Así fue la exposición extraordinaria de la Sábana Santa por el coronavirus

Este Sábado Santo, en punto de las 10:00 horas (tiempo de México), se llevó a cabo desde la Catedral de Turín, Italia, una ostensión extraordinaria de la Sábana Santa, el lienzo sagrado que, según la tradición y datos proporcionados por la ciencia, envolvió el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo en el Santo Sepulcro.

El Arzobispo de Turín, monseñor Cesare Nosiglia, había autorizado la exposición de esta reliquia –la más importante del cristianismo– para finales de este año, en el marco del encuentro internacional de jóvenes organizado por la Comunidad de Taizé; sin embargo, ante la pandemia del coronavirus COVID-19, decidió exponer inmediatamente la Síndone, como también se le conoce.

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El Arzobispo de Turín, Cesare Nosiglia, toca la vitrina donde se encuentra la Sábana Santa.

Tal como pudieron ver a través de los medios digitales millones de personas en todo el mundo gracias a la transmisión compartida por el Arzobispado de Turín, la celebración inició con la apertura de cortinas de la capilla donde actualmente se encuentra la Sábana Santa.

Luego de una breve contemplación del lienzo, monseñor Nosiglia leyó una carta del Papa Francisco, en la que el Santo Padre explica que es “Jesús quien da la fuerza para afrontar cada prueba con fe, con esperanza y con amor”.

El Papa agradeció también al Arzobispo de Turín por esta  ostensión extraordinaria, pues –dijo– responde a la petición del pueblo fiel de Dios, duramente probado por la pandemia del coronavirus en los últimos meses.

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El Arzobispo de Turín, Cesare Nosiglia, celebra una Liturgia de la Palabra ante la Sábana Santa.

Cristo –escribió el Papa– “soportó el castigo que nos trae la paz, y por sus llagas hemos sido curados”. Por ello, “en el rostro del Hombre de la Sábana Santa vemos también los rostros de muchos hermanos y hermanas enfermos, especialmente los más solos y menos cuidados; pero también de todas las víctimas de las guerras y la violencia, de la esclavitud y la persecución”.

Déjense mirar por el rostro de Jesús

Por su parte, el arzobispo Nosiglia, dijo: “En este Santo Sábado, día de descanso en la tumba del Señor, día de espera de su Resurrección, nos unimos al gemido de toda la humanidad esperando ser liberado de la pandemia que mata y quita la vida”.

“Tu cara, Tus manos y pies, Tu costado y todo Tu cuerpo, son una fuente de esperanza para nosotros, porque el amor ha penetrado en la extrema oscuridad del mal y el dolor”, dijo el arzobispo, e invitó a quienes sufren por el virus a a dejarse mirar por el rostro de Jesús.

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El Arzobispo de Turín confió al Señor a los enfermos y a sus familias en tantos países del mundo afectados por la pandemia, y llamó a “ayudar a cada miembro de la sociedad a llevar a cabo su tarea, fortaleciendo el espíritu de solidaridad mutua. Apoyar a los médicos y a los trabajadores de la salud, educadores y trabajadores sociales en el desempeño de su servicio”.

“Líbranos de la epidemia que nos está golpeando para que podamos volver pacíficamente a nuestras ocupaciones habituales y alabarte y agradecerte con un corazón renovado”, dijo Nosiglia.

Durante esta ostensión extraordinaria de la Sábana Santa estuvieron presentes el presidente regional del Piamonte, Alberto Cirio, quien sufrió el contagio del COVID-19 y la alcaldesa de Turín, Chiara Appendino.

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