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¿Qué hace la Iglesia en las estaciones migratorias?

Las voluntarias de la Comisión de la Pastoral de Migrantes de la Arquidiócesis de México visitan a los detenidas en la estación migratoria en Iztapalapa dos veces a la semana.

30 enero, 2020
¿Qué hace la Iglesia en las estaciones migratorias?
Hermana Arlina Barral Arellano

En los últimos días surgió una controversia a raíz de la decisión del Instituto Nacional de Migración de no permitir el ingreso de asociaciones religiosas y defensoras de los derechos humanos a sus estaciones migratorias.

En pocas horas, luego de que la Secretaría de Gobernación desconociera esta medida, el Instituto dio marcha atrás. Pero, ¿qué hacen las asociaciones religiosas y, en especial, la Iglesia Católica en estos centros de detención temporal?

Las voluntarias laicas y religiosas de la Comisión de la Pastoral de Migrantes de la Arquidiócesis de México visitan a las personas extranjeras detenidas en la estación migratoria en Iztapalapa dos veces a la semana. Su trabajo consiste en llevar la Buena Nueva de Cristo a estas personas cuyo sueño de llegar a los Estados Unidos fue interrumpido con la detención.

Las personas migrantes llegan a las estaciones cansados físicamente, desgastados económicamente y, probablemente, con un espíritu desanimado, pero no derrotado ni rendido. Por eso, la presencia de las voluntarias es bien recibida entre las mujeres, niños, hombres y adolescentes.

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El saludo de paz, el gesto gentil y amable son acciones sencillas de las voluntarias hacia las personas migrantes; los invitan a congregarse para escuchar la Palabra de Dios, compartir reflexiones y oraciones, cantar alabanzas en diferentes idiomas; e incluso aprender manualidades. Poco a poco, el ambiente hostil y tenso se convierte en un ambiente fraterno y solidario. También es un momento en el que las mujeres en particular, desahogan sus tristezas, comparten sus experiencias en el camino, duro y riesgoso, pero necesario para alcanzar una vida digna y en paz, especialmente para sus hijos.

Al terminar la convivencia se reparten rosarios, decenarios, estampitas, pomada para labios y, por supuesto, dulces para todos.  Por eso, cuando es hora de partir, recibimos con gusto la palabra “gracias” y vemos sonrisas en sus rostros.

Por otro lado, agradecemos a la Orden Franciscana Seglar (OFS) del Cuadrante de San Francisco por el apoyo que nos han dado en los últimos meses a través de Fray Cosme Juárez, para seguir dando obsequios para las personas migrantes en cada visita en la estación migratoria; sin olvidar igual la colaboración de los padres Martin Roemer y José Luis Téllez, quienes celebran la Misa dos veces al mes.

Qué cierto es lo que dijo el profeta Isaías 52,7: ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas de gozo, del que anuncia la salvación, y dice a Sion: Tu Dios reina!

 

*La hermana Arlina Barral es la responsable de la Pastoral de Migrantes de la Arquidiócesis de México.

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.