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Cristo de Iztapalapa 2018: “No es actuación, sino devoción”

“Ninguno de nosotros somos actores, ni somos profesionales. Se trata de un acto de fe y devoción”: Iván Pedro Estrella Mosco   Abimael César Juárez   Del 25 al 31 de marzo se llevará a cabo en Iztapalapa la 175 edición de la Representación de la Pasión y Muerte de Jesucristo, y será Iván Pedro […]

  • “Ninguno de nosotros somos actores, ni somos profesionales. Se trata de un acto de fe y devoción”: Iván Pedro Estrella Mosco

 

Abimael César Juárez

 

Del 25 al 31 de marzo se llevará a cabo en Iztapalapa la 175 edición de la Representación de la Pasión y Muerte de Jesucristo, y será Iván Pedro Estrella Mosco, de 24 años de edad, quien represente a Nuestro Señor. Originario del Barrio de San Pedro, fue elegido de entre diez candidatos que cumplían con los requisitos solicitados por el Comité Organizador (COSSIAC), como ser originario de alguno de los ocho barrios de la delegación, ser soltero y sin compromisos, no tener hijos, tatuajes o perforaciones; medir 1.75 metros de estatura; demostrar ser buen ciudadano; estar bautizado y haber cumplido con los sacramentos de la Primera Comunión y Confirmación, así como tener la solvencia económica para sufragar todos los gastos que se generen de su participación.

Iván Pedro Estrella platicó a Desde la fe que en casa viven su mamá y sus dos hermanas; él y su padre son los únicos varones de la familia. Su participación –dijo– obedece a la fe y a la tradición familiar, motivaciones que lo llevaron a realizar pruebas durante seis años, hasta conseguirlo en esta ocasión.

Expresó que el deseo de participar es algo que trae desde la cuna; y este año, en que le ha tocado representar a Cristo, le resulta todavía más significativo debido a que su mamá cumplirá 25 años de haber participado como una de las vírgenes. “Mis tíos y abuelos también han participado. Es una tradición que tenemos muy arraigada, no es algo que se nos imponga o se nos inculque, ya se nace con la tradición cuando eres de Iztapalapa”.

El joven ofreció detalles sobre su experiencia en torno al proceso de selección: “Cada año, el COSSIAC lanza la convocatoria, y posteriormente hace un casting para elegir al que mejores actitudes físicas tenga para representar a Jesús; en la prueba corporal y de perfiles, es un requisito indispensable que el aspirante se apegue a las características físicas de Nuestro Señor; también se le hacen pruebas de dicción para saber si tiene voz fuerte, a fin de que pueda escucharse y entenderse el diálogo, así como pruebas físicas y médicas que indiquen su óptimo estado de salud. Ahora se nos pidió un nuevo requisito: un comprobante sobre nuestro estado civil, para verificar que somos solteros, debido a problemas que se han suscitado en este sentido. Los miembros del jurado dan su voto a quienes creen que lo hicieron mejor, y poco a poco van llegando al ganador. Quienes no resultan electos, son colocados en papeles secundarios”.  

“Esto no es una actuación –aclara–; ninguno de nosotros somos actores, tampoco somos unos profesionales. Se trata de un acto de fe y devoción. Es algo personal, cada quien tiene un motivo por el cual está aquí, una razón que se convierte en su impulso, en el motor que nos mantiene en este acto de profunda fe y tradición”.

Comentó que desde los nueve años de edad ha participado personificando soldados romanos y nazarenos; en 2013, obtuvo un rol más importante dentro del cuadro principal, al representar al apóstol Tadeo, y al cumplir la mayoría de edad decidió inscribirse por vez primera como aspirante al papel principal. “Este año, quedamos como finalistas mi primo y yo; cuando el COSSIAC me eligió, sentí una gran emoción, algo muy bonito, me dieron ganas de llorar; realmente no lo creía, sentía que estaba soñando. Hoy sé que las cosas pasan por algo, Dios sabe por qué las hace así. Todo llega en su momento, fueron seis años de perseguir este sueño, ser parte de un acto de fe al que espero acudan cuando menos el mismo número de espectadores que el año pasado”.

Iván Pedro Estrella explicó que a las semana de haber sido seleccionado comenzó con los ensayos, así como con su preparación física, que consiste en un fuerte entrenamiento; a la par, lleva una preparación mental y emocional, a fin de poder lograr una buena representación de Jesús, “pues no sólo se trata de aprenderse un guión, sino de tener la condición para cargar una cruz de que pesa casi 95 kilos, razón por la que he comenzado a correr dos kilómetros y medio diariamente, desde el Jardín Hidalgo hasta la parte alta del Cerro de la Estrella; mi preparación física está supervisada por un entrenador, mi alimentación por un nutriólogo y mi salud por personal médico”.

El joven iztapalapense comenta que de igual forma reforzará su lado espiritual con sesiones de misticismo, una corriente de la religión que propone la unión del alma con Dios por diversos medios: ascetismo, devoción, amor, contemplación, etcétera. “No sólo es lograr que se vea bonita la representación de la vida y muerte del hombre más conocido del mundo, Jesús de Nazareth, sino hacer llegar su mensaje de amor incondicional y de valores”.

Hizo hincapié en que la representación de La Pasión en Iztapalapa no es una obra de teatro, sino un exvoto viviente en agradecimiento al Señor de la Cuevita, iniciado en 1843 por el milagro de haber librado a los habitantes de la región del cólera morbus, enfermedad que en septiembre de 1833 provocó la muerte de una gran cantidad de personas. “En aquel año, los habitantes hicieron una procesión al Santuario del Señor de la Cuevita, tras lo cual las muertes disminuyeron. Aunque la enfermedad se detuvo poco después, no fue sino hasta 1843 cuando iniciaron las representaciones en Semana Santa. Para 1944, la obra salió de las iglesias locales para llevarse a cabo en calles y explanadas de la demarcación; desde entonces, ni la Guerra Cristera detuvo la celebración, y su fama se extendió por toda la República Mexicana y el mundo”.

Por ahora, Iván Pedro Estrella Mosco –quien tiene fe en que todo saldrá bien, pese a los nervios que de pronto lo asaltan– alterna su preparación para la 175 edición de la Representación de la Pasión en Iztapalapa con su trabajo como promotor de una institución bancaria, misma que le ha brindado todo el apoyo durante estos meses. Posteriormente, buscará entrar a la universidad para estudiar la carrera de Administración de Empresas.