¿Qué significa la tonsura en la Iglesia? Origen, simbolismo y relación con Jesucristo

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¿Qué significa la tonsura en la Iglesia? Origen, simbolismo y relación con Jesucristo

Descubre qué es la tonsura, el corte de cabello que usaban los monjes y sacerdotes como signo de humildad, penitencia y consagración a Dios, y su profundo vínculo con Jesucristo.

POR  Jorge Reyes
10 octubre, 2025
¿Qué significa la tonsura en la Iglesia? Origen, simbolismo y relación con Jesucristo
La tonsura era un corte de cabello en forma de corona que representaba la renuncia al mundo y la entrega total a Dios. Foto Especial.

Durante siglos, la tonsura fue una de las señales más distintivas de los monjes y clérigos de la Iglesia católica, ya que se trataba de un corte de cabello en forma de corona o círculo en la parte superior de la cabeza, que representaba la renuncia al mundo y la entrega total a Dios.

El término proviene del latín tondere, que significa “rapar” o “cortar”, y su práctica se remonta a los primeros siglos del cristianismo y era un acto simbólico de humildad y penitencia, que marcaba la separación del monje o del clérigo respecto a la vida secular.

La Enciclopedia Católica precisa que la “tonsura es un rito sagrado instituido por la Iglesia por el cual un cristiano bautizado y confirmado es recibido en el orden clerical mediante el corte de su pelo y la investidura con la sobrepelliz (vestimenta blanca, corta y de mangas amplias o perdidas, que se usa sobre la sotana en ceremonias religiosas por clérigos y acólitos)”.

¿Cómo era la tonsura y qué simbolizaba?

Aunque existieron diferentes formas de tonsura según las tradiciones locales, la más conocida fue la llamada “tonsura romana”, usada por la mayoría de las órdenes monásticas en Occidente y que consistía en afeitar la parte superior de la cabeza dejando una franja circular de cabello alrededor, semejante a una corona.

Esta forma, según la tradición, tenía un profundo simbolismo cristológico:

  • Recordaba la corona de espinas de Jesucristo, signo de su sufrimiento y entrega redentora.
  • Representaba también la corona espiritual de la vida eterna, prometida a quienes perseveran en la fe.

Era, además, un signo de humildad, pues renunciar al cabello —símbolo de belleza y poder en muchas culturas— significaba despojarse del orgullo y someterse al servicio de Dios.

¿Cuándo surgió el uso de la tonsura?

El uso de la tonsura apareció en los primeros siglos del cristianismo como una práctica asociada al estado clerical y monástico y con el tiempo se reguló por los concilios, especialmente desde el siglo VI, convirtiéndose en un rito de entrada al clero.

En la Edad Media, la tonsura se consolidó como umbral del sacerdocio y aunque no se confería aún a órdenes, señalaba públicamente que alguien se estaba reservando para Dios, ya que a partir de ella el varón recibía derechos y deberes clericales, como el rezo del Oficio Divino. En el Concilio de Trento, la tonsura se reafirmó como parte esencial de la formación sacerdotal.

La tonsura en la vida monástica

En muchas órdenes religiosas, la tonsura se realizaba durante la ceremonia de ingreso al monasterio o en el momento de la profesión religiosa, como un gesto público de consagración. En el caso de los clérigos, marcaba la entrada al estado clerical, antes de recibir las órdenes menores o el diaconado.

“Todas las órdenes monásticas tenían este estilo de corte de pelo, que es un afeitado de la cabeza llamado tonsura. La tonsura indica que el individuo que la ha recibido está dedicado al servicio divino. De hecho tradicionalmente todos los hombres que se formaban para el sacerdocio recibían la tonsura al principio de su formación, al igual que hoy en día reciben el oficio de acólito y lector”, indica Fray Ambrose Little, en un video difundido por el Instituto Tomista (The Thomistic Institute).

En su obrar La Suma Teológica, en la que explica las verdades de la fe cristiana de manera clara y ordenada para los estudiantes de teología, Santo Tomás de Aquino señala que la tonsura circular de Occidente indicaba también una corona:

“Conviene que los que se dedican al ministerio divino se afeiten o tonsuren en forma de corona por razón de la forma. Porque una corona es signo de realeza y de perfección, ya que es circular; y aquellos que son designados para el servicio divino adquieren una dignidad real y deben ser perfectos en virtud”.

¿Quién abolió la tonsura en la Iglesia Católica?

El rito de la tonsura ya no es obligatorio en la Iglesia católica desde 1972, año en que la Santa Sede abolió este requisito para los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa; sin embargo, aunque la práctica tradicional se eliminó por orden papal, algunas órdenes religiosas conservan la tonsura por decisión propia y con permiso eclesiástico como tradición.

Así, el Papa Pablo VI, en 1972, mediante el motu proprio Ministeria Quaedam, suprimió la tonsura como requisito para acceder al ministerio sacerdotal, sin embargo, en el documento mantiene su valor simbólico en la historia de la Iglesia y en algunas comunidades monásticas que la conservan como tradición.

La relación de la tonsura con Jesucristo

La tonsura evocaba a Cristo Siervo y Sacerdote, despojado de sí mismo por amor a la humanidad. El círculo rapado simbolizaba la corona de espinas que Él llevó durante la Pasión, signo de obediencia y sacrificio.

De esta manera, quien recibía la tonsura se comprometía a imitar la vida de Cristo, a vivir en castidad, pobreza y obediencia, y a ofrecer su vida en servicio a Dios y a la Iglesia.

Un símbolo que perdura en la memoria cristiana

Aunque hoy la tonsura ya no se practica como rito obligatorio, sigue siendo un recordatorio de la vocación total a Dios y de la humildad que debe caracterizar a todo servidor del Evangelio, por lo que en algunos monasterios tradicionales y comunidades monásticas de rito oriental, aún se conserva como gesto ritual de consagración y penitencia.

Un ejemplo de lo anterior lo podemos ver en el Seminario Santo Tomás de Aquino, en Dillwyn (Estados Unidos), en donde la fraternidad acostumbra conferir la sotana y la tonsura a sus seminaristas el día en que la Iglesia conmemora la presentación del Niño Jesús en el Templo, con lo que expresan la entrega de la propia vida al servicio de Dios.

Sin embargo, el rito de la tonsura es meramente simbólico, ya que a los seminaristas no se les corta el cabello como se hacía tradicionalmente dejándoles solamente un círculo formado con su cabello, sino que el obispo solo les corta cinco mechones en forma de cruz.

“La tonsura clerical significa la transformación interior del corazón, la muerte al mundo y a ellos mismos, Así como una nueva vida en Jesucristo. Se cortan cinco mechones de cabello en forma de cruz de la cabeza del seminarista, lo cual representa la entrega y renuncia de todo lo superfluo y vano”, señala en su sitio web la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de más de 30 años como periodista en medios como Reforma, El Centro y Notimex, así como funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.