Lecturas de la Misa y Evangelio del Domingo 26 de octubre 2025

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COLUMNA

La voz del Obispo

“Te amé”

Desde hace tiempo en Cáritas arquidiócesis primada México queremos seguir acompañando a los más débiles de nuestro sociedad con acciones que involucren a todos los agentes sociales

24 octubre, 2025
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Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México desde el 18 de noviembre de 2022. En 1993 se consagra como religioso agustino recoleto y realiza sus estudios de filosofía y teología; ordenado sacerdote el 31 de julio de 1999. 

Así inicia la primera exhortación apostólica del papa León XIV. Unas palabras tomadas del libro de Apocalipsis que nos recuerdan el amor por los pobres. La exhortación ha provocado tristeza e indiferencia en aquellas personas que viven la religión como una ideología rígida o indiferente ante las situaciones de pobreza y vulnerabilidad que se viven en el mundo. Alegría y acción de gracias para los que aprendemos y encontramos a Jesucristo en el mundo de la pobreza, del descarte y la vulnerabilidad.

Resuena el deseo del papa Francisco en su primer encuentro con los medio de comunicación: «¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!». León XIV describe a aquellos pastores, religiosos y laicos centrados en la “pastoral de las élites” incapaces de perder el tiempo con los pobres porque es mejor ocuparse de los ricos y se ocupan solamente de rezary enseñar la verdadera doctrina. El daño que provocan los defensores de la fe que quieren imponernos sus ideas y dejando de lado su experiencia de encuentro con Jesús queriendo dividir más que sumar.

El papa nos invita al acompañamiento con los pobres superando el asistencialismo, centrándonos más en la promoción humana para realmente transformar el ambiente. Una promoción integral que exige abordar las causas estructurales de la pobreza, desde la dimensión internacional hasta la local. Pero, sobre todo con nombre, voz y rostro a las personas que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad que no lo son por elección ni por comodidad.

Hace unos meses escribía en esta columna sobre “la nueva enfermedad social” que se llama aporofobia. Este fenómeno social desgraciadamente en países desarrollados se está mostrando también a nivel juvenil. Las notas de prensa sobre la agresión de jóvenes a un indigente de la calle nos sorprenden,
pero en el fondo responden a la indiferencia que los adultos enseñan a las siguientes generaciones. Romper la barrera de la aporofobia se hace apoyando a instituciones como el grupo Cáritas Arqudiócesis Primada de México, comunidad san Egidio y otras obras sociales que encabezan los laicos, la vida consagrada y sacerdotes de la arqudiócesis.

No podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras siga existiendo tanta marginación social y escaso poder de escucha. El papa León XIV lo ha dicho varias veces la misión de la Iglesia es “unir la fe con la justicia, la oración con la acción y el Evangelio con la vida de los más pobres”. En este cambio de época que vivimos nuestras estructuras deben dirigirse hacia el servicio más que para servir y ser autoreferenciales. Cuando se resalta la ley más que el amor, algo nos está pasando. La normatividad sana nos hace vivir en paz abandonando la mundanidad espiritual. La espiritualidad del canon nos compromete a la comprensión y a la misericordia. Los aficionados a los juicios se dedican a condenar comodamente desde sus oficinas más que a comprender y escuchar al prójimo.

El evangelio está en la calle. Hoy no podemos predicar con palabras, debemos utilizar las manos que curan, los brazos abiertos para acoger y los ojos centrados en la otra persona con una mirada de ternura y comprensión. El mismo papa recuerda que “la teología patrística fue práctica, apuntando a una Iglesia
pobre y para los pobres, recordando que el Evangelio solo se anuncia bien cuando llega a tocar la carne de los últimos, y advirtiendo que el rigor doctrinal sin misericordia es una palabra vacía”. Y dedica unos números al obispo de Hipona con el fin de señalar que  la fidelidad a las enseñanzas de Agustín exige no solo el estudio de sus obras, sino la disposición a vivir con radicalidad su llamada a la conversión, que incluye necesariamente el servicio de la caridad.

Desde hace tiempo en Cáritas arquidiócesis primada México queremos seguir acompañando a los más débiles de nuestro sociedad con acciones que involucren a todos los agentes sociales. El día 9 de noviembre con los movimientos que atienden a las personas en situación de calle tendremos una
eucaristía celebrada en la basílica de Guadalupe y después les ofreceremos una comida.
El día 16 de noviembre estamos invitando a todos los párrocos para que organicen una actividad con las personas que viven en situación de pobreza con su comunidad. Recuerdo con las palabras del sabio obispo de Hipona que el pobre no es solo alguien


Autor

Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México desde el 18 de noviembre de 2022. En 1993 se consagra como religioso agustino recoleto y realiza sus estudios de filosofía y teología; ordenado sacerdote el 31 de julio de 1999.