Así fue la beatificación de Carlo Acutis, el joven enamorado de la Eucaristía
Apasionado de la computación, el primer beato "millennial" hizo su Primera Comunión a los 7 años, y desde entonces se enamoró para siempre de la Eucaristía.
Este 10 de octubre, el joven Carlo Acutis fue declarado beato por el Papa Francisco a través de una ceremonia religiosa presidida en la Basílica de San Francisco de Asís (Italia) por el cardenal Domenico Sorrentino, Arzobispo de Asís, quien durante la celebración hizo hincapié en la frase favorita del joven: “La Eucaristía es la autopista al cielo”.
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Durante la Celebración Eucarística, el cardenal Agostino Vallini, Vicario Emérito del Papa Francisco para la Diócesis de Roma, señaló que el joven Carlo -a quienes usuarios de redes sociales han llamado el “ciberapóstol de la Eucaristía”- tocó el corazón de muchos jóvenes por su extraordinaria capacidad de dar a conocer la Palabra de Dios a través del mundo virtual.
El cardenal Agostio Vallini señaló que el joven fallecido a los 15 años en el 2006, durante su corta edad mostró una profunda madurez cristiana, dando una lucha a contracorriente en los tiempos actuales, mediante la defensa de la sacralidad de la familia y la lucha contra el aborto y la eutanasia”.
“Sus certezas en el Evangelio lo llevaron a ocuparse de los sectores sociales que la sociedad marginaba y ocultaba: los niños y los ancianos. Ya que Carlo entendía las necesidades de todas las personas, en especial de las más necesitadas. E incluso ayudaba a sus compañeros de clases que encontraban dificultades en el aprendizaje”.
La beatificación de Carlo Acutis ha sido una de las más rápidas que ha aprobado la Iglesia católica, ya que sólo transcurrieron 14 años entre el día de su fallecimiento y la fecha en que ha sido beatificado, a partir de un milagro atribuido a su intercesión en favor un niño brasileño quien nació con una anormalidad del páncreas, quien para sobrevivir necesitaba de una cirugía bastante complicada.
Dicha operación nunca se realizó porque, tras una oración dirigida por un sacerdote en presencia de una reliquia de Carlo Acutis (un trozo de pijama), el pequeño sanó de manera inexplicable, incluso para los avances de la ciencia.
Un joven ejemplar
A su corta edad, Carlo Acutis era un apasionado de la computación, quien comenzó a mostrar un gran interés por la Iglesia, sin que su madre, Antonia Salzano, fuera una mujer particularmente comprometida con la religión.
Carlo tenía habilidades para todo lo relacionado con el mundo de la informática, a lo cual dedicaba la mayor parte de su tiempo difundiendo la Palabra de Dios. El tiempo en que se apartaba de la actividad digital, lo dedicaba a la convivencia en familiar y al voluntariado a favor de los más necesitados: niños y ancianos.
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