La Jornada Mundial de los Pobres en la Arquidiócesis Primada de México
DLF RedacciónEste domingo 19 de noviembre la Iglesia celebra la I Jornada Mundial de los Pobres. Una invitación que el Santo Padre dirige a toda la Iglesia, así como a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que escuchen el grito de las personas que viven en esta condición.Esta jornada nació hace un […]
DLF Redacción
Este domingo 19 de noviembre la Iglesia celebra la I Jornada Mundial de los Pobres. Una invitación que el Santo Padre dirige a toda la Iglesia, así como a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que escuchen el grito de las personas que viven en esta condición.
Esta jornada nació hace un año: el 13 de noviembre, cuando se cerraban en todo el mundo las Puertas de la Misericordia, y en la Basílica de San Pedro el Santo Padre, cuando celebraba el Jubileo dedicado a todas las personas marginadas, de manera espontanea, al finalizar la homilía, dijo:
“Precisamente hoy –continuó explicando– cuando hablamos de exclusión, vienen rápido a la mente personas concretas; no cosas inútiles, sino personas valiosas. La persona humana, colocada por Dios en la cumbre de la creación, es a menudo descartada, porque se prefieren las cosas que pasan. Y esto es inaceptable, porque el hombre es el bien más valioso a los ojos de Dios. Y es grave que nos acostumbremos a este tipo de descarte; es para preocuparse, cuando se adormece la conciencia y no se presta atención al hermano que sufre junto a nosotros o a los graves problemas del mundo… Hoy, en las catedrales y santuarios de todo el mundo, se cierran las Puertas de la Misericordia. Pidamos la gracia de no apartar los ojos de Dios que nos mira, y del prójimo que nos cuestiona… especialmente al hermano olvidado y excluido, al Lázaro que yace delante de nuestra puerta. Hacia allí se dirige la lente de la Iglesia…. A la luz de estas reflexiones, quisiera que hoy fuera la ‘Jornada de los pobres’”.
(Papa Francisco, 13 de noviembre de 2016).
Amar con obras
El lema que nos propone el Papa Francisco para esta Jornada es muy elocuente: “No amemos de palabra, sino con obras”. En él recoge el imperativo del apóstol Juan que ningún cristiano puede ignorar: “Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras” (1Jn 3,18). Un imperativo que nos hace salir de un amor con frecuencia manifestado en palabras, y dar paso al amor manifestado en hechos concretos, especialmente cuando se trata de amar a los pobres al estilo de Jesús, que amó tomando la iniciativa y dándolo todo, incluso la propia vida (cf. Jn 3,16).
El papa Francisco propone para esta Jornada:
1. En primer lugar, tiene como objetivo “estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad.
2. Otro gran objetivo es promover una caridad que nos lleve a seguir a Cristo pobre y a un verdadero encuentro con el pobre. Nos da el Papa Francisco claves fundamentales para el ejercicio de la caridad: los pobres no son sólo destinatarios de obras de buena voluntad, son sensibilizadores de nuestra conciencia y de la injusticia social y nos llaman al encuentro y a compartir la vida.
Propuesta arquidiocesana
Nuestro Arzobispo, el cardenal Norberto Rivera Carrera y su Consejo Episcopal tienen la inquietud de proponer y/o fortalecer espacios organizados para aquellos cristianos deseosos de desarrollar la dimensión social de nuestra fe. La I Jornada Mundial del Pobre es una oportunidad para hacerlo en nuestras parroquias, decanatos y vicarías episcopales. Una de las maneras de comprometerte es organizándote, formándote para ser parte de la Cáritas Parroquial.
Muchas comunidades no cuentan con una organizada, capaz de asumir la animación y la acción social de la comunidad cristiana de su territorio.
¿Qué es una Cáritas Parroquial?
Es un equipo de personas presidido por el párroco de cada comunidad que se encargan de animar, coordinar, promover, y estimular el testimonio de la caridad en la vida de los miembros de la comunidad a vivir el mandamiento del amor. Es decir, a confirmar, con obras de caridad, la fe que profesa y celebra. El desarrollo de las Cáritas parroquiales sirve para fortalecer la presencia de la red de servicio a los pobres y necesitados.
Líneas de trabajo
Cada Cáritas Parroquial tiene la tarea de colaborar en la construcción de una comunidad que:
- Analiza la realidad humana, social, económica y política en la que está situada o en la que desea situarse.
- Confronta este análisis con la vida y la historia de Jesús, y con su mensaje de salvación y la Doctrina Social de la Iglesia.
- Elabora prioridades adecuadas desde el Evangelio de Jesús. Prioridades que deben responder a la realidad de la comunidad concreta, la realidad global de la sociedad, la manera concreta que tiene esta realidad en cada lugar.
- Procura los medios personales, económicos y culturales que sean necesarios para que la denuncia de las situaciones injustas sea una realidad eficaz.
- Asumen compromisos concretos que llevan a la realización de sus objetivos, teniendo en cuenta las prioridades.
Te invitamos a descargar el Mensaje del Papa para la Jornada y otros materiales útiles para vivirla en.
A partir de la próxima semana aparecerá un tema clave para las Cáritas Parroquiales. ¡Espéralos!