El Dr. Gabriel García Colorado, reconocido especialista en bioética, alertó a las mujeres de los problemas a la salud, jurídicos, éticos y morales que trae consigo el alquiler de vientres, sobre todo los que se presentan luego del parto.
El primero de ellos es la destrucción de varios óvulos en donde ya hay vida, y este proceso ocurre durante la selección del embrión que va a ser implantado en el útero de la madre biológica, pues todos los que se obtuvieron en la ovulación múltiple con la técnica de fecundación in vitro son desechados. Esto es ilegal en muchos países.
Antes del implante del ovulo en el útero, la mujer receptora recibe tratamientos hormonales para impedir que ella siga ovulando, y esto puede traer consigo posteriores problemas de salud, como es el caso de cáncer o problemas cardiovasculares. Por lo general, las mujeres que reciben el implante carecen de un seguro de gastos médicos mayores y quedan al desamparo después del parto. En la mayoría de los casos, son mujeres de bajos recursos, en su mayoría indígenas, que aceptan estos tratos por necesidades económicas.
Después del nacimiento, el bebé les es arrebatado en el propio hospital para evitar que se incrementen los lazos afectivos de la maternidad, lo que no siempre se logra pues ellas durante 9 meses han gestado a su hijo y sus sentimientos afectivos son naturales, lo que trae consigo gran depresión, pues incluso, hay madres que nunca conocen a su hijo.
Este tipo de casos traen consigo problemas sociales y personales, de índole jurídico, psicológico, biológico, éticos y morales.
La mayor parte de las mujeres que buscan un vientre en alquiler, no lo hacen por razones médicas como puede ser la infertilidad, sino porque temen perder su línea estética y engordar, evitar las estrías y otras molestias como los pies hinchados, las náuseas y vómitos.
El Dr. García Colorado ha impartido conferencias sobre el tema en distintos ámbitos, advirtiendo los severos problemas que trae consigo la subregación de vientres.
Al ser la mayoría de las madres biológicas personas de bajos recursos y cultura, y al darse cuenta en sus comunidades que la mujer está embarazada, y que luego del parto regresa a su casa sin su hijo, es señalada como sospechosa de asesinato o de otros delitos relacionados con la desaparición de su bebé.
No todos los países aprueban esta práctica, por lo que, en algunos de ellos, las parejas proceden de manera clandestina y fuera de la ley.
Los problemas psicológicos son múltiples, principalmente afectan a la madre biológica quien durante nueve meses entabla una relación afectiva don su hijo que está en el vientre, y luego le es arrebatado para no volverlo a ver nunca.
La madre biológica es sometida antes de la implantación del óvulo en su vientre a fueres dosis de hormonas para que ella deje de ovular, y estos tratamientos pueden traer consecuencias posteriores de alto riesgo.
Al proceder de una manera no natural, y no plenamente aceptada por la sociedad, hay contradicciones éticas, culturales y morales tanto en la madre biológica como en la pareja que contrata a la madre biológica.
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