HECHOS

Si tú maltratas o matas a un perro, un gato u otro animal, te injurian, te castigan con una multa e incluso con cárcel; pero si abortas conscientemente a un bebé en gestación, algunos te aplauden, lo festejan como un triunfo y los legisladores han cambiado las leyes para que no sea delito. Aún más, lo defienden como un “derecho”. En algunos países, se permite matar a recién nacidos cuyos padres intentaron abortarlos y por equis razón no lo lograron. ¿Esto es crecer o decrecer en humanidad?

El nuevo Presidente de los Estados Unidos está en contra del aborto, lo cual es de aplaudirse, pero niega a los migrantes la posibilidad de trabajar en su país, como si todos fueran delincuentes peligrosos. Ciertamente a los criminales ni allá ni aquí se les puede dejar libres; pero la inmensa mayoría son buenos ciudadanos y muy trabajadores. El mismo Presidente persigue a los traficantes de drogas de nuestros países, a quienes nuestro gobierno no debe defender, pero apoya a los fabricantes de armas de su patria, armas que los traficantes compran a empresarios de allá y que les dan “poder” para fabricar todo tipo de drogas y hacerlas llegar a los consumidores de allá. Persigue a los traficantes, pero apoya a los que se enriquecen vendiéndoles armas. ¿Eso es coherente?

Se va imponiendo el criterio de que da lo mismo ser hombre o mujer, de que cada quien elija lo que quiera ser, independientemente de su conformación genital, y que se pueda formar alianza marital hombre con hombre y mujer con mujer. Que convivan como amigos o socios y que compartan mucho de su vida, ni quién los critique o se lo impida; pero que esa relación se valide como matrimonio, es otra cosa. ¿Esta libertad legal es un reconocimiento a lo que es el ser humano, hombre y mujer, o una confusión antropológica, en lo físico y en lo emocional?

Se menosprecia a los indígenas, a los pobres, a los de menor posición social, a los de otro color de piel, a los enfermos incurables, a los ancianos, a los presos, a los deficientes mentales, y por lo contrario se sobrevalora a los ricos, a quienes tienen una figura corporal más atractiva, a quienes visten más elegantes, a quienes han cursado especialidades en universidades extranjeras, como si por ese solo hecho fueran más valiosos como personas. ¿No es eso una valoración antropológica distorsionada?

ILUMINACION

Los obispos mexicanos, en el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, afirmamos:

“Nos preocupa el arribo de esta nueva cultura que desdibuja y mutila la figura humana, y es aquí donde se encuentra el corazón de la profunda transformación que se está dando y lo que nosotros identificamos y llamamos como el núcleo cultural fundamental: ¡la negación de la primacía del ser humano!, es decir, nos encontramos ante una profunda crisis antropológico-cultural” (PGP 20).

“Habiendo contemplado la realidad con ojos de pastores, constatamos que en el centro de la transformación que nos ha traído este cambio de época hay una profunda crisis antropológico-cultural, con muchos rostros y expresiones. Por eso, con más fuerza y convicción creyente que nunca, queremos ahora afirmar, con corazón y mente de pastores, que para nosotros el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor. Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente al hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación (GS 22)” (PGP 87).

“Necesitamos reencontrarnos con el Dios de Jesucristo, necesitamos volver al Evangelio. Porque solamente desde allí podemos comprender quiénes somos y a qué estamos llamados como Iglesia Redimida. La llamada crisis antropológico-cultural nos pide replantear nuestros esquemas de evangelización para el ser humano concreto a quien estamos llamados a servir; para recuperar una sana visión del ser humano, hemos de hacerlo desde la contemplación del misterio de Cristo Redentor. Encontrarnos con el Dios de Jesucristo nos permitirá contemplar en Él una imagen de hombre que reconozca la bondad original con la que fuimos creados, en libertad y para el bien. Pero también, nos permitirá contemplar nuestro ser fracturado interiormente, nuestras dificultades para mantener el equilibrio interior, los conflictos interpersonales, el pecado humano que hoy tiene múltiples manifestaciones y la ambigüedad radical de la vida humana que tiene rostro de crisis de esperanza” (PGP 102).

ACCIONES

Los obispos, en ese mismo documento, en la opción por una Iglesia que anuncia y construye la dignidad humana, proponemos: “Destacar, en los espacios eclesiales de evangelización y catequesis, una formación antropológica cristiana de manera integral y sistemática, presentando con claridad la persona de Jesucristo, como modelo de hombre (de persona humana), desde una perspectiva kerigmática” (PGP 173, a).

Card. Felipe Arizmendi Esquivel

Compartir
Publicado por
Card. Felipe Arizmendi Esquivel

Entradas recientes

Inteligencia Artificial: 9 ventajas y riesgos sobre los que alerta el Papa Francisco

En el documento dado a conocer por el Vaticano, el Papa Francisco da a conocer…

2 horas hace

Amor y responsabilidad para la niñez

Un abrazo es un gesto cálido y poderoso mensaje en donde calma la sensación de…

17 horas hace

Un ambiente seguro para las infancias

La armonía en la crianza y educación, son parte de la construcción de los ambientes…

17 horas hace

Madre, hermana o monja, ¿cómo nos debemos dirigir a las religiosas?

Las personas solemos referirnos a las religiosas como madres, hermanas o monjas, ¿pero cómo nos…

18 horas hace

¿Por qué Simeón dirige sus oráculos a la virgen María y no a José?

Lectura del santo evangelio según san Lucas Lucas 2, 22-40 Cuarenta días depués de la…

1 día hace

¡Ilumina el mundo!

Al orar, al interceder por gentes y realidades que nos rodean, es como si proyectáramos…

2 días hace

Esta web usa cookies.