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COLUMNA

Desde la familia

Sin educación no hay futuro

Cada vez es mayor el número de niños en situación de calle que deambulan por la ciudad. Algunos aprenden de la mano de sus padres este modo de vivir, y muchos, muchos otros, desde muy pequeños y solos, se juegan la vida en las calles, entre los coches limpiando parabrisas, vendiendo dulces, o simplemente pidiendo […]

23 mayo, 2023
Sin educación no hay futuro
Consuelo Mendoza
POR:
Autor

Consuelo Mendoza es conferencista y la presidenta de la Alianza Iberoamericana de la Familia. Es la primera mujer que ha presidido la Unión Nacional de Padres de Familia, a nivel estatal en Jalisco (2001 – 2008) y después a nivel nacional (2009 – 2017). Estudió la licenciatura en Derecho en la UNAM, licenciatura en Ciencias de la Educación en el Instituto de Enlaces Educativos, maestría de Ciencias de la Educación en la Universidad de Santiago de Compostela España y maestría en Neurocognición y Aprendizaje en el Instituto de Enlaces Educativos. 

Cada vez es mayor el número de niños en situación de calle que deambulan por la ciudad. Algunos aprenden de la mano de sus padres este modo de vivir, y muchos, muchos otros, desde muy pequeños y solos, se juegan la vida en las calles, entre los coches limpiando parabrisas, vendiendo dulces, o simplemente pidiendo algunas monedas; niños y niñas que quedan expuestos a todo tipo de abusos de adultos sin escrúpulos, que no se tientan el corazón para explotarlos. 

Están también los niños y niñas que viven en poblaciones apartadas, o en el campo, o en las comunidades indígenas olvidadas y marginadas, donde la escuela queda a kilómetros de distancia y las oportunidades son también muy lejanas.

La educación es un derecho a la que todos los niños y las niñas deberían tener acceso, porque es la puerta para aspirar y lograr un mejor futuro; pero las autoridades lejos de enfocarse especialmente a estos sectores de la sociedad tan necesitados de ayuda, han hecho del tema educativo un bastión político y doctrinario; al que, en muchas ocasiones, los padres de familia hemos puesto resistencia.

Pero la insolencia con la que el gobierno actual ha actuado, echando abajo los incipientes avances logrados, ocultando el contenido de su supuesto Modelo Educativo y de los nuevos libros de texto, han logrado despertar y unir a los padres de familia para hacer valer su derecho como primeros educadores de sus hijos, y a la sociedad civil organizada que trabaja por un México mejor a través de la educación.

El contenido del libro de español (que es el único que se conoce), ha sido suficiente para encender la voz de alarma: un libro lleno de errores pedagógicos, de doctrina marxista; un libro que desprecia nuestros valores nacionales y a las ciencias, e incentiva las creencias populares y las supersticiones y en él se trata a la pobreza como si fuera un orgullo o una virtud.

Y no… la pobreza no es un tema romántico ni un motivo de orgullo, es una realidad que nos reclama a la cara con cada pequeño que vemos en la calle, procurándose a sus pocos años “algo para comer” en lugar de estar en la escuela. La pobreza es el resultado de malos gobiernos, de una sociedad materialista y deshumanizada y de la indiferencia de los cristianos.

 Esperamos que la Suspensión Provisional lograda con el amparo interpuesto por la UNPF para la elaboración y distribución de estos libros prospere y logre rescatar el futuro de nuestros niños; recordemos que la unión hace la fuerza.

Ningún menor en las ciudades, en las periferias, en el campo, en las rancherías y pueblos lejanos, deberían vivir sin esperanza, sin ilusiones y sin forjarse un porvenir más prometedor.

Sin niños no hay futuro, y sin educación no hay futuro para los niños.

*Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la Fe.


Autor

Consuelo Mendoza es conferencista y la presidenta de la Alianza Iberoamericana de la Familia. Es la primera mujer que ha presidido la Unión Nacional de Padres de Familia, a nivel estatal en Jalisco (2001 – 2008) y después a nivel nacional (2009 – 2017). Estudió la licenciatura en Derecho en la UNAM, licenciatura en Ciencias de la Educación en el Instituto de Enlaces Educativos, maestría de Ciencias de la Educación en la Universidad de Santiago de Compostela España y maestría en Neurocognición y Aprendizaje en el Instituto de Enlaces Educativos.