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COLUMNA

Que nadie se quede fuera

¿Puede bendecirme?

Yo he vivido alejada de la Iglesia, y la verdad, no sigo todo lo que ella manda, aunque no me olvido de Dios. 

29 enero, 2024
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Autor

Es Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Monterrey. 

Una mujer absorta en sus pensamientos, y cargando tristeza y melancolía en su corazón, paseaba a sus perritos en la plaza frente a la parroquia. Al ver salir al padre de misa, y quedarse en el atrio saludando y despidiendo a los feligreses, se decide a acercarse, y justo antes de que se metiera a la Iglesia, lo intercepta y le pregunta: 

– Padre, disculpe, ¿usted puede bendecir a estos perritos? – mientras la muchacha hablaba, sus cachorros con las orejas levantadas no dejaban de mover la cola.  

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– Claro que sí, con gusto, – el padre se agachó y empezó a acariciarlos, – y luego le dijo- los bendecimos especialmente el 17 de enero en la fiesta de San Antonio Abad, y en la fiesta de San Francisco de Asís, también. 

-Ah qué bueno, Padre y, perdone nuevamente, – en ese momento su rostro y su voz tomaron un tono como de súplica y bajando un poco la cabeza añadió: – ¿Podría, como a mis perritos, bendecirme a mí también? 

Pero mujer, ¿por qué me preguntas eso? – el padre tocó su barbilla, y levantándole la cabeza, le dijo a los ojos – Por supuesto que sí. 

-Padre, – dio un paso atrás- yo he vivido alejada de la Iglesia, y la verdad, no sigo todo lo que ella manda, aunque no me olvido de Dios. 

-Y ¿por qué pides hoy su bendición? 

-Porque la necesito

-Hija, ¿quién no necesita la bendición de Dios?  



– Todos padre 

-Y poniendo sus manos sobre su cabeza le dijo: 

-Dios te bendiga y guíe tus pasos, cuide tu mente y tu corazón, te ayude a acercarte más a Él, y a vivir con la alegría y la libertad de los hijos de Dios. Vete en paz

Ya no le respondió nada, sus ojos bañados en lágrimas, le dijeron todo. Al final solo sonrió, le dijo gracias, hubo un abrazo, y se fue cruzando la calle hacia la plaza, los rayos del sol la iluminaban, y los perritos, junto con ella, corrieron ya sueltos, por los jardines de la vida…  

FB:/MonsAlfonso

TW:@monsalfonso

*Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la Fe.




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Es Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Monterrey. 

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