Ante la cercanía de la Navidad, intensifiquemos la oración por la paz

Leer más

La historia detrás de la pintura que sorprendió al Papa Francisco

Conoce lo que dice el artista plástico que hizo la pintura del Cristo Resucitado hiperrealista que llamó la atención del Papa Francisco.

17 agosto, 2023
La historia detrás de la pintura que sorprendió al Papa Francisco
El Papa Francisco al ver la pintura del Cristo Resucitado del artista plástico Ricardo Celma. (Foto: Especial)

El artista plástico cuya pintura cautivó al papa Francisco en el Vaticano se confiesa. Su excepcional habilidad de niño pintando imágenes religiosas le abrió las puertas a sus estudios de arte. Tiene un oratorio en su casa… y llegó a pensar en ordenarse sacerdote

Su meta no era llamar la atención del papa Francisco, pero la captó y de una forma tan providencial como impresionante. “Desde la fe” conversó con el famoso artista plástico Ricardo Celma, un argentino cuyo trabajo ha sido aplaudido a escala internacional.

No exento de complicaciones, sus obras no siempre han conseguido exponerse; sin embargo, mientras se cierran algunas puertas, se abren otras… ¡como las del Vaticano! “En los momentos más difíciles siempre he sentido los abrazos más fuertes”, confiesa el pintor de realismo mágico.

“Ocurrieron pequeños milagros”, señala al comentar que junto a su esposa superaron dificultades relacionadas con temas de salud. Y sostiene que “lo que pasó con Francisco fue hermoso. Ese abrazo no fue casualidad”.

Tampoco atribuye a una intervención divina sus comienzos: “Cuando era muy pequeño, iba a un colegio religioso. Me gustaba pintar a Cristo e imágenes religiosas. Estando en la escuela, mi maestra les preguntó a mis papás si me ayudaban con las pinturas, porque eran muy elaboradas”.

Al responder que no -y sorprendidos por su habilidad nada frecuente en chicos de su edad- deciden que estudie pintura…

Se prepara con la oración

Ricardo Celma revela que hay una clave detrás de sus éxitos: oración, preparación y confianza en Dios.

El artista argentino, cuya obra ha sido expuesta en México, Europa, e incluso Taiwán, cuenta con un pequeño oratorio. Se trata de un íntimo refugio de fe coronado por un crucifijo y el Sagrado Corazón de Jesús.

“Es un lugar especial que quise acondicionar para rezar. Es importante pedir, agradecer y conectarse con Dios. A veces no tengo el tiempo para ir a la Iglesia como me gustaría, pero dispongo de una partecita de mi casa para aquello que me hace tanto bien”.

“A veces puede creerse en la sociedad que es inútil el arte o rezar. Pues bien, me encanta tener cuestiones que van más allá de la utilidad cotidiana; aquellas que le hacen bien a mi alma, a concentrarme, a agradecer, a ser consciente de lo que tenemos cada día”.

Pintura del Cristo Resucitado del artista plástico Ricardo Celma que sorprendió al Papa Francisco

Desde la pobreza

En cuanto a su obra, señala que la meta es “captar en el inconsciente colectivo algo que quiere ser dicho y lo dice una persona para todos. Es como cuando un poeta hace una canción o una poesía y uno siente que eso es lo que uno quiere decir”.

En el caso del Cristo Resucitado hiperrealista, lo que anhelaba era que el pontífice lo sintiera como una imagen necesaria, “y eso lo pedí en mis oraciones”.

“La idea de ese Cristo en particular era hacerlo real. Por eso me gusta el realismo, el poder captar la realidad, una en la que existe la esencia de lo divino”.

“Lo llamamos realismo mágico en América, pues tiene que ver con lo místico. Elegí que estuviera en Buenos Aires (Argentina) por ser un lugar donde él quiso dejar una impronta”.

“Acudí a uno de los barrios más pobres, más vulnerables. Fui con mi hija y tomé fotos en el barrio 31, que forma parte de las ‘villas miserias’, pues él quiso dejar un Cristo allí. Y me impactó su significado: Cristo está en el lugar más humilde, porque así llega a todo el mundo”.

Lo humano y lo divino

En cuanto a su interpretación, Ricardo Celma buscaba “hacer un cuerpo muy humano y un rostro que mire lo divino; por eso se acerca al barroco: pies, manos y cuerpo realistas; mientras que del torso hacia arriba hay una luz sutilmente más diáfana, con menos sombras, con una iluminación espiritual. Es una imagen que va de la tierra hacia el Cielo”.

Ha comentado sobre personajes que influyeron en su vida. ¿Qué influencia marca Dios?

Esa influencia y la de la religión siempre han estado muy presentes. De hecho, durante años llegué a pensar en dedicarme al sacerdocio e ingresar al seminario. Me parecía que era una opción.

En la adolescencia, el arte me cautivó y llegué a dedicarle todo mi tiempo. El arte exige una entrega total. Y para mí no es únicamente un trabajo.

¿Arte como puente de fe?

Sí, porque en esa forma de vida nunca está desligado el arte de la fe. Es una de las maneras más complejas que tenemos de comunicar, y una de las pocas que puede traducir en imágenes y sonidos aquello que no se ve.

El artista muchas veces es puente entre lo que está y nuestra percepción tan material que impide visualizarle. Por eso me gusta tomar la realidad y algo que no siempre podemos ver tan directamente, como Dios.

¿Qué les enseña a sus hijos el Ricardo que además de artista es papá?

Les enseño el ejemplo.

Una de las obras más hermosas en la vida es la de ser padre. Tuve la gracia de construir una relación muy cercana con mis hijos: Micaela, de 25; y Franco, de 14.

Con Franco sigo rezando cada noche; agradecemos y pedimos a Dios.

El ejemplo es más importante que los cuadros; debemos acompañar con hechos las palabras.

¿Cuál es hoy su misión en el arte?

Sacar de ese lugar tan banal en el que algunos sumergen el arte plástico, a quienes pareciera que todo lo que les importa es cuánto cotiza el pintor y cuántos escándalos tuvo…

Quisiera que se entendiera el arte como una forma de comunicación de las más profundas y complejas del ser humano.

Que se pudieran conectar con las pinturas como una manera de introspección y un modo de conocerse más; y, si Dios quiere, ¡para ser mejores personas!

Dios está en su vida. Y con él está María…

La Virgen está presente en nuestras vidas. El nombre de mi mujer, María Gracia, lo eligieron sus padres cuando estaban visitando la iglesia Santa Maria delle Grazie en Milán (Italia). A la Virgen del Rosario la tenemos presente y a María Auxiliadora también.

Mi sueño es hacer una imagen nueva. Hoy la estaba pensando con un manto blanco, pero llegará la inspiración para hacer una imagen con todo el respeto que se merece. Todos los días le rezo… Y cuando Dios y la Virgen quieran, ¡nos darán esa inspiración!

Si te gustó esta nota sobre la pintura del Cristo Resucitado que sorprendió al Papa Francisco, también puedes ver:



Autor

Ex editor de medios católicos con rica experiencia en el desarrollo de contenido SEO, branding y manejo estratégico de plataformas digitales.