¿Qué fue de los templos afectados por el sismo de 2017? El gran desafío: el financiamiento

Leer más

¿Qué fue de los templos afectados por el sismo de 2017? El gran desafío: el financiamiento

Algunos templos ya han reabierto, pero en otros casos su restauración ha sido muy lenta. El mayor desafío es el financiamiento.

18 septiembre, 2025
¿Qué fue de los templos afectados por el sismo de 2017? El gran desafío: el financiamiento
Avances en la restauración de la cúpula de Nuestra Señora de los Ángeles: consolidación de muros y pechinas, con instalación de la nueva linternilla metálica para reforzar la estructura. Foto: Ricardo Sánchez y Eduardo Galicia.

A ocho años del sismo de 2017, la Arquidiócesis Primada de México ha logrado restaurar y, en algunos casos, reabrir los templos dañados, aunque cinco de los 69 que sufrieron afectaciones graves permanecen aún cerrados, debido al desafío más grande: el financiamiento.

La falta de presupuesto destinado a la reconstrucción ha sido uno de los retos más importantes. Tras agotarse los fondos federales asignados, muchas obras han dependido de iniciativa privada, donaciones de empresas e incluso de recursos propios de las comunidades parroquiales.

Al respecto, los fieles no solo han apoyado con aportaciones económicas, sino también con organización y trabajo comunitario para mantener abiertos los templos y colaborar en los procesos de restauración bajo la supervisión de especialistas.

Así lo explicó el padre Salvador Barba, enlace arquidiocesano para la reconstrucción de los templos dañados por el sismo de 2017 y Director de la Dimensión de Bienes Culturales de la Arquidiócesis Primada de México, quien evalúa los avances alcanzados y los desafíos pendientes en la recuperación de estos espacios históricos y emblemáticos.

La gran lección que dejó el terremoto

El padre Barba, quien también es párroco de San José y rector en la Rectoría de San Miguel, subrayó que los daños de 2017 no fueron responsabilidad exclusiva del gobierno, sino resultado de un descuidado compartido, que incluyó la falta de mantenimiento por parte de autoridades como el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) y de los propios sacerdotes.

Recordó que los ministros de culto son responsables tanto del cuidado espiritual como del material de sus iglesias, y que deben buscar recursos para su conservación. “Aunque la mitad de los sacerdotes ha avanzado en la manera de ver el cuidado de los bienes inmuebles, todavía falta que otros se hagan cargo. En los nombramientos de la Arquidiócesis se exige consultar la dimensión de bienes culturales para cualquier remodelación”, señaló. La gran lección del terremoto, añadió, es la importancia del mantenimiento preventivo.

Sobre el gobierno, indicó que los avances en la reconstrucción han sido lentos y que los recursos del FONDEM (Fondo de Desastres Naturales de México) se agotaron, por lo que sería necesario asignar mayores fondos para concluir los trabajos. Destacó también que el INAH y Sitios y Monumentos están disponibles para colaborar, y que existen programas de apoyo que pueden financiarse de manera compartida entre autoridades y comunidades.

La Dimensión de Bienes Culturales, añadió, ha sido clave en este proceso, ofreciendo asesoría técnica, capacitación y supervisión de obras, a fin de evitar reparaciones improvisadas y promover la conservación preventiva de techos, cañerías y estructuras.

Te recomendamos: Reinician los trabajos de reconstrucción de Nuestra Señora de los Ángeles

Los templos reabiertos y los que aún les falta

De acuerdo con datos del padre Salvador Barba, entre los templos históricos que han sido intervenidos destacan San Fernando, Santiago Tlatelolco, San Juan de Dios, la Santísima Trinidad y Santa Catarina en el Centro Histórico. San Jerónimo Lídice en Miguel Hidalgo; San Matías Apóstol en Iztacalco; San Agustín de las Cuevas en Tlalpan; Santo Tomás Apóstol y Capilla de San Miguel en Ajusco, y San Miguel Arcángel en Topilejo.

