La Catedral Metropolitana abre las puertas del perdón: miles de peregrinos toman las calles de CDMX
Miles de fieles toman las calles del Centro Histórico para peregrinar a la Catedral Metropolitana y ser parte del inicio el Año Jubilar 2025.
El sol majestuoso se abrió paso en el cielo de la Ciudad de México para iluminar la peregrinación que recorrió el Centro Histórico encabezada por la imponente imagen de Nuestro Señor de la Salud y que se instituyó como el perfecto acto protocolario para inaugurar el Año Jubilar 2025 en la Catedral Metropolitana e iniciar los festejos en el territorio de la Arquidiócesis Primada de México.
Los brillantes reflejos solares se posaban juguetones sobre las 700 rosas de diversos colores que adornaron la plataforma en la que se colocó al Señor de la Salud que de manera plena avanzaba por la Avenida 20 de Noviembre en medio de los rezos y de las oraciones que un contingente de entre 5 mil y 6 mil fieles, de acuerdo con información del personal de la Secretaría de Gobierno del Gobierno de la Ciudad de México.
A paso lento y firme, con la alegría reflejada en los rostros de hombres y mujeres, la peregrinación que partió de la Parroquia de Tlaxcoaque recorrió su ruta, tal y como se hizo en los primeros años de la evangelización, pero ahora con un gran contingente conformado por los Obispos Auxiliares de la Arquidiócesis Primada de México, el Rector de la Catedral Metropolitana, los integrantes del Cabildo Metropolitano, sacerdotes, seminaristas, miembros de la vida consagrada y fieles provenientes de todo el territorio arquidiocesano.
Conforme avanzaba hacia la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el número de peregrinos se incrementaba, ya que los curiosos y visitantes se integraban al contingente, atraídos por los rezos y cánticos que entonaban los fieles, así como por las brillantes catequesis que se ofrecieron en las tres estaciones en que se dividió el recorrido, ofrecidas por los Obispos Auxiliares, Mons. Andrés Luis García Jasso, Mons. Carlos Enrique Samaniego López y Mons. Luis Manuel Pérez Raygoza.
El mensaje principal en las tres catequesis se centró en la importancia de la esperanza: “La esperanza no defrauda. Y aunque tengamos muchas experiencias de frustración, en la fe no podemos sino sentirnos fortalecidos y perseverar, en la vida personal, eclesial y social, con el horizonte más amplio que nos ubica en solidaridad con todos los seres humanos y llamados todos al encuentro definitivo con el único
Dios”.
Letanías y oraciones inundan las calles alabando a Dios
Con la mirada puesta en la Catedral Metropolitana que se veía a lo lejos, los miles de fieles avanzaban cantando diversas letanías para alabar a Dios inundando con su cantar las calles que confluían hacia la avenida 20 de Noviembre, ocasionando que decenas de curiosos se acercaran para ver la procesión que se había adueñado de la calle.
A cada tanto se escuchaban las arengas y los “Viva Cristo Rey”, “Viva Santa María de Guadalupe”, “Viva la Arquidiócesis Primada de México”, que con gran emoción eran respondidas por los peregrinos, ocasionando una emoción que hacía vibrar a los presentes.
“Cantaré eternamente las misericordias del Señor de generación en generación anunciaré su fidelidad”, repetían al unísono los peregrinos; “El Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas”, entonaban con la emoción a flor de piel.
Conforme se aproximaban a la Plaza del Zócalo, los fieles aumentaban los decibeles de sus voces, esperando que llegaran a la Catedral Metropolitana, como avisándole que estaban cerca, que pronto estarían a sus puertas, deseosos de obtener esa Indulgencia Plenaria que otorga el Año Jubilar 2025 que nos regaló el Papa Francisco.
La esperanza es fundamental en tiempos de guerra y desorden
Luego de hacer las paradas en las estaciones ubicadas a las afueras de la Parroquia de San Miguel Arcángel, la Rectoría de Jesús Nazareno y la Iglesia de San Bernardo, el Cristo de la Salud se enfiló hacia la plancha del Zócalo Capitalino en donde desde un templete instalado frente a la Catedral Metropolitana el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, recibió a la peregrinación y leyó el texto del la Bula de Convocación al Año Jubilar 2025 decretado por el Papa Francisco.
“Abrimos solemnemente el Año Jubilar para nuestra Iglesia Arquidiocesana. Este rito es para nosotros el preludio de una rica experiencia de gracia y misericordia, siempre dispuestos a responder a cualquiera que nos pregunte por la esperanza que hay en nosotros, especialmente en estos tiempos de guerra y desorden. Cristo, nuestra paz y nuestra esperanza, sea nuestro compañero de viaje en este año de gracia y consuelo”, indicó el Arzobispo Primado ante la emoción de los peregrinos que una vez que se terminó de leer la Bula Papal en una sola voz gritaron: “Viva Cristo Rey”.
