Levántate y camina sin miedo: el hermoso mensaje del Papa a un millón de jóvenes

Bajo un sol ardiente y con temperaturas por encima de los 35 grados, los peregrinos provenientes de distintas partes del mundo comenzaron a caminar, con muchas horas de antelación, hacia el ‘Parque Tejo’, de Lisboa (Portugal), para reunirse con el Papa Francisco en lo que fue la Vigilia de Oración de la Jornada Mundial de la Juventud 2023.

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En su mensaje, el Papa Francisco pidió a los jóvenes ser diligentes en el servicio y ayuda a los demás, a imitación de la Virgen María, quien, llevando en el vientre a Jesús, fue de prisa a ver a su prima Isabel al enterarse de que estaba embarazada.

“Lo que María realiza es un gesto no pedido y no obligatorio, lo hace simplemente porque ama, y el que ama, vuela, corre y se alegra. María no espera, toma la iniciativa; va a ayudar a su prima, y sobre todo se apresura a llevarle lo más valioso: la alegría.

El Santo Padre explicó que María “se levanta y parte”, camina rápido, impulsada por las palabras que le dirigió el ángel: “… El Señor está contigo… No temas”. “Qué hermoso es cuando alguien nos dice: ‘Yo estoy contigo, no tengas miedo’. María hizo esto para compartir la belleza de Dios que está cerca. Ella misma se hizo cercana”.

Para enseñar a los jóvenes el valor de la diligencia, la perseverancia y el trabajo en conjunto, el Papa Francisco preguntó a la multitud de jóvenes que acudió al ‘Parque Tejo’ para participar en la Vigilia de Oración: “¿A quién le gusta el futbol?”. La respuesta de los jóvenes fue una ovación unánime en señal de aprobación. “Piensen entonces -señaló el Santo Padre-, cuánto trabajo hay detrás de un gol… el secreto está en el camino, en el permanecer en un trayecto, día tras día, paso a paso, sobre las huellas ya marcadas por otros, juntos”.

“Aquí hemos vivido juntos días hermosos e intensos -señaló el Papa Francisco-, pero cuando regresemos a casa, ¿cómo caminaremos, desde dónde empezaremos cada día? Dejémonos ayudar de nuevo por María, ‘que se levanta y parte’. Estos son los dos pasos para caminar cada día: levantarse y partir.

Primero: levantarse -explicó el Papa Francisco: “Levantarse del suelo, porque estamos hechos para el Cielo; para estar en pie ante la vida, no sentados en el sofá. Levantarse de la tristeza para mirar hacia lo alto. Es el primer paso que hay que dar por la mañana al levantarse: salir de la cama y recibirse como un don. ¿Cómo? Agradeciendo, dando gracias a Dios. Espera un poco antes de sumergirte en las cosas que tienes que hacer y tómate un momento para decirle: “Señor, gracias por mi vida. Señor, haz que ame la vida. Señor, tú eres mi vida”.

El segundo paso es partir -continuó-: “Si la vida es un don, no puedo sino hacer de ella un don. Amigos, aunque hoy todo parezca incierto, la precariedad que respiramos no puede ser una excusa para quedarnos inmóviles. No estamos en el mundo para buscar nuestra propia conveniencia, sino para incomodarnos saliendo al encuentro de quienes nos necesitan.

Así, el Santo Padre pidió a los jóvenes ir al encuentro de otros jóvenes, pero sin mirarlos de arriba abajo, como quien desprecia. “La única situación en que es lícito mirara a otro de arriba para abajo… “¿Cuál es? -preguntó-. No escucho, díganlo alto… Así es… La única situación en que es lícito mirar de arriba abajo a otra persona es para ayudarla a levantarse.