En contraste, iglesias como Santa Veracruz y Nuestra Señora de los Ángeles permanecen cerradas por daños estructurales severos, problemas financieros y la complejidad de sus restauraciones. En algunos casos, por ejemplo en Santiago Tlatelolco y San Juan de Dios, los templos permanecieron abiertos parcialmente con restricciones de acceso y andamios, mientras se consolidaban muros y se restauraban imágenes religiosas.

Catedral Metropolitana restauración
Tras el sismo de 2017, la Catedral Metropolitana tuvo trabajos de restauración. Fotos: Miguel Ávila.

Situación de la Catedral y el Sagrario

La Catedral Metropolitana sufrió diversos daños estructurales durante los sismos de 2017, incluyendo grietas en la cúpula y desprendimientos de material pétreo y estuco. En febrero de 2024, se concluyó la restauración y reinstalación del conjunto escultórico de las Tres Virtudes Teologales (fe, esperanza y caridad), que habían caído durante el sismo.

El Sagrario Metropolitano, situado junto a la Catedral, también presentó afectaciones en su estructura, con grietas y fisuras en muros y bóvedas, así como daños en elementos decorativos y escultóricos. Las intervenciones incluyeron la consolidación de estructuras, reparación de grietas, restauración de elementos artísticos y mejoras en el sistema de impermeabilización para prevenir filtraciones.

Ambos recintos han sido completamente restaurados y se encuentran abiertos al público, aunque requieren atención y mantenimiento permanente para conservar su integridad.

Te recomendamos: Reconoce Iglesia CDMX apoyos para reconstrucción de templos; falta mucho por hacer

Así va la reconstrucción

Santa Catarina
Restauración de la Parroquia de Santa Catarina: trabajos en nave central, capillas y sacristía. Foto: Eduardo Galicia

Santa Catarina Virgen y Mártir

Ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la zona de La Lagunilla, fue uno de los templos que cerró por completo sus actividades debido a daños estructurales en la nave central y otras partes de su construcción.

De acuerdo con su párroco, el padre Jaime Paredes, la restauración se realizó en cuatro etapas principales, enfocándose en la nave central, las capillas y la sacristía. No se intervinieron el salón parroquial ni la casa, ya que los trabajos se centraron en lo estructural, incluyendo bóvedas, paredes y otras estructuras fundamentales.

“La iglesia fue entregada hace aproximadamente un año y desde entonces se ha ido abriendo progresivamente al público. La comunidad ha participado activamente mediante kermeses, donativos y trabajo voluntario, lo que ha permitido pulir los pisos de la nave central y las capillas, colocar los vidrios de las ventanas y restaurar imágenes religiosas“, comentó a Desde la fe.

Además, la parroquia de Santa Catarina Virgen y Mártircuenta con una pinacoteca, para la cual se están elaborando las fichas de las obras que forman parte del acervo de Santa Catarina. El archivo parroquial aún se encuentra resguardado en el convento de Vizcaínas, a la espera de su regreso.

parroquia santa veracruz
Actualmente la Parroquia de Santiago Apóstol está abierta al culto público, aunque hay zonas restringidas. Foto Luis Aldana.

Santiago Apóstol

La Iglesia de Santiago Apóstol aún conserva daños ocasionados por los sismos de 2017, aunque se han realizado intervenciones parciales. El arco de la cúpula del presbiterio o altar sufrió daños, y la cúpula central ya fue intervenida. Las pechinas, donde se encuentran los cuatro evangelistas, presentaban deterioro por humedad, al igual que el mural de San Cristóbal, sobre la puerta norte, cuyos rostros estaban dañados. Además, la torre del campanario también resultó afectada.

De acuerdo con Fray Eduardo Jiménez, de la comunidad de Franciscanos que custodian el templo, a pesar de los avances, todavía se deben realizar trabajos como la restauración de la torre del campanario, la reimpermeabilización de la cúpula central, cuya cubierta anterior ya no funciona y genera filtraciones y caída de enjarre, así como la reacondicionamiento de la pintura de la iglesia, actualmente muy deteriorada.

“Entre los principales retos se encuentran la falta de presupuesto por parte del INAH, y la necesidad de cerrar parcialmente algunas áreas para evitar accidentes, así como la obligación de cumplir con normas estrictas de restauración, que requieren autorización del instituto”, comentó a Desde la fe.

