Esther Esparza la catequista enamorada de Laudato si. Foto Alejandro García
Desde hace 27 años, Esther Esparza se ha dedicado a formar en la fe a niños y adolescentes que desean recibir los Sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación, pero desde hace un año lo hace con un enfoque ambiental.
Su vocación llegó cuando menos lo esperaba, por diosidencia, dice, siendo muy joven. “Mi mamá, mi hermana y yo entramos a la Parroquia de La Piedad a saludar al Señor. Ahí una religiosa me tocó el hombro y me dijo que buscaban jóvenes para prepararlos como catequistas”.
Aunque tuvo sus temores, aceptó la invitación, pero sus enseñanzas dieron un giro cuando leyó Laudato si’, la encíclica ambiental del Papa.
“Quedé enamorada de ese documento”, dice. Por ello, decidió incluir en su catequesis algunas enseñanzas de la encíclica para aplicarlas en la vida cotidiana de los pequeños y de sus familias. Inició el año pasado, y ahora ella es parte de la nueva Pastoral Ecológica de la Arquidiócesis de México, donde busca llevar este catecismo a las parroquias.
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