asumir la presencia del Espíritu que va renovando la Iglesia día con día. El Concilio Vaticano II recibió peores críticas que las que hoy se escuchan sobre el Sínodo. Se decía que Pablo VI y los obispos del Concilio iban a acabar con la Iglesia, la iban a hacer comunista y atea, que ya no iba a haber Eucaristía. Después de 60 años nos damos cuenta que no fue así.

Conclusión: Sigamos orando por el Sínodo de la Sinodalidad. Confiemos en que, cuando termine, seremos una mejor Iglesia porque vamos a tener un corazón abierto a la escucha y no un corazón cerrado y temeroso. Dios desde su eterna novedad ha dialogado de mil maneras con los hombres; desde la vocación a Abraham y el envío de los profetas, hasta enviar a su Hijo para darnos testimonio de su Amor. Hoy Dios continúa su obra salvífica por su Espíritu. Por eso, el único pecado que no se perdona es el pecado contra el Espíritu Santo, pues quien se cierra a Él, se cierra a Dios.

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Autor

Estudié Ciencias de la Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la Universidad Autónoma de México. Desde 2003 soy Editor General de la revista Desde la fe, órgano de formación e información de la Arquidiócesis Primada de México. Me he especializado en la fuente religiosa a través de cursos y diplomados. La tesis de licenciatura es "Exorcismos en el siglo XXI, ¿mito o realidad". 

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