Participa cada lunes a las 21:00 horas (tiempo del centro de México) en La Voz del Obispo en Facebook Live. Este lunes 22 de noviembre podrás conversar con el autor de este texto, Mons. Salvador González, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México.
Este domingo 21 de noviembre, Solemnidad de Cristo Rey del Universo, el Santo Padre ha invitado a los jóvenes a vivir la Jornada de la Juventud en las diferentes Iglesias particulares, con una sola intención: prepararse con una peregrinación espiritual para poder llegar juntos a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa en el año 2023.
La convocatoria a vivir la Jornada de este domingo ha estado precedida por un mensaje que toma como texto iluminador el encuentro de San Pablo con Nuestro Señor Jesucristo, en donde el Señor le cambia la vida al así llamado “Apóstol de los gentiles” (Cf. Hch 26,16).
Y es que el encuentro con el Señor nos lleva a la conversión de vida, la cual llevará consigo un estar del lado del Señor, pero sin perder nuestro entusiasmo, nuestro valor, nuestra pasión; dejaremos como Saulo la arrogancia de pensar que todo lo sabemos, que somos dueños de la verdad, que todo lo podemos por nuestras propias fuerzas, y emprenderemos el camino del seguimiento de Cristo en quien hemos de poner toda nuestra confianza, nuestra alegría y nuestra razón de vivir. La humildad de este hombre lo hace incluso cambiar de nombre, ahora será pequeño: Pablo.
El Papa Francisco habla a los jóvenes de la necesidad que tiene el mundo y la Iglesia en este momento de la historia de la humanidad, después de haber pasado todos por la tremenda experiencia de la pandemia, por la cual ellos mismos han sido afectados en su dinámica de desarrollo personal y comunitario. Sin embargo, con esa imagen del Apóstol invitado a levantarse, hoy el Papa pide a los jóvenes que se levanten, que descubran la extraordinaria misión que Dios quiere darles.
Y les dice:
“Levántate y testimonia tu experiencia de ciego que ha encontrado la luz, que ha visto el bien y la belleza de Dios en sí mismo, en los otros y en la comunión de la Iglesia que vence toda soledad.
“Levántate y testimonia el amor y el respeto que es posible instaurar en las relaciones humanas, en la vida familiar, en el diálogo entre padres e hijos, entre jóvenes y ancianos.
“Levántate y defiende la justicia social, la verdad, la honradez y los derechos humanos; a los perseguidos, a los pobres y los vulnerables, a los que no tienen voz en la sociedad y a los migrantes.
“Levántate y testimonia la nueva mirada que te hace ver la creación con ojos maravillados, que te hace reconocer la tierra como nuestra casa común y que te da el valor de defender la ecología integral.
“Levántate y testimonia que las existencias fracasadas pueden ser reconstruidas, que las personas que ya han muerto en el espíritu pueden resurgir, que las personas esclavas pueden volverse libres, que los corazones oprimidos por la tristeza pueden volver a encontrar la esperanza.
“Levántate y testimonia con alegría que Cristo vive, difunde su mensaje de amor y salvación entre tus coetáneos, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en el mundo digital, en todas partes”.
Por esto es tan significativo esta Jornada y su mensaje, pues como siempre es una invitación a renovarse, a ir adelante y sobre todo a descubrir el papel protagónico del joven en el mundo y en la Iglesia.
Quiera Dios que estas experiencias nutran y fortalezcan la buena disposición de tantos y tantas jóvenes que hoy también, desde el encuentro con Cristo, son invitados por su Vicario a levantarse y a hacer esta peregrinación espiritual rumbo a Lisboa 2023.
Este texto pertenece a nuestra sección La Voz del Obispo y se complementa con la transmisión en vivo que realizará su autor este lunes 22 de noviembre a través de Facebook Live a las 9 PM. ¡Participa!
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