Evangelio y lecturas de la Misa del II Domingo de Adviento 2024

Leer más

18 de noviembre: Las dedicaciones de las basílicas de San Pedro y San Pablo

Las basílicas de San Pedro y San Pablo son dos históricos templos ubicados en Roma. Hoy celebramos su dedicación

14 noviembre, 2022
18 de noviembre: Las dedicaciones de las basílicas de San Pedro y San Pablo
Basílica de San Pedro y San Pablo en Roma

El calendario litúrgico de la Iglesia recuerda cada 18 de noviembre la consagración de las basílicas de San Pedro y San Pablo que están, la primera en la colina vaticana, y a la segunda afuera del Vaticano, en la ciudad de Roma.

Historia de la basílica de San Pedro

Como se sabe, San Pedro fue crucificado en lo que era el circo de Nerón que estaba en una de las siete colinas de Roma, en la vaticana, llamada así porque en la antigüedad, allí había un oráculo etrusco en el que se vaticinaba o hacían predicciones.

El lugar exacto de su martirio lo indica el obelisco que se encuentra en la plaza de san Pedro, sin embargo, afuera del antiguo circo de Nerón había un panteón a donde llevaban a las personas que eran ejecutadas en el circo. Tras la muerte de San Pedro, los cristianos lo sepultaron y marcaron el lugar de su sepulcro que conservaron como un secreto para que no se perdiera su memoria y tampoco fuera profanado.

Te recomendamos: ¿Quién canonizó a los primeros santos? Por ejemplo, a san Pedro

Allí permanecieron los restos del Vicario de Cristo tres siglos hasta que el emperador Constantino emitió el Edicto de Milán y concedió la libertad religiosa en el imperio. Luego vino su conversión y en el año 323 mandó construir una pequeña basílica en el lugar donde estaba sepultado, y a la cual acudían ya con libertad los cristianos.

La basílica resultó insuficiente pues acudían no solo los cristianos de la ciudad de Roma sino de todo el imperio romano, y hubo necesidad de hacer constantes restauraciones hasta que, en 1506, el Papa Julio II inauguró una nueva basílica proyectada por Bramante y en la cual trabajó Miguel Ángel Buonarroti perfeccionó con detalles como la cúpula y la arcada; los mejores artistas de la época trabajaron en ella hasta que finalmente fue consagrada para el culto el 18 de noviembre de 1626.

Fue durante el pontificado de Paulo VI cuando se hicieron exploraciones arqueológicas que permitieron encontrar el sepulcro de San Pedro cuyos restos se conservar hoy en una urna, debajo del altar principal de la basílica.

Historia de la basílica de San Pablo

Por su parte, la Basílica de San Pablo está a unos 11 kilómetros de la de San Pedro afuera de las murallas vaticanas por eso la llaman extramuros, y es una de las más amplias; se levantó a unos tres kilómetros de distancia del lugar donde él fue decapitado el Apóstol de los Gentiles, pues hay que recordar que el propio San Pablo, que era ciudadano romano, quiso que lo juzgara el emperador quien finalmente lo condenó a muerte.

El templo se levantó durante los pontificados de Teodosio y de San León Magno. El 15 de julio de 1823 se destruyó en un incendio que ocurrió durante el pontificado de Pío VII.

Su reconstrucción duró un siglo y fue rehecha de acuerdo con el diseño de la anterior, y fue consagrada por el papa Pío IX el 10 de diciembre de 1854. La tumba de San Pablo se encuentra debajo del altar.

Además de su uso habitual, en la Basílica de San Pablo se realizan ceremonias masivas por su gran capacidad y a veces, eventos ecuménicos.

Otras basílicas importantes en Roma

A estas dos basílicas se suman otras que son importantes por su tamaño, su historia y su relevancia: Santa María La Mayor que fue construida por Sixto III en el año 432, y cuya fiesta es el 5 de agosto, y la de San Juan de Letrán, que fue consagrada el 9 de noviembre del año 324, y esta es la sede del Papa en su calidad de Obispo de Roma.

Estas son las 4 las grandes basílicas de la Iglesia en Roma y en el Vaticano, pero hay otras menores que son da gran importancia, como la de la Santa Cruz, que atesora importantes reliquias de la Pasión de Cristo, o la basílica de los Santos Apóstoles.



Autor

Estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la UNAM. Con 30 años de experiencia en periodismo, se ha especializado en la cobertura religiosa, trabajando en Televisa S.A. y Televisión Azteca. En 1997, recibió el Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas de México. Ha realizado reportajes en cuatro continentes, incluyendo coberturas significativas como el Jubileo del año 2000 en Roma, los funerales de Juan Pablo II, el viaje de Juan Pablo II a Tierra Santa y el Encuentro Mundial de la Juventud en Sydney. Fue Jefe de Prensa durante el VI Encuentro Mundial de las Familias en México. Además, ha colaborado en publicaciones como Época, Última Moda e Impacto, donde mantiene columnas sobre cultura religiosa. Ha escrito varios libros, entre ellos "El Agua del destino" y "Popocatépetl: Mito, ciencia y cultura". También es comentarista en programas de radio.