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¿Qué hacer antes, durante y después de la Confesión?

25 febrero, 2019
¿Qué hacer antes, durante y después de la Confesión?
Sacramento de la Reconciliación o Confesión.
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Muchos fieles desconocen el rito de la Confesión, por lo que temen hacer algo inapropiado ante el sacerdote, y éste suele ser un motivo más para no acercarse al confesionario. A continuación te decimos qué debes hacer, decir o rezar antes, durante y después de la Confesión:

Antes de la Confesión

  1. Lo primero que conviene hacer es pedir al Espíritu Santo que te ilumine para recordar tus pecados y poderlos confesar. Asimismo, podemos pedir ayuda a María y a san José, patrono de la Iglesia.
  2. Hacer un examen de conciencia que abarque desde la última Confesión hasta ahora.
  3. Revisar tus conductas a la luz de los 10 mandamientos, los pecados capitales y las obras de misericordia.
  4. Si fuera necesario, los puedes anotar en un papelito que puedes llevar contigo a la Confesión, aquí sí se vale hacer ‘acordeón’.
  5. Tener contrición; es decir, sentir arrepentimiento de haber cometido esos pecados que recordaste.
  6. Tener propósito de enmienda, es decir, intención de no volver a cometer esos pecados.

Cabe recordar que los pecados se clasifican en veniales y mortales:

A) Los pecados veniales no rompen nuestra amistad con Dios, pero que cuando se acumulan nos van haciendo caer en pecados mortales. Los pecados veniales se perdonan durante el Acto Penitencial en Misa y al comulgar, pero conviene confesarlos para obtener la gracia de no volver a cometerlos.

B) Los pecados mortales rompen nuestra amistad con Dios. Para cometerlos se requieren tres condiciones: pleno conocimiento (de que aquello es pecado mortal), pleno consentimiento y que sea materia grave (es decir, que entre dentro de los pecados que la Iglesia considera graves, por ejemplo: faltar a Misa el domingo sin causa justificada; el robo, el secuestro, la fornicación, la masturbación, el homicidio, el aborto, etc.).

Si estás en pecado grave debes confesarte para poder comulgar.



Pregunta qué sacerdote de tu parroquia o de alguna que conozcas, es un buen confesor y haz una cita o averigua a qué hora confiesa (por lo general al terminar la Misa que celebra) y ve a confesarte con él.

También puedes leer: ¿Cómo confesarse sin sentir vergüenza?

Durante la Confesión

  1. Ten humildad, disposición del corazón para reconocer que caíste, te equivocaste, pecaste, y apertura para recibir el consejo del padre y aceptar lo que te mande como penitencia.
  2. Al llegar el padre te dirá: ‘Ave María purísima’, a lo que debes responder: ‘sin pecado concebida’.
  3. En algún momento, antes o al final, te pedirá el padre que hagas un Acto de contrición (por ej: rezar en voz alta el ‘Yo pecador’ ).
  4. Enseguida te pedirá que digas tus pecados, de qué le quieres pedir perdón a Dios.
  5. Recuerda que te estás confesando con Jesús, el padre está ahí en Su nombre.
  6. No tengas pena. Los confesores han oído de todo, no se espantan de nada. Empieza por confesar lo que más trabajo te cueste.
  7. La Confesión debe ser tener 5 ‘C’:
  • Clara. di la falta sin excusarte y qué te movió a caer en ese pecado, por ejemplo: cometí adulterio porque estaba enojado con mi cónyuge.
  • Concreta. No uses frases generales que no dicen nada: ‘fallé a la fidelidad’.
  • Concisa. No te alargues dando detalles innecesarios, pero sí di por ejemplo cuántas veces lo cometiste (no es lo mismo caer en adulterio una vez, que tener ‘casa chica’).
  • Completa. No ocultes nada. Por ejemplo, si además del adulterio cometiste un robo, no pienses que ya es mucho y que te vas a ‘quemar’ con el confesor. No importa cuántos pecados cometiste o qué tan malos, confiésalos todo. Si por pena omites confesar un pecado, toda tu Confesión es inválida, y vas a tener que volver a confesar todo lo que ahora confesaste, y además el pecado que omitiste. Si lo omitiste por olvido, no hay problema, pero debes confesarlo en la siguiente Confesión.
  • Caritativa. No involucres a otros. Te estás confesando tú, no ellos.
  1. Presta atención a lo que te dice el padre. No le discutas, aceptar con humildad su recomendación.
  2. Prestar atención a la penitencia que te manda. Si acaso necesitas, anótala para que no la olvides, porque es indispensable que la cumplas.

Después de la Confesión

  1. Da gracias a Dios por Su infinita misericordia.
  2. Cumple la penitencia que te mandó el confesor.
  3. Siéntete feliz y liberado del peso que venías cargando en la conciencia.

Decía Chesterton que cuando sales de confesarte, no importa si eres joven o viejo, en realidad sólo llevas 5 minutos de vida, porque has renacido de nuevo, por la gracia de Dios. ¡Eres una criatura nueva!





Autor

La redacción de Desde la fe está compuesta por sacerdotes y periodistas laicos especializados en diferentes materias como Filosofía, Teología, Espiritualidad, Derecho Canónico, Sagradas Escrituras, Historia de la Iglesia, Religiosidad Popular, Eclesiología, Humanidades, Pastoral y muchas otras. Desde hace 25 años, sacerdotes y laicos han trabajado de la mano en esta redacción para ofrecer los mejores contenidos a sus lectores. 

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