“Mejor no castiguen a la asesina…”
Basta ya de tolerancia negativa, de justificar lo injustificable y dejar impunes las bajezas y la maldad de los jóvenes que hoy se propaga como epidemia social.
Comunicóloga con maestría en educación para la paz. Conferencista y escritora con 15 libros publicados desde 2002. Con su más reciente lanzamiento “Método de 8 valores para la crianza efectiva”, editorial Urano. Pionera en temas de anti bullying y publicó el primer libro sobre el tema en México. www.trixiavalle.com
Ahora resulta que a unos días de la detención Azahara, asesina de Norma Lizbeth, ambas de 14 años, la opinión pública se torna hacia que “no conviene dejarla pagar sus 3 a 5 años” en el Centro de internamiento para adolescentes “Quinta del Bosque” ubicado en San Pedro Totoltepec en el Estado de México, porque no se vaya a traumar la menor.
Otra vez unos absurdos derechos humanos, parciales y arbitrarios, buscan dejar impune el asesinato de Norma Lizbeth, pues “pobrecita” de la agresora, en realidad “no era su intención”… por favor basta ya de tolerancia negativa, de justificar lo injustificable y dejar impunes las bajezas y la maldad de los jóvenes que hoy se propaga como epidemia social.
Si por algún necio amparo, llega a salir libre la asesina Azahara, la herida social de impunidad escolar traerá más confrontación entre padres de familia y maestros y los alumnos entenderán que pueden hacer lo que quieran y no habrá castigo, lo cual es muy peligroso dado que la violencia escolar actual podría tornarse ante un pandillerismo incontrolable, donde si nos volvamos hacia la ley del monte, hacia la ley de Herodes, en un momento electoral que necesita orden y control, en verdad no los la vamos a acabar…
Por favor, antes de justificar un asesinato, piensa en que necesitamos de un castigo ejemplar que ponga en paz a los alumnos y así garantizar que los 36 millones de estudiantes que se portan bien y van a estudiar, se sientan respaldados por un país que hace justicia social. Y antes de decir: “¿qué va a pasar con esta pobre chica en la cárcel?”… piensa: ¡¿que le pasaría al país haciendo una omisión a todas luces ante un asesinato injusto y sangriento y grabado?!
Por otro lado, es un excelente momento para revisar la ley del bullying, en la que colabore con conceptos y opiniones en 2015 y que siempre dije: “es una ley sin dientes”, es decir, una ley que no tiene consecuencias. Y hoy se pueden poner algunas como:
1. Multas económicas a los padres de los agresores.
2. Obligatoriedad de tomar terapia psicológica a los agresores.
3. Restitución del daño moral a las víctimas.
4. Trabajo social por parte de los testigos.
Hacer esta reforma a la ley, sería un avance mayúsculo para dejar la memoria de Norma Lizbeth, más que como un suceso lamentable, como una restitución moral a su fallecimiento que deje una huella de avance social, de la misma forma que se hizo con la ley Olimpia.
Considero que de todo lo malo, siempre hay algo bueno que se puede dejar si se trabaja con amor y voluntad.
Tú, ¿qué piensas? ¿Lo dejamos así? O ¿hacemos una nueva cultura de paz efectiva que ponga un marco de prevención, atención y corrección a la violencia?
Y recuerda… ¡déjame en paz!
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*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.