Amigos de los pobres

“Un corazón limpio”: El próximo Beato congoleño

Su nombre es Floribert Bwana Chui, un joven de la Comunidad de Sant´Egidio asesinado en el 2007. «Es una historia muy triste, que demuestra la fuerza de la corrupción y el clima de violencia. Pero también es la historia de la “fuerza débil” de un joven que cree. Muestra el camino de la resurrección de África, que empieza por los jóvenes y los laicos».[i]

El domingo 15 de junio de 2025 será proclamado beato (mártir por odio a la fe) en una celebración, que tendrá lugar a las 17.30 h en la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma, Italia.          

La ceremonia será presidida por el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, y contará con la participación de la Comunidad de Sant’Egidio, la Iglesia congoleña —representada por el obispo de Goma—, así como numerosos fieles que creemos en un futuro de paz y resurrección para África.

Floribert fue un hijo de Sant’Egidio que eligió vivir el amor del Señor no de forma individualista, sino junto a los demás, especialmente al lado de los “maibobo”, nombre con el que se denomina despectivamente a los niños de la calle en la región de los Grandes Lagos. Junto con ellos y con sus hermanos de Sant´Egidio, vivió de forma concreta la opción preferencial por los pobres. A través de la Escuela de la Paz, soñaba con que aquellos pequeños se convirtieran en los constructores de paz del Congo del futuro.

Originario de Goma, capital de Kivu, en el este del Congo, vivió en una región que hasta hoy no conoce la paz: una tierra rica en recursos y belleza natural, pero también marcada por la violencia, los conflictos y la inestabilidad política. Tras graduarse en Derecho, Floribert conoció la Comunidad de Sant’Egidio cuando empezó a trabajar en la aduana fronteriza con Ruanda, un lugar complejo por el constante paso de milicias, refugiados y mercancías. Su labor consistía en verificar la calidad de los productos alimenticios que ingresaban al país, lo que lo llevó a descubrir un intento de introducir productos en mal estado, peligrosos para la salud pública.

Intentaron sobornarlo: primero con mil dólares, luego con dos mil, y así sucesivamente. Floribert le confesó a una amiga, la doctora Jeanne-Cécile Nyamungu, médica cirujana del hospital de Goma:
«El dinero desaparecerá pronto. Pero, ¿qué pasaría con quienes consumieran esos productos? Si acepto ese dinero, ¿vivo en Cristo? ¿Vivo para Cristo? Como cristiano, no puedo permitir que se sacrifique la vida de la gente. Es mejor morir antes que aceptar ese dinero».

El sábado 7 de julio de 2007, Floribert fue obligado a subir a un automóvil al salir de una tienda. Dos días después, encontraron su cuerpo sin vida. Tenía claras señales de golpes y tortura. La autopsia confirmó que murió el 8 de julio, fecha que ahora se celebrará como su fiesta en el calendario litúrgico.

Durante su visita a la República Democrática del Congo, en el estadio de Kinshasa, el 2 de febrero de 2023, el papa Francisco habló ante miles de jóvenes sobre el testimonio de Floribert:
«Podía haberlo ignorado, no lo habrían descubierto, e incluso se habría beneficiado. Pero, como cristiano, rezó, pensó en los demás y eligió ser honesto, diciendo no a la suciedad de la corrupción. Eso es mantener no solo las manos limpias, sino el corazón limpio».

Más que un orgullo, la beatificación de Floribert representa una gran responsabilidad para Sant’Egidio. Nos impulsa a seguir sembrando cada día en los corazones de todos, allá donde estemos presentes, el espíritu profético que animó su vida. Incluso en un lugar tan marcado por el conflicto como Goma, Floribert supo sentar a todos en la misma mesa, anticipando esa imagen del banquete del Señor: un símbolo de paz, de una Iglesia para todos, de discípulos que se oponen al mal y creen firmemente que el Señor es más grande que cualquier dificultad.              

Su fuerza para soñar que esto es posible es un aliento de esperanza y un regalo para la Iglesia universal, especialmente en este Año Jubilar.

Beato Floribert ¡ruega por nosotros!


[i] Riccardi, A. (2014). Introducción. En F. Palma, El precio de dos manos limpias (p. 4). Roma, Italia: Editorial San Paolo.

César Cárdenas

Licenciado en Economía por la UNAM con especialidad en Economía de la Empresa. Es miembro activo de la Comunidad de Sant'Egidio desde el año 2011. Ha forjado su experiencia en el servicio a los pobres, especialmente con personas en situación de calle y niños de comunidades indigenas en la CDMX. En 2015 inició la Comunidad de San Egidio en la Colonia Roma, que acoge a más de 600 pobres por semana. Desde 2020 es responsable de la Comunidad de Sant'Egidio en México. A partir de 2023 forma parte de la Comisión Arquidiocesana de Diálogo de la Arquidiócesis Primada de México.

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