6 razones de Chesterton para ser católicos
¿Por qué soy católico? G.K. Chesterton aseguraba que todas las respuestas a esta pregunta se resumen en una sola: es la religión verdadera.
¿Qué dice Chesterton de las 6 razones para ser católicos?
El afamado escritor británico G.K. Chesterton, dedicó buena parte de su vida para responder la pregunta sobre las razones para ser católicos.
Gilbert Keith Chesterton fue filósofo, poeta, novelista y periodista del inicios del siglo XX. Sus pensamientos críticos sobre la realidad social de la época y su defensa del cristianismo lo hacen un escritor muy actual, pese a que sus ensayos y novelas tienen hasta cien años de antigüedad.
Durante su vida escribió un centenar de libros y más de cinco mil artículos, muchos de ellos dedicados a la defensa de la fe católica, religión a la que se convirtió junto a su esposa Frances ya en su etapa de madurez.
Según Chesterton, la respuesta a la pregunta de por qué ser católicos no es sencilla, y no porque sea difícil encontrar las razones; al contrario -dice-, la dificultad radica “en el hecho de que existen diez mil razones para ello, aunque todas acaban resumiéndose en una sola: que la religión católica es verdadera.
Las razones por las que ser católico
En su libro titulado precisamente ‘Por qué soy católico’, el escritor británico eligió sólo 6 de innumerables frases -muy a su estilo- que podrían comenzar con las palabras “Es la única que …”. Aquí las enumeramos:
- Es la única que impide que el pecado se mantenga en secreto.
- Es la única en la que aquel que es superior no puede serlo desde la arrogancia o la altanería.
- Es la única que libera al hombre de la degradante esclavitud que supone comportarse como un niño.
- Es la única que se expresa en términos de autenticidad; como si fuera un mensajero verdadero que rehúsa alterar el verdadero mensaje.
- Es la única clase de cristianismo que de verdad aglutina a toda clase de hombres; incluso a los que son respetables.
- Es el intento más ambicioso de cambiar el mundo desde dentro; trabajando a través de las voluntades, no de las leyes; y así sucesivamente.
Y tú, ¿Por qué eres católico?