Leonardo García Camarena

Es un hecho que la ideología de género existe y que su cultura de muerte cuenta con el apoyo del poder de los medios masivos de comunicación y de las nuevas plataformas de contenidos, incluidas aquellas de paga. Lo vemos en Amazon Prime Video, Netflix, Cartoon Network, Nickelodeon, Disney, hasta en Televisa y Tv Azteca, incluidos. Las pruebas últimas las podríamos detectar en programas como: “Steven Universe”, de Cartoon Network, “Bluey” de Disney Junior, “Batwoman” de Televisión Network, “Control Z” de Netflix, “OUT” y “The Owl House” de Disney. En estos programas, los contenidos de la ideología de género son parte sustancial de su muestra al público. De alguna y otra forma, cada programa defiende alguno de estos conceptos como una verdad absoluta que debe ser proclamada y defendida por todos: "No se nace hombre o mujer, te hacen"; "la sexualidad es diversa"; "la familia natural es un invento"; "podemos cambiar de sexo"; "la identidad de género es elegible"; "la orientación sexual se múltiple"; "el matrimonio igualitario es un derecho"; "el pansexualismo debe ser norma de vida" o "el aborto libre debe ser legal", son algunas de las ideas que manejan. La última probadita nos la dio Diego Luna con su programa “Pan y Circo”, que en su quinto episodio presentó disque una mesa de debate, pero donde sólo invitó panelistas favorables a la despenalización y legalización del aborto: la titular de la SEGOB Olga Sánchez Cordero, la presidenta del INMUJERES Nadine Gasman, la activista feminista Daphne Cuevas Ortiz, la actriz Ana de la Reguera, la senadora Martha Lucía Micher Camarena y un falso fraile dominico Julian Cruzalta. La historia nos ha enseñado que la única manera de que sobrevivan las ideologías es por la imposición del Estado; es decir, que, sin subsidio gubernamental, no hay ideología que dure. Llama la atención que, en este caso, “Pan y Circo”, de Diego Luna, seamos los propios consumidores de Amazon Prime quienes le demos recursos a ese proyecto para subsistir. No sería nada raro encontrarnos con recursos de agencias internacionales subvencionando el programa o, como en este caso, subvencionando a los invitados y voceros del aborto, como al grupo mal llamado “Católicas por el Derecho a Decidir”, asesorados por el fraile impostor Julián Cruzalta. Se trata de toda un agenda impulsada desde el Gobierno Federal, y que trata de imponerse a la mayoría de los mexicanos que no estamos de acuerdo con esa ideología. Con el gobierno, los ciudadanos podemos organizarnos para presionarlo en el sentido de que elimine todo concepto de la ideología de género de sus planes y programas de gobierno, empezando por los de la Secretaría de Educación Pública. Y con las empresas televisivas de paga, podemos tomar la decisión de no colaborar con nuestros ingresos con cualquier empresa que se declare formal o veladamente defensora o impulsora de los contenidos ya citados. A los políticos les duele mucho la crítica y los votos. A las empresas les duele más perder ingresos que la misma crítica. Pero en ambos casos, necesitamos ciudadanos con pensamiento crítico ante cualquier tipo de ideología. Si lo que está en juego es la conciencia y formación de nuestros hijos, por ellos hagamos todo lo necesario para detener el avance de la ideología de género, empezando por no colaborar con nuestros recursos económicos. La ideología de género pretender liberalizar la sexualidad de nuestros menores, sin consecuencias jurídicas para nadie. Eso se llama corrupción de menores porque prepara carne fresca e inocente para los pervertidos y los pervertidores. *Leonardo García Camarena es Presidente Nacional de la Unión Nacional de Padres de Familia Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe. ¿Ya conoces nuestra revista semanal? Al adquirir un ejemplar o suscribirte nos ayudas a continuar nuestra labor evangelizadora en este periodo de crisis. Visita revista.desdelafe.mx o envía un WhatsApp al +52 55-7347-0775