Faltas de respeto en la familia: ¿Cómo reconocerlas y ponerles un alto?
Cuidemos el jardín de la Vida Familiar: elimina la mala hierba de las faltas de respeto. Te enseñamos cómo puedes hacerlo.
“Respétame que soy tu padre”, le decía Juan a su hijo Andrés, mientras se tambaleaba por su estado de ebriedad. Andrés se avergonzaba de él, porque todos sus vecinos escuchaban.
En eso llega María, la hermana mayor. “Eres un borracho que no vales nada. Mira cómo vienes. Deja en paz a mi hermanito.”
Al escuchar todo el alboroto, Rosy entra en escena: “Por favor, cálmense.” Pero nadie la escucha, la discusión subió de volumen y los gritos siguen. Andrés está asustado ahora, y lo único que quiere es irse de su casa…
¿Qué final le pondrías a esta historia?
El respeto en la familia
Respeto proviene del latín “respectus”, que significa “atención” o “consideración”. El respeto es la base de toda relación, en especial de la familia. Implica apreciar el valor, la dignidad y los derechos de quienes nos rodean.
Te recomendamos: 5 tips para lograr confianza y respeto de los hijos
Cómo reconocer las faltas de respeto y cuáles son las consecuencias dolorosas:
- Bomba de tiempo emocional. Excesiva acumulación de emociones desagradables: rencor, enojo, resentimiento, tristeza, desilusión y frustración.
- Distancia emocional. Nos desconectamos de las personas que amamos.
- Conflicto sin fin. Entramos en una dinámica de discusiones y peleas que nunca terminan ni se solucionan.
- Baja autoestima. Las críticas ofensivas e hirientes afectan la autoconfianza y seguridad de las personas.
- Mal ejemplo heredado. Las hijas y los hijos aprenden a ser irrespetuosos.
- Ambiente familiar tóxico. El hogar se convierte en un lugar en el que no deseamos estar.
¿Por qué te conviene poner manos a la obra y arrancar de una vez esa hierba mala que está afectando a tu familia?
Porque:
- Mejora la gestión emocional y aumentan las emociones agradables.
- El hogar se convierte en un lugar seguro donde quiero estar y puedo ser plenamente yo.
- Las nuevas generaciones tienen modelos saludables a seguir.
- Mejora la salud mental, emocional y física de las personas.
- Aprendemos a pelear bien y llegamos a acuerdos que se cumplen.
¡El respeto en la familia se nota!
¿Se nota en la tuya? Aquí te compartimos un mini-test:
- Es válida la expresión de emociones.
- Está bien expresar emociones, sin lastimarse ni lastimar a otros.
- Está bien llorar.
- Escuchamos con atención y sin burlas.
- Todas las opiniones son escuchadas.
- Aceptamos las diferencias de opinión, sin juzgar, ofender o menospreciar.
- Colaboramos todos en las tareas del hogar.
- Juntos resolvemos conflictos.
- Generamos acuerdos que se cumplen.
- Respetamos la privacidad, sin sacrificar la seguridad; especialmente con los más pequeños de la casa.
- Reconocemos los límites de cada persona.
- Ayudamos, si alguien tiene un mal día.
- Nos apoyamos en momentos difíciles.
Si te sientes impotente o no sabes qué hacer para que el respeto florezca en tu familia: ¡Calma!
¡No estás solo! ¡No estás sola! Te proponemos 3 pasos para lograrlo.
Paso 1. Sé valiente, comienza por ti.
- Recuerda los malos ejemplos que tuviste en la infancia.
- Reconoce qué papel juegas en la situación: ¿Lo permites o lo provocas?
- Toma acción: Cambia tú primero.
Paso 2. Predica con el ejemplo.
- Haz algo diferente para generar resultados diferentes.
- Conviértete en la persona que te hubiera gustado tener de ejemplo.
- Contagia con tus acciones.
Paso 3. Busca cómplices que te ayuden.
- Habla con el miembro de la familia que sabes que te puede ayudar.
- Si no hay nadie, habla con alguien a quién si escuche tu familia.
- Busca ayuda: Lecturas, cursos, acompañamiento, ayuda profesional.
Tú puedes erradicar la mala hierba de las faltas de respeto de tu hogar. Aunque te cueste creerlo, una pequeña acción puede causar un gran efecto.