Antes, en y después del Jubileo para los jóvenes
Que los jóvenes de nuestra Arquidiócesis sean un reflejo fiel del Pescador que ha venido a echar la Red del amor de Dios
Sabemos que muchos jóvenes de la Arquidiócesis de México deseaban ir al Jubileo a Roma, pero se descubrieron estafados por una agencia de viajes; otros se nos adelantaron a un viaje eterno, pues murieron antes que se cumpliera la fecha y otros tantos no lograron contar con los recursos materiales para hacer la peregrinación. ¿Qué experiencia podemos recoger de estos acontecimientos?
En primer lugar, antes de las fechas señaladas para el encuentro de los jóvenes del mundo con el Papa Francisco en la Ciudad eterna y en tor Vergata traigo a la mente el gran acontecimiento que vivimos el 5 de julio con los jóvenes de la Provincia de México en un gran Jubileo Provincial, fue el Jubileo Tikvah (Jubileo de la esperanza) organizado por la Arquidiócesis Primada de México y las diócesis de Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco. Los jóvenes celebraron la presencia viva de Cristo en sus vidas en un espacio de encuentro, pues se reunieron más de 5000 jóvenes; renovación espiritual, pues hubo adoración eucarística y confesiones; celebración de la fe en la santa misa y todo ello en un ambiente de
alegría, espontaneidad y gozo en el Señor Jesús.
Se tuvieron conferencias con personajes muy atractivos para los jóvenes y con sus obispos de las diócesis de la Provincia Eclesiástica; hubo también conciertos de Alabanza con grupos como Hakuna, experiencias inmersivas con un set de la serie The Chosen donde la voz del protagonista, que es Jesús, se relacionaba con los jóvenes que hacían la experiencia. El Jubileo se vio coronado con la Eucaristía presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes quién bendijo al final de la misa a los jóvenes que saldrían al Jubileo a Roma. Después de la misa hubo una gran fiesta con el Sacerdote portugués, que además es Disc-jockey, el padre Ghilherme Peixoto quien ha encontrado una forma muy peculiar de conectar a los jóvenes con Dios a través de la música.
Unos días antes del Jubileo en Roma hubo aquí en la Arquidiócesis de México una misa de envío para los jóvenes que irían como Peregrinos a representar a los miles de jóvenes católicos que no podrían viajar a Roma. Fue muy emotivo. Ahí estuvo la mamá de un joven que encontró la muerte antes de que se cumpliera la fecha para ir a Roma, pero ella iría en su lugar siendo reconocida por los jóvenes como la mamá del grupo de peregrinos; también estaba otra mamá con sus dos hijos, ella tenía cáncer y sus hijos se encontraban en el dilema de ir o no ir, pues dejarían a su mamá en un estado de salud que podría tener un desenlace fatal.
Llego el día indicado, el avión lleno de jóvenes, todos estaban llenos de entusiasmo. Son muchas las experiencias que ya nos contarán los jóvenes que vivieron en carne propia este Jubileo. Por ahora, solo quisiera hacer eco de uno de los momentos nucleares que nos pueden ayudar a todos, especialmente a los jóvenes que asistieron físicamente a Roma, se trata del Mensaje del Papa León a los Misioneros digitales, ya en otra oportunidad profundizaremos también las palabras del Papa León en el Dialogo con los jóvenes en la vigilia del Jubileo, pues fueron palabras de vida eterna, palabras por leer, releer, profundizar y vivir, porque es la misma voz del Cristo en la tierra.
Por supuesto no podré ser exhaustivo en mi comentario, pues siempre podremos profundizar más y más el mensaje del Papa, solo menciono que a los misioneros digitales y a los influencers, les habló de la Red de redes, de la Red de Dios, tomando palabras del evangelio les dijo “vayan ustedes a reparar las redes”, pues Jesús llamó a sus primeros apóstoles mientras reparaban sus redes de pescadores.
El Papa, como Dulce Cristo en la tierra, haciendo eco de la Palabra de Dios dijo que “Hoy nos pide Jesús a nosotros construir otras redes, las redes de las relaciones, las redes del amor, las redes del intercambio gratuito donde la amistad sea auténtica y profunda, donde se puede reparar lo que ha sido roto, donde se puede poner remedio a la soledad sin importar el número de los seguidores, sino experimentando en cada encuentro la grandeza infinita de su amor”.
Sin duda el Papa ha dejado para la posteridad un mensaje que ilumina la vida, la orienta colocando al mismo tiempo como un programa de vida, un itinerario: “construir redes de relaciones de amor”, vaya que se requiere buena voluntad y creatividad para enlazar los corazones mediante la la concordia en un mundo donde cada uno busca egoístamente sus propios intereses; “crear redes donde se puede reparar lo que ha sido roto”, es decir, restaurar relaciones dañadas por el odio, la mentira y el resentimiento, vaya que se requiere valentía y un corazón muy grande para perdonar las ofensas, los maltratos y las heridas que han afectado las relaciones de los jóvenes; redes que pongan remedio a la soledad, es decir, redes que lleven los pies hacia las personas marginadas, descartadas, aisladas para decirles que el Pescador los quiere atrapar en su corazón para mostrarles cuánto los ama a través del corazón, cariño, cuidado y atenciones de los jóvenes.
Que los jóvenes de nuestra Arquidiócesis sean un reflejo fiel del Pescador que ha venido a echar la Red del amor de Dios.