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COLUMNA

Fe y bien común

El año jubilar de la Esperanza

Descubrimos una invitación a reconocernos como seguidores de Jesús, orando y reflexionando el Padrenuestro, experimentándolo en clave espiritual y socioecológica

15 diciembre, 2025
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En la obra colectiva Creación y justicia. Reflexiones bíblicas sobre ecología integral y economías solidarias, encontramos el texto “El año jubilar de la Esperanza: el pan que nos corresponde y el perdón de las deudas”, escrito por Martha Arriola, delegada de Ecología Integral en la Red Eclesial Justicia y Paz en la Patria Grande de Argentina, así como por María Clara Vernet, presidenta de la Cooperativa Cuidadores de la Casa Común e integrante de Plataformas de Economías del CEPRAP-CELAM.

Las autoras toman como eje de su reflexión la hermosa oración del Padrenuestro que, de acuerdo con el Evangelio de Lucas (Lucas 11:2-4), es una enseñanza de Jesús a sus discípulos a través de la cual les muestra el camino para compenetrarse con Dios, alabándolo y pidiéndole su buena volutad.

Rezar como un gesto y un símbolo de “amor, palabra y esperanza”, es aquí relacionado con el mensaje del papa Francisco, Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz, del 1 de enero de 2025 y enmarcado en el año Jubilar de la Esperanza. El Papa, ya en gloria de Dios, llamó así a escuchar “el grito desesperado de auxilio” de la tierra y de nuestros hermanos y hermanas oprimidos, llevándonos a reconocer que el dolor que se ha causado a la naturaleza y a buena parte de la humanidad es debido a que hemos olvidado que nada nos pertenece y que todo nos ha sido brindado como un don y por igual, en tanto hijos e hijas de un Dios que nos ama.

Arriola y Vernet identifican la expresión de estas ofensas y de este olvido en hechos sociales concretos guiados por lógicas de dominación y de explotación, por ejemplo, en la deuda externa que padecen muchas naciones y en la deuda ecológica que se tiende entre el norte y el sur del mundo. Cabe mencionar que, de hecho, ya el Papa Francisco hizo un llamado a la comunidad internacional a la solidaridad y a la justicia mediante la remisión de la deuda.

Estos fenómenos son parte del predominio de una “economía que mata” y no solo a los seres humanos, sino también a la tierra, ante lo cual las autoras lanzan una afirmación fundamental: los seguidores de Jesús debemos creer que podemos construir una economía justa que esté al servicio de la vida y del bien común y que tenga respeto por la Casa Común. Tal y como se sigue de los principios de la ecología integral, un proyecto tal solo se logrará si efectuamos un profundo cambio cultural y espiritual que, de acuerdo con el texto, bien se puede ver impulsado gracias a la experiencia significativa del Padrenuestro, enseñanza de Jesús que en sí ya reza que no falte el trabajo ni el pan para toda la humanidad.

En este sentido, descubrimos una invitación a reconocernos como seguidores y seguidoras de Jesús, orando y reflexionando personal y comunitariamente el Padrenuestro, experimentándolo en clave espiritual y socioecológica, preguntándonos ¿Qué nos dice?, cómo podemos recrearlo a la luz de las necesidades y sufrimientos de nuestro tiempo presente y cómo podemos nutrirnos de su fuerza para animarnos a transformar las condiciones sociales perniciosas que nos impiden vivir fraternalmente.

Esta semana, detente y pregúntate:

● ¿De qué modo piensas que la Iglesia, en sus prácticas concretas, puede y debe hacer carne este Padrenuestro?

Si este tema despertó tu interés y quieres seguir profundizando, te invitamos a que visites la página oficial del Imdosoc, donde podrás descargar de forma gratuita el libro Creación y Justicia: Reflexiones bíblicas sobre ecología integral y economías solidarias que reúne diversas reflexiones que nos ayudan a comprender, desde la luz del Evangelio, cómo el cuidado de la creación y la justicia social están profundamente entrelazados en nuestra vida cristiana.

Mtra. Diana Cortés
Investigación Imdosoc
Visita el sitio Laudato Si: https://www.imdosoc.org/red-laudato-si