En punto de las 12:00 horas, todas las campanas de la Catedral Metropolitana y las de todos los templos de la Arquidiócesis de México tocaron al unísono como signo de unidad y alegría por el inicio del Año Jubilar y con el objetivo de que cada campanada sea un eco de fe, amor y esperanza que llegue a todos los rincones de la ciudad.
Se abre la Puerta Principal de la Catedral Metropolitana
Posteriormente, acompañado por sus Obispos Auxiliares, el Cardenal Aguiar Retes se dirigió a la Puerta Principal de la Catedral, adornada con 5 mil plantas, en donde realizó el rito de apertura tocando con un martillo en tres ocasiones y luego de unos instantes se abrió de par en par, en medio de la algarabía y el grito de “Gloria a Dios” y una carretada de aplausos, para que los peregrinos ingresaran y recibieran la Indulgencia Plenaria, una vez cumplidos los tres requisitos establecidos por la Iglesia Católica, así como un “certificado de peregrino” a quienes participaron en la procesión.
Al ingresar a la Catedral, en donde lo recibieron los miembros del Cabildo Metropolitano, el Cardenal Aguiar Retes se dirigió al Altar del Perdón para bendecir el agua en la fuente bautismal para presidir el rito del Bautismo. Acto seguido se roció a sí mismo con el agua, a los concelebrantes, a los ministros y a los fieles, atravesando la nave de la Catedral precedido por el Evangeliario y la cruz.
Con la Catedral totalmente llena de fieles, el Arzobispo Primado se dirigió al Altar Principal para presidir la Santa Misa de Apertura del Año Jubilar 2025 en el marco de la celebración de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, y durante su homilía aseguró que “en la vida, seguramente todos hemos tenido inquietudes e interrogantes a las que a veces no sabemos cómo responder”.
“Nos preocupan y no tenemos solución porque no hemos buscado a Jesús. En Jesús encontraremos siempre la respuesta que necesitamos. Por eso, hermanos, buscar a Jesús nos llevará a dar a conocer al Padre. Y eso es lo que se busca en este año jubilar: intensificar la misión de la iglesia como madre, transmitiendo las enseñanzas de su Hijo, Jesús, para encontrar a Dios Padre”, destacó.
Una Catedral pletórica y llena
Luego de un arduo peregrinar bajo un sol abrazador, la Catedral Metropolitana se llenó en su totalidad con los miles de fieles que durante dos horas avanzaron por las calles del Centro Histórico. Las miradas se perdieron de los fieles se deslumbraron al entrar y pasar por el majestuoso Altar del Perdón en el que se colocaron el Cardenal y sus Obispos Auxiliares para realizar el rito de la bendición del agua.
Sentir el rocío del agua bendita sobre su cabeza y cara fue un bálsamo refrescante con el que se recompensó ese arduo caminar iniciado a las 10:00 de la mañana y que culminó con su ingreso al imponente templo que resguarda una gran historia de fe y devoción.
Pero la apoteosis se dio en el momento en el que el Coro de Catedral entonó los cánticos y los salmos que acompañaron la Santa Misa presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes. Voces celestiales que generaban una atmósfera de paz y esperanza en todos los fieles, llevándolos a imbuirse en las lecturas y el Evangelio centrado en el pasaje en el que el Niño Jesús se extravió en el templo, mientras la Virgen María y San José regresaban a Nazaret, sin darse cuenta de la ausencia de su hijo.
¿Dónde obtener indulgencia plenaria en CDMX?
Al concluir la Santa Misa, el Cardenal Aguiar Retes informó a los fieles que el próximo 18 de enero de 2025 y el 7 de febrero de 2025 se abrirán las Puertas Principales de la Basílica de Guadalupe y de la Parroquia de La Esperanza de María en la Resurrección del Señor, respectivamente, por las que podrán ingresar para poder obtener la Indulgencia Plenaria en el marco de la celebración del Año Jubilar 2025.
Concluida la Misa, nuevamente todas las campanas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México tocaron al unísono para refrendar la alegría de la iglesia de la Arquidiócesis de México por el inicio del Año Jubilar, mientras sorprendidos decenas de visitantes escuchaban y grababan el alegre repiquetear.
Así, mientras los miles de fieles que abarrotaron la Catedral salían del templo después de asistir y participar en la celebración Eucarística, en el exterior el sol seguía mostrando todo su esplendor en esta fecha tan solemne e importante para la Iglesia Universal que marca el arranque del Gran Jubileo 2025 en la Ciudad de México.