El Año de la Oración 2024 fue convocado por el Papa Francisco para este año, en preparación al Gran Jubileo de 2025, con el objetivo de promover la importancia de la oración en la vida de los fieles y fomentar una mayor dedicación a la oración tanto a nivel personal como comunitario, como parte central en la vida espiritual de los católicos.
Para este año 2024, la iniciativa tiene como propósito enfatizar la importancia de la oración en la vida diaria de los fieles, recordando la exhortación de la Iglesia a la oración regular, tanto en la vida privada como en la participación en la liturgia y otros actos religiosos.
Por medio de una carta que envió el 11 de febrero de 2022 al Dicasterio para la Evangelización, el Papa Francisco aseguró que le alegraría pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, se dedicara a una “gran sinfonía” de oración para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo.
Dicha Oración, indicó, tiene como propósito agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla.
Una Oración como voz “de un solo corazón y una sola alma” que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día y que permite a cada hombre y mujer del mundo dirigirse “al único Dios”, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón.
“Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción. En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del ‘Padre Nuestro’, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos”, sostuvo el Papa Francisco.
El Año de la Oración 2024 responde plenamente a la necesidad de que el Jubileo del 2025 sea un evento que enriquezca espiritualmente la vida de la Iglesia y de todo el pueblo de Dios, convirtiéndose en signo concreto de esperanza, por ello es necesario prepararlo y vivirlo en las comunidades con ese espíritu de expectativa típico de la esperanza cristiana.
Se trata de un Año para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana; sobre cómo orar y, sobre todo, cómo educar a orar hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda, porque no podemos ocultar que estos años demuestran una profunda necesidad de espiritualidad.
“Cuanto más fuerte se vuelve el grito de la tecnología que parece corresponder a todos nuestros deseos, más profunda es la necesidad de una verdadera espiritualidad que lleve a cada persona al encuentro de sí misma en la verdad de su propia existencia y, por tanto, en una relación coherente con Dios”, indicó monseñor Rino Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para las Cuestiones Fundamentales de la Evangelización en el Mundo.
Monseñor Fisichella indicó que son muchas las personas que oran todos los días, pero no existe una estadística que determine con cifras y porcentajes correctos el número de personas que viven este momento tan íntimo de la pluriformidad de la oración.
Al referirse a la manera en cómo se debe realizar la Oración, indicó que existen muchas maneras de hacerlo, desde aquellos que se persignan rápidamente hasta aquellos que participan en la Eucaristía diaria, “existe una gama tan amplia de formas de orar que nadie las puede describir completamente”.
“Desde la oración rápida hasta la oración distraída; desde la oración contemplativa hasta la oración llena de lágrimas de dolor… La oración no se deja atrapar en un esquema preestablecido porque es la relación personal del creyente con Dios mismo, dentro de esa relación íntima y exclusiva que distingue nuestra fe”, indicó.
Por tanto, el Año de la Oración 2024 se enmarca en este contexto para favorecer la relación con el Señor y ofrecer momentos de auténtico descanso espiritual. Un oasis al abrigo del estrés cotidiano donde la oración se convierte en alimento para la vida cristiana de fe, esperanza y caridad.
Los fieles católicos pueden participar en el Año de la Oración 2024 de diversas maneras y a continuación te dejamos algunas propuestas para que te sumes a esta iniciativa propuesta por el Papa Francisco:
El Año de la Oración 2024 representa una oportunidad para renovar el compromiso con la oración en la vida de los fieles católicos, recordando la importancia de la oración regular, tanto en lo personal como en lo comunitario, como parte integral de la vida espiritual.
La Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe ya se sumó a la iniciativa del Año de la Oración 2024 y por medio de su sitio Web y sus redes sociales están difundiendo una oración a “María, Madre de Dios reza por y con nosotros”.
En dicho video, con una duración de poco más de un minuto, difundido el 24 de enero de 2024, se hace la Oración del “Padre Nuestro”, acompañada de una serie de imágenes de la Virgen de Guadalupe y de Jesucristo, así como de personas rezando.
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