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COLUMNA

Cultura Bíblica

Evangelio del 8 de octubre del 2023: El juicio de Jerusalén

Tanto Jerusalén, como el pueblo y el Reino de Dios son obra de Dios y requieren responsabilidad de nuestra parte.

6 octubre, 2023

Evangelio 8 de octubre 2023 según san Mateo (Mt 21, 33-43)

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.

Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.

Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo respetarán’. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: ‘Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia’. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.

Ahora, díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?” Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”.

Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?

Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”.

La parábola de hoy menciona una viña cercada, protegida con una torre y con lagar para la elaboración del vino ¿Esto representa al Reino de Dios, a Jerusalén o a todo el pueblo de Israel en su conjunto?

Nos encontramos en la parte del evangelio de San Mateo conocida como el juicio de Jerusalén. Y corresponde, dentro del proceso ministerial de Jesús a sus últimos momentos, justo antes de su pasión, muerte y resurrección.

En breve Jesús denuncia que el llamado de Dios para la salvación no ha sido debidamente aceptado por su pueblo. La parábola de los viñadores homicidas está presente en los tres evangelios sinópticos, es decir San Mateo, San Marcos y San Lucas. Era una parábola importante para la comunidad cristiana. Puesto que se trata de una comparación es importante establecer los referentes simbólicos para descifrar.

El viñador es Dios, su acción, como también lo podemos ver en el profeta Isaías ( Is 5,1-7) fue la de cultivar el viñedo y darle las mejores condiciones posibles. En el profeta Iasías la parábola está dirigida a los habitantes de Jerusalén y la acusación es que Dios esperaba buenos frutos y solamente había dado uvas agrias, Dios esperaba de su pueblo justicia y derecho y solo se escuchan lamentos y quejas (cfr. Is 5,7).

La parábola de San Mateo puede tener una triple valencia con respecto a la viña. Si hacemos caso al contexto, podemos afirmar que se trata de Jerusalén ya que la dijo específicamente allí. La referencia de que sacaron al hijo y lo mataron fuera de la viña, nos recuerda la crucifixión de Jesús que se llevó a cabo fuera de la ciudad, en el Calvario.

Por otra parte, el juicio que Jesús realizó en aquel momento no se refería únicamente a los habitantes de Jerusalén, por tanto la viña puede también representar al pueblo en su conjunto, como de hecho lo hace el profeta Isaías.

Y, por último, con la frase conclusiva del pasaje: “de la misma manera les será quitado el Reino a ustedes y le será entregado a otro pueblo…” podemos también entender que la viña es el Reino de Dios. Esta triple posibilidad no es contradictoria, tanto Jerusalén, como el pueblo y el Reino de Dios son obra de Dios y requieren responsabilidad de nuestra parte.

Mons. Salvador Martínez Ávila es biblista y Rector de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.