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Fundación Cardi, en los zapatos del otro

Los Agustinos Recoletos realizan una gran obra de caridad al atender a enfermos, y a sus familiares, que se encuentran de paso en la Ciudad de México a causa de algún tratamiento médico. Cynthia Fabila Imaginemos por un momento que vivimos en un estado de la República, el más lejano y olvidado, y por obvias […]

  • Los Agustinos Recoletos realizan una gran obra de caridad al atender a enfermos, y a sus familiares, que se encuentran de paso en la Ciudad de México a causa de algún tratamiento médico.

Cynthia Fabila

Imaginemos por un momento que vivimos en un estado de la República, el más lejano y olvidado, y por obvias razones el hospital regional no cuenta con los medios ni equipo e instalaciones para seguir atendiendo a nuestro enfermo, el cual lleva un par de meses hospitalizado, y de pronto, nos sugieren trasladarlo al Centro Médico de la Ciudad de México.

Así es como comienza el viacrucis de aproximadamente 60% de las cerca de 400 mil personas que asisten a los hospitales públicos de la Ciudad de México. De un momento a otro, muchas de ellas se encuentran en la capital del país, sin dinero, sólo con lo que trajeron puesto.

Varias asociaciones brindan apoyo a los familiares de los enfermos que acuden a estos nosocomios, pero de ellas se destaca la labor de Fundación Cardi, ubicada en Dr. Lucio 244, Col. Doctores, que desde hace más de 12 años apoya de forma material y espiritual a las personas que acuden a los hospitales Centro Médico Siglo XXI, Hospital Infantil y Hospital General.

“La relación en los hospitales de las hermanas y frailes agustinos con los pacientes y sus familiares fue el detonante para que la fundación surgiera. Ellos vieron la necesidad de ayudar a las personas, no solamente en la cuestión material, también en la emocional y la espiritual”, señala en entrevista fray Óscar Castellanos, director de la fundación, perteneciente la orden de los Agustinos Recoletos.

El ejemplo de San Agustín

La orden de los Agustinos Recoletos nació de una restauración que sufrió la Orden de San Agustín en la segunda mitad del siglo XVI, en diciembre de 1588, para instaurar un sistema de vida más austero.

“Cuando San Agustín era Obispo de Hipona, tuvo una casa donde brindaba ayuda a cualquier laico, independientemente si tenía fe o no”, señala fray Óscar.

Asegura que le impresiona el número de personas que requieren de ayuda, “muchas de ellas llegan a la ciudad con su enfermo, sin dinero, y con tan solo la ropa que traen encima. Nosotros les podemos brindar un lugar dónde descansar, asearse, comer, inclusive, dónde lavar su ropa. Muchos de ellos sólo quieren ser apoyados moral o espiritualmente”.

La fundación atiende mensualmente a cerca de 3,862 personas, en su mayoría familiares de los enfermos; sin embargo, en los últimos años se ha incrementado el número de pacientes que acuden por apoyo, sobre todo quienes llegan por hemodiálisis o quimioterapias, que solicitan medicamento o requieren descansar al salir de sus tratamientos.

La gente que es atendida en Cardi, proviene casi en su totalidad del interior de la República. Los familiares o pacientes que regresan nuevamente a la Ciudad de México, vienen a dar las gracias, algunos aportan medicamentos, traen algo de su tierra para compartir, y ellos son nuestros mejores promotores, pues comparten de boca en boca, ya sea con sus vecinos o gente que llega al hospital, los servicios que brindamos en Cardi, relata fray Óscar.

En pleno funcionamiento

Actualmente, el equipo de la fundación se conforma por más de 120 voluntarios, los cuales toman un curso de un año para especializarse en Tanatología, Logoterapia (psicoterapia que se fundamente en la motivación para la existencia del ser humano), Gestalt y espiritualidad.

Los servicios que se han otorgado en lo que va del 2018 suman más de 52 mil, contando: regaderas, lavado de ropa, comidas, medicamentos, desechables, reparto de pan y café, atención terapéutica y médica, acompañamiento en los hospitales y servicio en funerarias.

A diario se reparten entre 70 y 100 medicamentos, como antibióticos, analgésicos, circulatorios, respiratorios, digestivos, cremas, gotas, entre otros. En el dispensario se atienden a 35 pacientes en promedio, también dan consultas homeopáticas y alternativas.

Para mayores informes de cómo obtener los beneficios de Fundación Cardi, acudir a las instalaciones ubicadas en Dr. Lucio No. 244, Col. Doctores, o www.cardi.org.mx, o escribir a [email protected]. También puede comunicarse a 5761-4845 y 5761-6046. Las donaciones en efectivo o con cheque pueden deducirse de impuestos.


Sus servicios

  • Aseo personal (regaderas; 50 personas diarias).
  • Lavandería (a diario se pueden atender a cinco personas).
  • Alimentación.
  • Medicamentos.
  • Asistencia tanatológica y terapéutica.
  • Vales de comida.
  • Dispensario.
  • Servicio en funerarias.

Cursos al público en general:

  • Tanatología.
  • Logoterapia.
  • Gimnasia Cerebral.
  • Educación religiosa.