¿Qué hicieron en México los franciscanos? Análisis del éxito del proceso de evangelización
La Arquidiócesis de México continúa con el Ciclo de Conferencias a 500 años del inicio de la evangelización por parte de los primeros 12 franciscanos
Con el objetivo de profundizar en el análisis de la fundación de la Iglesia Católica Mexicana, el trabajo realizado por los primeros 12 franciscanos que llegaron al llamado Nuevo Mundo y los métodos de evangelización que se implementaron en las comunidades indígenas, la Arquidiócesis Primada de México llevó a cabo un nuevo ciclo de conferencias magistrales.
Para continuar con los festejos por el inicio de la evangelización en el país, la Arquidiócesis de México realizó en las instalaciones del Real Club España la tercera mesa del Ciclo de Conferencias Primera Evangelización: 500 años del inicio de nuestra Iglesia Mexicana, que tiene como objetivo reconocer el don que tuvo el Evangelio en la configuración de lo que sería el México actual.
En esta tercera mesa del Ciclo coordinado por la Vicaría de Laicos en el Mundo de la Arquidiócesis de México, participaron monseñor Francisco Javier Acero, Obispo Auxiliar, Fray Antonio Huerta, de la Provincia Franciscana del Santo Evangelio de México de la Orden de los Frailes Menores (OFM), la Dra. Berta Gilabert, Doctorada en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Manuel Hernández Ruigómez, cónsul general de España en México.
Fray Bartolomé de Olmedo, el primer sacerdote franciscano en dar misa en México
En la primera de las conferencias magistrales, monseñor Francisco Javier Acero Pérez se refirió a la labor realizada en el llamado Nuevo Mundo por Fray Bartolomé de Olmedo, el fraile mercedario asesor espiritual del Hernán Cortés y a quien Bernal Díaz del Castillo calificó como de muy sagaz, de muy buenas razones de astucia y un gran teólogo.
Al ofreces la conferencia La figura de Bartolomé de Olmedo a los 500 años de su muerte, El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México recordó que en 1519 el sacerdote franciscano se embarcó en la expedición de Cortés para conquistar lo que se llamó la Nueva España, en donde se ocupó de la evangelización de los indígenas con un talante menos impositivo y fue el sacerdote que celebró la primera misa en el territorio mexica, en México-Tenochtitlán.
“Fray Bartolomé de Olmedo adoctrinó a Moctezuma durante el tiempo que estuvo cautivo por Hernán Cortés y procuró su conversión, pero el emperador murió antes de ser bautizado; el fraile se encargó de bautizar a las 20 mujeres que le regalaron los caciques de Tabasco a Cortés, entre las cuales estaba la Malinche, que al ser cristianizada recibió el nombre de Marina, ellas fueron las primeras mujeres cristianas que hubo en la Nueva España”, indicó monseñor Acero Pérez.
Al recordar al fraile franciscano a 500 años de su muerte en territorio mexicano, el Obispo Auxiliar señaló como catequista fray Bartolomé de Olmedo logró la conversión de una gran multitud de nativos a la fe cristiana, ello gracias a que “sus explicaciones sobre la fe cristiana fueron preciosas y eficaces y a él se debió el dejar siempre una cruz y un altar con una imagen de María, convirtiendo en iglesia incluso el oratorio principal”, puntualizó.
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Insertarse en las comunidades, la estrategia de evangelización de los 12 franciscanos
En su turno, Fray Antonio Huerta habló sobre la llegada de los primeros 12 franciscanos al México prehispánico y el papel tan importante que jugaron en la evangelización de los pobladores, lo que lograron gracias a que recurrieron a un factor primordial: insertarse en la vida de las comunidades para conocerlas y respetar sus creencias, así como sus tradiciones.
“Debemos dejar en claro que estos frailes tienen muchísimas actividades que realizar, pero tienen como objetivo adaptar su forma de vida con los valores franciscanos a las necesidades de la evangelización en estas tierras; vienen con la apertura no de una vida eremítica o de un modelo de vida casi monástica del viejo mundo, sino manteniendo la espiritualidad franciscana y los valores franciscanos particularmente la fraternidad y la minoridad”, apuntó.
