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Dos claves y tres preguntas para saber si es amor verdadero

Antes de aventurarse en una relación de noviazgo, hay que conocer estas dos claves del amor y hacerse tres preguntas básicas.

6 agosto, 2025
Dos claves y tres preguntas para saber si es amor verdadero
Si quieren hallar una relación que los haga felices deben siempre conservar tres preguntas en su mente. Foto: Freepik
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Ordenado sacerdote para la Diócesis de Ciudad Juárez, México, el 8 de diciembre de 2000, tiene una licenciatura en Ciencias de la Comunicación (ITESM 1986). Estudió teología en Roma en la Universidad Pontificia Regina Apostolorum y en el Instituto Juan Pablo II para Estudios del Matrimonio y la Familia. Actualmente es párroco de la Catedral de Ciudad Juárez, pertenece a los Caballeros de Colón y dirige el periódico www.presencia.digital 

¿Dónde encontrar el amor?, es la gran pregunta que muchos se hacen. Es importante que un joven, antes de aventurarse en una relación de noviazgo, descubra dos cosas que son clave para encontrar el amor y la felicidad.

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Dios nos ama a cada uno

Dice la Iglesia que “el hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás” (Gaudium et spes, 24). La frase es importantísima. Nos dice que Dios nos ha amado no porque seamos buenos o porque tengamos muchas cualidades, sino por el simple hecho de existir. Desde antes de la creación Dios nos amó y nos puso en la existencia y, por lo tanto, Él quiere lo mejor para nosotros.

Claves del amor verdadero: aprender a donarse a los demás

La segunda parte de la frase es clave para encontrar el amor: encontramos nuestra plenitud cuando aprendemos a donarnos a los demás.

En su enseñanza la Iglesia Católica nos muestra el camino más simple y profundo: nos encontramos a nosotros mismos cuando aprendemos a donarnos, a cuidar y a procurar lo que es mejor para los demás. Así de sencillo. La experiencia que tuvieron mi abuela, mi madre y algunas tías que fueron Voluntarias Vicentinas, y que sirvieron en dispensarios médicos, hospitales y en llevar la Palabra de Dios a los necesitados, me mostraron que el camino hacia la felicidad plena está en el servicio a los demás. Paradójicamente encontrarse a uno mismo es olvidarse de uno mismo y entregarse al bien de los demás. Ahí nos espera Dios.

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El Señor nos hizo para vivir en familias y comunidades. Los seres humanos funcionamos de esta manera. No encontramos la felicidad sólo preocupándonos por nosotros mismos y sirviendo únicamente a nuestros intereses. Encontramos plenitud cuando unimos nuestras vidas e intereses con las vidas y las necesidades de otras personas; cuando buscamos el bien de los demás y ellos se preocupan por el bien de nosotros. He visto más alegría y felicidad en padres y madres de familia que se sacrifican para darles familia unida y pan a sus hijos, que en muchas otras personas que, por ocupar altos puestos de trabajo y ganar mucho dinero, se olvidan de sus familias, viven vacíos y sólo se ocupan de sus intereses.

¿Qué debemos hacer entonces para encontrar el amor? Aprendamos a no utilizar a los demás y busquemos únicamente su bien. Es cierto que todos somos más o menos egoístas, y es necesaria una educación en el amor y la sexualidad para transformar el egoísmo y así no servirnos de otras personas sólo para satisfacer nuestros deseos. Un joven queda lastimado cuando descubre que su novia sólo mantiene una relación con él por su dinero y su coche último modelo. Una chica queda decepcionada y herida cuando descubre que su novio la busca más por la belleza de su cuerpo que por sus valores internos que tiene como mujer.

3 preguntas para saber si es amor verdadero

No está mal que los jóvenes utilicen alguna app para iniciar un romance. Pero si quieren hallar una relación que los haga felices deben siempre conservar tres preguntas en su mente:

1.¿Esta persona está realmente interesada en lo que es mejor para mí?

2. Esta persona, ¿me ve como imagen de Dios y me trata con dignidad y respeto?

3. Y yo, ¿quiero su verdadero bien y estoy dispuesto a respetarla y amarla con sacrificio? Si las respuestas son afirmativas, el amor verdadero estará llamando a la puerta.

Los artículos de opinión son responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

Artículo publicado originalmente en el blog del P. Eduardo Hayen


Autor

Ordenado sacerdote para la Diócesis de Ciudad Juárez, México, el 8 de diciembre de 2000, tiene una licenciatura en Ciencias de la Comunicación (ITESM 1986). Estudió teología en Roma en la Universidad Pontificia Regina Apostolorum y en el Instituto Juan Pablo II para Estudios del Matrimonio y la Familia. Actualmente es párroco de la Catedral de Ciudad Juárez, pertenece a los Caballeros de Colón y dirige el periódico www.presencia.digital