Sínodo de la Sinodalidad 2023-2024: qué lo hace diferente a otros sínodos
¿Por qué este Sínodo de la Sinodalidad 2023-2024 es diferente a los que se han realizado? Aquí te lo contamos
El actual Sínodo de los Obispos, llamado Sínodo de la Sionadalidad, es una experiencia de encuentro, comunión y discernimiento entre miembros de la Iglesia Católica, especialmente obispos de todo el mundo, cuyo fin es asesorar y apoyar al Papa Francisco en el tema de la consolidación de una iglesia sinodal; es decir, una Iglesia que camine unida sobre la ruta de una misión común, a través de la participación de todos y cada uno de sus miembros.
TE RECOMENDAMOS:
¿Qué es el Sínodo de la Sinodalidad?
Por su importancia para la Iglesia, el Sínodo de la Sinodalidad se ha divivido en dos partes: la primera se llevó a cabo del 4 al 29 de octubre de 2023 con la participación de 464 personas, y la segunda está por iniciar: se llevará a cabo del 2 al 27 de octubre de 2024, y en éste encuentro estarán participando 368 personas.
Diferente a otos sínodos
¿Por qué el Sínodo de la Sinodalidad, o el Sínodo 2023-2024, es diferente a los que se han realizado anteriormente? Aquí te lo contamos:
El Sínodo de la Sinodalidad se realiza como respuesta a una convocatoria hecha por el Papa Francisco para trabajar por una Iglesia misionera y en comunión, por lo que su lema es: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
A diferencia de otros sínodos, encuentros y mecanismos de consulta realizados por la Santa Sede, para este Sínodo en particular se ha pedido encarecidamente poner el énfasis en la oración, como una forma de trabajo a la que se le ha denominado participación orante.
Es decir, que este Sínodo es ante todo un acontecimiento espiritual, de oración y de escucha en el Espíritu Santo, a quien se considera el ‘verdadero protagonista del evento’, de acuerdo con lo que explicó el cardenal Mario Grech en una carta dirigida a todos los obispos del mundo.
Además, se ha preparado una “Bendición Solemne” para este momento de gracia, misma que se recita al final de las Misas dominicales, junto con las oraciones de intercesión. Esto sin contar que existe una iniciativa mundial de oración que se lleva a cabo el primer lunes de cada mes, y en la que se dedica un tiempo concreto a rezar por el Sínodo.
Un proceso permanente
El Sínodo de la Sinodalidad 2023-2024 también es distinto a otros sínodos en cuanto a que se propone lograr un cambio cultural que apunte a motivar una dinámica permanente de diálogo, participación y escucha.
Una diferencia más es que ha sido pensado para realizarse en un trienio: los tres años comprendidos entre octubre de 2021 y octubre de 2024 buscan que el “Sínodo de la Sinodalidad” permita a la toda Iglesia caminar por medio de diversas etapas de discernimiento.
Durante todo el proceso de preparación se invitó a la comunidad a pedir al Espíritu Santo “el don de la escucha para los participantes en el Sínodo: ‘Escuchar a Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar la voluntad a la que Dios nos llama’”.
Un Sínodo para todos
El Papa ha dejado claro que el Sínodo de la Sinodalidad abre las puertas a todos e implica un llamado a la unidad plena. “Vivamos este Sínodo en el espíritu de la oración que Jesús elevó al Padre con vehemencia por los suyos: ‘Que todos sean uno'”. (Jn 17,21).
“Estamos llamados a la unidad, a la comunión, a la fraternidad que nace de sentirnos abrazados por el amor divino, que es único. Todos, sin distinciones…”
El Santo Padre también ha hecho suyas las palabras de san Cipriano al señalar que “debemos mantener y defender firmemente esta unidad, sobre todo los obispos, que somos los que presidimos en la Iglesia, a fin de probar que el mismo episcopado es también uno e indiviso”.
“Por eso -dijo-, caminamos juntos en el único Pueblo de Dios, para hacer experiencia de una Iglesia que recibe y vive el don de la unidad, y que se abre a la voz del Espíritu”.
Cabe señalar que una vez culminen el Sínodo de la Sinodalidad se tomarán las propuestas y las conclusiones para la implementación y puesta en marcha de lo que se considere necesario llevar a cabo en toda la Iglesia universal.