Ante este panorama, el fraile franciscano señaló que se ha contemplado la posibilidad de que los fieles aporten recursos para llevar a cabo una intervención paliativa que impida la entrada de agua, dado que el instituto carece de presupuesto. Por ello, hizo un llamado a quienes deseen sumarse a esta causa a ponerse en contacto para colaborar en las reparaciones de su parroquia.

restauración pinacoteca de la profesa
Debido a las afectaciones del sismo de 2017 el acervo de la Pinacoteca de La Profesa debió ser embalado y resguardado para su protección. Foto Especial.

La Profesa

“La otra Catedral”, conocida como La Profesa o el Templo de San Felipe Neri, sufrió afectaciones parciales durante el sismo de 2017 y, aunque no cerró al culto, los trabajos de reconstrucción aún continúan. El Pbro. Martín Cano Arenas, párroco del templo y responsable de la Pinacoteca, a cargo de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri de México, explicó que el templo principal no resultó dañado, pero sí se afectaron la sacristía y la sala Newman, ubicada sobre la sacristía.

“La pinacoteca permanece cerrada, ya que falta montar la sala restaurada y desembalar las pinturas resguardadas; no hay fecha de reapertura hasta que todas las salas estén listas y el montaje completo”, señaló en entrevista con Desde la fe.

Añadió que entre los retos estuvieron la reducción del espacio para los servicios litúrgicos, el cierre prolongado de la pinacoteca durante siete años y la necesidad de habilitar un camino interior para introducir materiales de reconstrucción. Los gastos, millonarios, se destinaron principalmente a trabajos estructurales esenciales.

cúpula de iglesia de los ángeles
El Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles lleva 80% de reconstrucción. Foto: Ricardo Sánchez y Eduardo Galicia/DLF

Nuestra Señora de los Ángeles

Esta parroquia, ubicada en la colonia Guerrero, sufrió graves afectaciones por el sismo de 2017.

Los daños incluyeron el colapso parcial de la cúpula, la destrucción de tres óculos y grietas en muros y arcos. Entre 2017 y 2020 se realizaron trabajos de apuntalamiento en los arcos torales para contener la estructura restante de la cúpula. Posteriormente, se consolidaron los muros, pechinas y el tambor de la cúpula, y a partir de 2024 comenzó la reconstrucción del casquete de la cúpula. En 2025 se intervino el anillo de compresión, que sirve de base para la nueva linternilla metálica, más ligera que la original de piedra, con lo que se busca reducir el riesgo de daños futuros. Todos los trabajos están supervisados por la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH.

El P. Adrián Vázquez Velázquez, párroco de la parroquia, señaló a Desde la fe que “la restauración ha sido un proceso largo y delicado, pero cada intervención nos acerca a poder reabrir completamente el templo y garantizar su preservación para las futuras generaciones”. Actualmente, la restauración de la parroquia se encuentra aproximadamente en un 80%, y la iglesia permanece cerrada al culto mientras continúan las obras.

Parte de los daños en la iglesia de la Santa Veracruz. Foto: Desde la fe.
Parte de los daños en la iglesia de la Santa Veracruz. Foto: Desde la fe.

La Santa Veracruz

Un caso aparte es la Parroquia de la Santa Veracruz, a cargo del padre Juan Carlos Guerrero, quien recordó que este templo fue uno de los más dañados de la Arquidiócesis de México y permanece cerrado al culto. “Hemos avanzado, pero todavía falta mucho; la Veracruz sigue siendo una iglesia herida que necesita atención constante”, comentó a Desde la fe.

El sacerdote explicó que la reconstrucción se ha realizado con presupuesto federal, inicialmente a través del programa de reconstrucción, aunque el INAH ha señalado que aún queda pendiente la restauración del 15% de los inmuebles dañados por el sismo de 2017. En el caso de este templo, los avances incluyen la reposición de casi todo el ornato —lo que implicó rehacer moldes completos de figuras—, así como trabajos en la bóveda y la cúpula, que fueron los más costosos por la necesidad de instalar andamios a 35 metros de altura.