Al ofrecer la conferencia La llegada de los primeros 12 franciscanos, antecedentes y contexto, fray Antonio destacó que los frailes llegaron a las nuevas tierras con el deseo de estar abiertos a la nueva realidad y deciden establecerse en cuatro ciudades importantes: Tlaxcala, Texcoco, Huejotzingo y la Ciudad de México, en donde se dedican de manera particular a aprender la lengua natural y a tratar de expresar la fe en esa lengua.
El éxito del Sistema Radial de Evangelización de los franciscanos
Por su parte, la historiadora Berta Gilabert ofreció la conferencia Los método de evangelización y el contacto con la otredad indígena, en la que hizo una reseña de los múltiples métodos que se emplearon en la evangelización de los pueblos naturales en lo que después fue el virreinato de la Nueva España.
Subrayó que dicho proceso evangelizador, que inició con la llegada de los primeros 12 frailes franciscanos al México prehispánico, fue muy complicado y muy largo, además de que en él intervinieron muchas fuerzas y muchas intenciones, por lo que se debe analizar con mucho detenimiento.
“Estos primeros frailes que llegaron eran personas extremadamente preparadas pero, sobre todo, con un celo apostólico extraordinario, de manera que no se contentaron con aquellos métodos de evangelización que habían utilizado previamente en la península española después de la de la reconquista de los reductos musulmanes.
“Venían abiertos a encontrar soluciones a los problemas que cotidianamente se les presentaban con sociedades con grupos humanos que para ellos eran totalmente ajenos, totalmente desconocidos y lejanísimos de sus propios referentes culturales”, destacó la doctora Gilabert.
La historiadora explicó que el éxito que se alcanzó en la evangelización realizada por los franciscanos fue porque implementaron sistema radial que les permitió organizarse de la mejor manera para poder atender a la cantidad de indígenas que había aquí.
Dicho sistema, explicó, consistió en crear cabeceras de doctrina en los lugares con mayor densidad poblacional y a partir de ahí establecer distancias de 2 o 3 leguas para que en grupos de 2 o de 3 frailes ir a la primera visita, estar unos días, después ir a la siguiente, y a la siguiente, y a la siguiente y reunirse de nuevo en el centro.
“Es decir, esto fue una evangelización itinerante, porque estos frailes no querían que los indios fueran a ellos, sino que ellos fueran a los indígenas, que ellos fueran a encontrar a los sujetos de evangelización allá en donde estuvieran”, puntualizó.
La acción de la corona Española en México fue humanista y cristiana
En su turno, Manuel Hernández Ruigómez, cónsul general de España en México, ofreció la conferencia La controversia de Valladolid, un imperio se cuestiona sobre la legitimidad de la conquista, en el que hizo un recuento sobre este hecho que criticaba los métodos que se implementaron en la conquista del llamado Nuevo Mundo y el trato a los indígenas.
El diplomático español destacó el hecho de que, a partir de los criterios de humanidad, la acción de España en América durante la etapa de la conquista fue esencialmente humanista y se basó en los principios cristianos.
Prueba de ello, indicó, fueron los elementos diferenciadores que hicieron que la corona española y la iglesia llevarán a cabo un proceso de incorporación único en comparación con los realizados siglos después por otras potencias a partir del descubrimiento de América y de la incorporación de este continente hasta entonces desconocido a los mapas el planisferios a partir de 1492.
“Una nueva realidad comenzó a abrirse camino en España y también en el resto del orden cristiano, una realidad a la que era preciso darle acomodo en el marco del estado que acogida a los nuevos territorios incorporados y sobre todo a las personas que los habitaban y aquí entra en juego el primer elemento distintivo la corona, que desde los primeros instantes las instrucciones de la reina de castilla, Isabel La Católica, fueron claras y rotundas con respecto al trato humano que había que dar a los habitantes de aquellos territorios.
“Debían ser tratados en igualdad con los españoles que llegaban a tierras americanas y, en consecuencia, a poco tiempo del descubrimiento, la reina mandó redactar 16 órdenes presididas por la obligación de instruir a los indios en la religión católica; más adelante y en su testamento la reina reiteró su mandato de que había que dar buen trato a los indígenas del nuevo mundo”, subrayó Hernández Ruigómez.