San Cristóbal, el gigante que ayudó al Niño Jesús a cruzar un río y se convirtió en el patrón de los transportistas
Según la tradición el Niño Jesús se acercó a San Cristóbal y le pidió que lo ayudara a cruzar un río, este accedió y lo llevó a la otra orilla
Según la tradición, San Cristóbal era un hombre de gran estatura que, pese a desempeñarse como soldado del Imperio Romano, tenía un alma caritativa y en la medida de lo posible ayudaba a los cristianos cautivos.
Sin embargo, la leyenda más famosa que existe sobre este santo que vivió entre los siglos III y IV, y al que celebramos el 10 de julio, cuenta que en una ocasión se le acercó un niño de aproximadamente 4 años que le pidió que lo ayudara a cruzar un río, a lo que accedió y de inmediato se lo colocó sobre el hombro y con el apoyo de su báculo inició el recorrido.
De acuerdo con los relatos, a medida que el gigante avanzaba, el niño se hacía más pesado y llegó el momento en que el peso era tal que el hombre comenzó a temer por su vida y la del pequeño, pues parecía que la corriente los arrastraría en cualquier momento.
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¿A quién buscaba servir san Cristóbal?
San Cristóbal era un hombre nacido en Asia menor, cuyo nombre original era Reprobus, de gran fuerza física que medía aproximadamente 2,30 metros, que se propuso ponerse a las órdenes del amo más poderoso de la tierra.
De esta manera, primero se puso al servicio del emperador romano Gordiano en la guerra que libraba contra los persas; en medio de la batalla uno de los soldados nombró al diablo, provocando el terror entre muchos. Al ver esta reacción consideró el diablo era más fuerte y grande que su Rey y se puso a buscarlo.
En esa búsqueda, en una ocasión se dio cuenta cómo en un cruce de caminos varios hombres vieron una cruz y huyeron despavoridos para no pasar junto a ella, por lo que de inmediato preguntó qué significaba ese símbolo al que temían.
Es la señal de los cristianos, le dijeron, porque en ella murió Cristo. Ante ello, Reprobus entendió que el Rey más poderoso tenía que ser el Hijo de Dios, por lo que decidió dedicar su vida a servirlo.
“Yo soy Cristo y me has encontrado”
Preocupado y en medio del río, Reprobus le preguntó al Niño quién era y porqué pesaba tanto, a lo que el pequeño le contestó, según la leyenda, que había encontrado al Rey que creó el mundo y mantiene el cosmos.
De acuerdo con la tradición, el menor le dijo que pesaba más que el mundo entero, pues era “el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo”.
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Cristóbal, evangelizador y mártir
Siguiendo el mandato del Niño Jesús, Cristóbal salió a predicar el Evangelio a Licia y Samos, por lo que se le atribuye a su palabra, vida y obra miles de conversiones en esa región, en la recibiría el bautismo cristiano en la Basílica de Antioquia.
Posteriormente, el emperador romano Decio promulgó un edicto mandando perseguir a los cristianos, pero ello no hizo que Cristóbal cesara de predicar, por lo que el rey de Licia, Dagón, lo mandó prender y le ordenó abjurar de su fe, pero Cristóbal se negó a ello y a realizar sacrificios a los dioses paganos.
Ante su negativa, el monarca lo sometió a diversos suplicios para que renunciara a su fe y tras varios intentos fallidos por obligarlo, lo mandó decapitar.
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¿Por qué San Cristóbal es considerado el patrón de los conductores?
Previo a su encuentro con el Niño Jesús, y en su búsqueda de Cristo, Reprobus se encontró con un eremita, que le explicó que para servir a Cristo lo único que tenía que hacer era servir cotidianamente a sus prójimos, preferentemente a los más pobres, débiles y necesitados.
Así, y a propuesta de aquel hombre, aprovechando su gran fuerza y estatura, instaló una tienda junto a un río de cierta profundidad para servir a sus semejantes ayudándolos a cruzar el torrente para llegar a la otra orilla.
De esta manera, a partir del siglo XVI se comenzó a conmemorar a San Cristóbal como patrón de los arrieros y encargados de transportar las mercancías con animales de tiro.
Conforme pasó el tiempo y la sociedad evolucionó, se convirtió en el patrón de todos los conductores, esto es, de los navegantes, aviadores, conductores y transportistas.