No obstante, a decir del padre Guerrero, persisten retos importantes como obtener dos nuevos dictámenes de Protección Civil que invaliden el anterior, emitido tras el incendio de 2020, cuando se prohibió el uso de la nave por la caída de estuco. El costo de estos dictámenes debe salir de los recursos de la parroquia, aunque el gobierno podría contribuir; sin embargo, hasta ahora se ha dado prioridad a las obras en curso. A ello se suman los problemas estructurales en la cúpula, ocasionados por modificaciones en el desagüe que provocaron humedad y desprendimiento de ornato, así como el mantenimiento pendiente de los pilotes hidráulicos, indispensables para consolidar el inmueble.

El padre Guerrero reconoció que no existe una fecha de reapertura, ya que esta depende de la valoración técnica de los peritos. Mientras tanto, la comunidad sigue creyendo que la iglesia está cerrada, lo que dificulta su reactivación. “Vivimos en una economía de supervivencia, confiando en la divina providencia, porque un templo cerrado no genera ingresos, pero los gastos de servicios y sueldos continúan”, señaló. A ello se suma la inseguridad en la zona, que ha propiciado saqueos dentro y fuera del templo, entre ellos el robo del cableado del alumbrado público.

restaurar arte sacro
En algunos templos se restauraron obras de arte sacro como cristos, imágenes marianas y cuadros. Foto: DLF

¿Qué pasó con el arte sacro de los templos?

Los trabajos no se han limitado a la infraestructura, también se puso manos a la obra en la restauración de bienes muebles y arte sacro. Al respecto, el p. Barba aseguro que “muchas imágenes religiosas se dañaron por el sismo de 2017 y en su mayoría ya han sido cuidadosamente reparadas por especialistas y con el apoyo de la  Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, por ello espacios históricos se han reabierto al público de manera gradual como en Santa Catarina”.

En esta Iglesia se hizo la restauración de las imágenes de Santa María Egipciaca y dos Cristos: uno en el Santo Sepulcro, ya restaurado, y otro llamado Rey de Burlas, que aún está en proceso. También se han restaurado imágenes en San Matías Apóstol y otras iglesias.

La importancia de cuidar los templos

El proceso de reconstrucción ha sido también un aprendizaje para comunidades y párrocos. Según el Padre Salvador Barba, muchos sacerdotes reconocen la importancia de coordinarse con autoridades civiles y especialistas, capacitarse en conservación y involucrar a la comunidad en la protección del patrimonio. “La experiencia del sismo dejó una enseñanza clara: la fe no solo se expresa en la oración, sino también en el cuidado y la preservación de los lugares que la acogen”, resaltó.

Por su parte, el Padre Martín Cano, de La Profesa, reflexionó que el sismo enseñó a valorar y cuidar los templos, no solo como espacios de fe, sino también como patrimonio cultural que debe preservarse para las futuras generaciones.

A pesar de los retos financieros y logísticos, los avances son significativos. Iglesias emblemáticas como Santa Catarina y La Santísima Trinidad ya están abiertas, mientras que otras, aunque todavía en obra, permiten acceso parcial a los fieles. Algunos templos del sur de la ciudad, como los de Milpa Alta y Xochimilco, enfrentaron desafíos adicionales por su ubicación y patrimonio indígena, pero han avanzado gracias al apoyo y presión de la comunidad local.

La reconstrucción no solo ha devuelto vida a los templos dañados, también ha fortalecido la conciencia de que su preservación requiere un esfuerzo conjunto. Como señaló el padre Barba, la lección más grande del sismo fue comprender la importancia del mantenimiento preventivo y de la responsabilidad compartida entre autoridades, comunidades y sacerdotes.

Con información de Saray Montiel y Luis Aldana



Autor

Periodista con más de 20 años de trayectoria, titulada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. A lo largo de su carrera ha colaborado en reconocidos medios nacionales como Milenio, El Gráfico de El Universal, Revista Alto Nivel y Desde la fe, entre otros. Su trabajo se ha enfocado en temas sociales, culturales y de interés humano, con un compromiso constante por informar con profundidad y sensibilidad.