Así luce la figura de Cristo grabada en el pan de comunión de 1,300 años descubierto en Turquía

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Así luce la figura de Cristo grabada en el pan de comunión de 1,300 años descubierto en Turquía

Un equipo de arqueólogos en Turquía descubrió un pan de comunión de más de 1,300 años que conserva grabada la figura de Cristo.

15 octubre, 2025
Así luce la figura de Cristo grabada en el pan de comunión de 1,300 años descubierto en Turquía
Este descubrimiento podría estar directamente vinculado con la Eucaristía. Foto: Especial

Un hallazgo arqueológico extraordinario se realizó en el yacimiento de Topraktepe, una antigua ciudad romana situada en la actual Turquía, país que será visitado en unas semanas por el papa León XIV. Este descubrimiento podría estar directamente vinculado con la Eucaristía.

Se trata de cinco hogazas de pan carbonizadas en una de las cuales se ha conservado grabada la imagen de Cristo como dador de vida, según publica la revista Historia de National Geographic.

El hallazgo es el resultado del trabajo de un equipo de arqueólogos turcos, quienes localizaron piezas de pan datadas entre los siglos VII y VIII, conservadas hasta nuestros días en “un estado excepcional”.

La importancia de este hallazgo residiría en que uno de los panes muestra una imagen de Jesucristo junto a una inscripción en griego en la cual puede leerse: “Con nuestro agradecimiento al Bendito Jesús”.

A diferencia de la imagen tradicional del Pantocrátor, que representa a Cristo como gobernante y salvador, este pan lo muestra como un campesino, lo que simboliza la conexión entre la fe, el trabajo y la fertilidad agrícola, explicaron los investigadores.

¿Por qué se conservaron durante más de 1,300 años?

Los arqueólogos explicaron que la conservación de estas piezas fue posible gracias a condiciones ambientales:

  • El sitio donde fueron enterradas carecía de oxígeno, evitando su descomposición.
  • La temperatura constante del entorno favoreció que se mantuvieran intactas tras su carbonización.
  • El proceso natural de carbonización selló su estructura interna, impidiendo el deterioro.

Estas circunstancias hicieron que los investigadores calificaran las piezas como “los panes litúrgicos más excepcionales jamás descubiertos en Anatolia”.

Próximos estudios científicos

Los panes serán sometidos a análisis arqueobotánicos, microscópicos y tomográficos para determinar:

  • La composición exacta de los cereales utilizados.
  • El método de horneado y carbonización.
  • Las condiciones que permitieron su conservación durante más de un milenio.

El valor histórico de la Eucaristía

Existe un hecho comprobable: la Eucaristía está vinculada a la Iglesia desde su fundación por Cristo. Como sacramento, ha tenido un papel relevante a lo largo de la historia, tal como lo señaló el papa Benedicto XIV desde el inicio de su pontificado.

“Para la Iglesia antigua, la palabra amor, ágape, aludía al misterio de la Eucaristía. En este misterio, el amor de Cristo se hace siempre tangible en medio de nosotros. Aquí, él se entrega siempre de nuevo. Aquí, se hace traspasar el corazón siempre de nuevo; aquí, mantiene su promesa, la promesa según la cual, desde la cruz, atraería a todos a sí”, señala. (Homilía del Papa Benedicto XVI en la misa de toma de posesión de su cátedra, 2005)

En la Eucaristía, abunda el Santo Padre, nosotros aprendemos el amor de Cristo. Ha sido gracias a este centro y corazón, gracias a la Eucaristía, como los santos han vivido, llevando de modos y formas siempre nuevos el amor de Dios al mundo.

“Gracias a la Eucaristía, la Iglesia renace siempre de nuevo. La Iglesia es la red -la comunidad eucarística- en la que todos nosotros, al recibir al mismo Señor, nos transformamos en un solo cuerpo y abrazamos a todo el mundo”.

“Toda la doctrina de la Iglesia, en resumidas cuentas, conduce al amor. Y la Eucaristía, como amor presente de Jesucristo, es el criterio de toda doctrina. Del amor dependen toda la Ley y los Profetas, dice el Señor. El amor es la Ley en su plenitud, escribió san Pablo a los Romanos”, argumenta el pontífice.

Católicos y ortodoxos coinciden

En 2006, durante su viaje apostólico a Turquía, el papa Benedicto XVI y el patriarca ecuménico Bartolomé I emitieron una declaración conjunta en la que anunciaban el inicio de una “fase de estudio sobre las consecuencias eclesiológicas y canónicas de la naturaleza sacramental de la Iglesia”.

Este trabajo estuvo a cargo de la Comisión Mixta para el Diálogo Teológico entre la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa, un esfuerzo orientado a “restablecer la comunión plena”. (Declaración Común del Papa Benedicto XVI y del Patriarca Ecuménico Bartolomé I, 2006).

En junio del año 2022, esa Comisión publicó un documento en el que evalúa el aspecto sacramental de la Iglesia primitiva y la actual. Al hacer el análisis histórico, menciona que “nuestras Iglesias coinciden en que la Sagrada Eucaristía es el centro de la vida cristiana”. (Los Sacramentos en la Vida de la Iglesia, 2022).

Los especialistas señalan que, en tiempos de Jesús, la tradición judía tenía una comprensión avanzada de los rituales de las comidas, incluyendo bendiciones sobre el pan, el vino y otros alimentos.

Mencionan también que los seguidores de Jesús celebraron la «Cena del Señor» en obediencia a su mandato de «haced esto en memoria mía», destacando que “al participar del Cuerpo y la Sangre de Cristo, reciben la gracia de una comunión más profunda”.

¿Cómo nació y se consolidó la celebración de la Eucaristía?

La comisión explica que originalmente unida a una comida, “la bendición sacramental del pan y el vino pronto se convirtió en un rito distintivo”, y señala que los primeros siglos del cristianismo “revelan un patrón de celebración que incluía lecturas de las Escrituras, una oración extensa de acción de gracias y bendición sobre el pan y el vino, y la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo por parte de los participantes”.

Los expertos destacan que la oración ha incluido históricamente un recuerdo narrativo de las palabras de Jesús en la Última Cena, así como “una invocación explícita del Espíritu Santo sobre el pan y el vino, así como sobre los fieles reunidos”.

Mencionan en este aspecto, que “a medida que la liturgia se ha desarrollado en diversas regiones y a lo largo de los siglos, este antiguo patrón ha permanecido como el núcleo de cada celebración eucarística”.

En cuanto a la práctica actual, sostienen que “nuestras Iglesias afirman firmemente que el pan y el vino consagrados son el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo. Por ello, la Eucaristía se celebra con reverencia y requiere preparación por parte del celebrante y de los comulgantes, según la disciplina particular de cada Iglesia”.

Así, pues, el hallazgo adquiere una relevancia superior al aspecto estrictamente histórico arqueológico, pues alcanza una extraordinaria dimensión en lo que se refiere a los elementos religiosos que derivan de ella.

La noticia es muy reciente. El tiempo mostrará las reacciones de este hallazgo que ya genera notable expectativa por todo lo que representa desde el punto de vida espiritual sobre la mayor riqueza de la Iglesia: la presencia real de Cristo en la Eucaristía.



Autor

Ingeniero Mecánico y periodista. Ex editor de medios católicos con rica experiencia en el desarrollo de contenido SEO, branding y manejo estratégico de plataformas digitales.