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COLUMNA

Que nadie se quede fuera

Importancia del Nacimiento

Si tú tienes un nacimiento luminoso puesto en tu casa, da gracias a Dios por ello, adórnalo, límpialo, embellécelo, cuídalo.

26 diciembre, 2023
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Es Obispo de la diócesis de Piedras Negras 

Corría el año 1992, y nuestro formador, el Padre Charles, convocaba a un concurso de nacimientos conceptuales. Los seminaristas de la etapa de filosofía nos apresuramos a inventar y usar creativamente todo tipo de formas y materiales. El ganador, para sorpresa de todos, fue un compañero, que figuró el nacimiento en un basurero, fuerte y estremecedor fue ver al niño Dios en medio de la basura, y al lado una escoba sin usar.

 

Varios años después, en el 2005, un servidor vicario parroquial en Fátima, con ayuda de mi coordinadora juvenil, hicimos un nacimiento, comprando un mapa mundi, de un metro cuadrado, y puesto sobre una mesa, colocamos en torno a los países de Medio Oriente, aviones, tanques, y muchos soldados, todos apuntando al pequeño niño Dios de cerámica, que acostamos justo sobre el lugar de su Nacimiento, en un tiempo de mucha tensión política y militar que se vivía en esa región. Nacimiento que expusimos a la feligresía y que llamó mucho la atención.

Esta Navidad 2023, en la iglesia evangélica luterana de Navidad en Belén, Cisjordania, asediada literalmente por la guerra, no hubo pino, ni luces, ni adornos, ni flores, ni gente en las calles, tan solo oscuridad y silencio, y eso sí, un elocuente Nacimiento, que incluía a José, María y al niño Dios, además de los pastores, los reyes en camino, el establo, la vaca y el buey, pero, tristemente, todos puestos en medio de los escombros, tal como se está viviendo hoy la Navidad en Belén.

Si tú tienes un nacimiento luminoso puesto en tu casa, da gracias a Dios por ello, adórnalo, límpialo, embellécelo, cuídalo. No en todas partes es posible vivir una Navidad en Paz, bajo el propio techo, con una cena familiar y unidos todos con gozo y alegría, compartiendo regalos, juegos, y cantando villancicos y elevando oraciones.

El niño Dios, ha nacido, ha venido a la tierra, y no tiene miedo de vivir, mucho menos de morir, por eso se aferrado con una mano, a las tablitas del pesebre, y con la otra, al leño de la cruz.

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FB:/MonsAlfonso


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Es Obispo de la diócesis de Piedras Negras