¿Por qué Jesús dijo que era Hijo del Hombre?
El título que Jesús se atribuye no es solo una definición teológica, sino una invitación para nuestra vida.
Uno de los títulos más enigmáticos y profundos que Jesús usó para referirse a sí mismo fue el de “Hijo del hombre”. A primera vista puede parecer un simple sinónimo de ser humano, pero en la predicación de Jesús tiene una riqueza que ilumina su identidad y su misión. Esta reflexión nos ayuda a comprender por qué eligió este título y cómo puede transformar nuestra vida.
1. El sentido del título en Jesús
En la profecía de Daniel (7,13-14), aparece la visión de “uno como hijo de hombre” que recibe de Dios un reino eterno y glorioso. Al usar este título, Jesús se presenta como el Mesías esperado, aquel que cumple las promesas de Dios. Al mismo tiempo, “hijo de hombre” en hebreo y arameo significa simplemente un ser humano. Con ello Jesús muestra su solidaridad con nuestra condición, asumiendo nuestras debilidades y caminando como uno de nosotros. Pero este título también anuncia su entrega: “El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres” (Mc 9,31). Jesús une su identidad con el sacrificio redentor. Y, finalmente, lo relaciona con su gloria: “Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo” (Mc 13,26).
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2. Enseñanza para nuestra vida
El título que Jesús se atribuye no es solo una definición teológica, sino una invitación para nuestra vida:
- Vivir nuestra humanidad con autenticidad: Jesús asumió plenamente lo humano. También nosotros estamos llamados a aceptar nuestra fragilidad y reconocer que Dios actúa en medio de ella.
- Unir servicio y dignidad: el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir. Nuestro camino de grandeza pasa por el amor y la entrega a los demás.
- Caminar con esperanza: así como Jesús anunció al Hijo del hombre glorioso, también nosotros esperamos participar de esa gloria. Nuestra vida no termina en el dolor, sino en la victoria.
- Discernir nuestra misión: del mismo modo que Jesús reafirmaba con este título su identidad y su camino, también nosotros debemos descubrir quiénes somos ante Dios y cuál es nuestra misión hoy.
Oración
Señor Jesús, Hijo del hombre, que abrazaste nuestra humanidad y la elevaste hasta la gloria de Dios, enséñanos a vivir con humildad, a servir con generosidad y a caminar con esperanza. Que tu ejemplo ilumine nuestro camino y nos haga reconocer que en la entrega está la verdadera grandeza. Amén.