Deserción de católicos, ¿cómo debe responder la Iglesia?

¿Qué actitudes debería promover la Iglesia para evitar la deserción de sus miembros? Para el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, lo indispensable es que se pongan en práctica los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

Entre estos principios están la “común dignidad de la persona, prioridad del bien común, solidaridad, subsidiaridad, cuidado de la naturaleza (Casa Común), y promover la búsqueda creciente y constante de la Verdad, de la Justicia y de la Paz”, afirmó.

El Arzobispo Aguiar Retes sostuvo una entrevista con el sacerdote mercedario español Alejandro Fernández Barrajón, autor del libro “¿Pueblo mío, a dónde vas?, en el cual se toca el tema de la deserción de católicos.

Barrajón describe en la presentación de la entrevista, publicada en Religión Digital, una creciente preocupación por estudiar las causas que han causado dicha salida.

Ante la pregunta, ¿cuáles son las causas de la deserción?”, el Cardenal Carlos Aguiar asegura que hay tres aspectos que deben considerarse: La fractura cultural producida por el cambio de época, la crisis de la familia y la fractura cultural producida por el cambio de época.

En la familia, los niños pueden aprender a crecer en la fe, pero actualmente en muchas familias se ha dejado de transmitir. Foto: Cathopic

En cuanto a la primera, el Arzobispo aseguró que parte de la deserción de católicos se explica porque hoy en día “pagamos las consecuencias de la siempre lamentable división interna de la Iglesia”.

En cuanto a la la crisis de la familia se puede ver un deterioro de la vida íntima y entre la convivencia de los padres.

“Cuando un niño no ha experimentado ser amado, llega a la crisis de la adolescencia con una grave herida para afrontar su identidad, y para desarrollar su capacidad de donación y servicio al prójimo”, dijo.

A esta crisis se suma una fractura de la transmisión de la fe, es decir, que la familia se vuelve incapaz de transmitir la fe católica entre generaciones.

El camino que resta para que la Iglesia transmita la fe es la Nueva Evangelización, aseguró el Arzobispo.

La nueva evangelización es “nueva en su ardor mediante la espiritualidad de la comunión, nueva en su método mediante la sinodalidad, y nueva en su expresión mediante una Iglesia misionera, una Iglesia en salida”.

La Iglesia está llamada a ser misionera, a acudir a quienes la necesitan.

El Arzobispo enfatizó que la Iglesia debe priorizar su acción misionera, particularmente en las zonas con mayor deterioro humano.

Y ofrecer, sobre todo, un testimonio creíble y atractivo, que facilite el anuncio gozoso de la Buena Nueva.

Para leer la entrevista completa puedes ingresar al artículo original 

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