El segundo domingo del tiempo de Adviento siempre pone el acento en la persona de Juan Bautista. La
razón por la cual se pone el acento en él es porque su función fue precisamente predicar la conversión
antes del inicio del ministerio de Nuestro Señor Jesucristo.
El evangelio de San Mateo es el que más desarrolla el contenido del mensaje del Bautista. Desde el modo de su vestimenta. Vestía piel de camello ceñido con cinturón de cuero. Esto puede tener dos referencias simbólicas, la más elocuente es la identificación de Juan Bautista con Elías quien es reconocido por su vestimenta peluda y el cinto de cuero. Otra referencia más es el vestido con que Dios cubrió la desnudez de Adán y Eva después del pecado (Gn 3,21).
Un segundo signo es el alimento que consume Juan Bautista, alimento del desierto miel silvestre y saltamontes. Esto concuerda plenamente con el llamado a la conversión.
San Mateo, propone una predicación de estilo escatológico (fin de los tiempos), como si el “día del
Señor” ya estuviera cerca (cfr. Am 5,18-20). Ciertamente el panorama predicado por Juan Bautista
como la llegada del juicio de Dios y la destrucción de los malvados no es lo que en realidad hizo
Nuestro Señor, quien puso el acento en manifestar la cercanía salvífica del Reino de Dios.
Para concluir, el evangelio de San Mateo hace concordar la manera de vestir de Juan Bautista y su manera de alimentarse con la segunda venida de Elías para preceder la llegada del juicio de Dios, que es lo que predicó.
El segundo domingo del tiempo de Adviento siempre pone el acento en la persona de Juan Bautista. La
razón por la cual se pone el acento en él es porque su función fue precisamente predicar la conversión
antes del inicio del ministerio de Nuestro Señor Jesucristo.
El evangelio de San Mateo es el que más desarrolla el contenido del mensaje del Bautista. Desde el modo de su vestimenta. Vestía piel de camello ceñido con cinturón de cuero.
Esto puede tener dos referencias simbólicas, la más elocuente es la identificación de Juan Bautista con Elías quien en 2 Re 1,8 es reconocido por su vestimenta peluda y el cinto de cuero. Otra referencia más es el vestido con que Dios cubrió la desnudez de Adán y Eva después del pecado (Gn 3,21). Un segundo signo es el alimento que consume Juan Bautista, alimento del desierto miel silvestre y saltamontes. Esto concuerda plenamente con el llamado a la conversión.
San Mateo, propone una predicación de estilo escatológico (fin de los tiempos), como si el “día del Señor” ya estuviera cerca (cfr. Am 5,18-20).
Ciertamente el panorama predicado por Juan Bautista como la llegada del juicio de Dios y la destrucción de los malvados no es lo que en realidad hizo Nuestro Señor, quien puso el acento en manifestar la cercanía salvífica del Reino de Dios.
Para concluir, el evangelio de San Mateo hace concordar la manera de vestir de Juan Bautista y su manera de alimentarse con la segunda venida de Elías para preceder la llegada del juicio de Dios, que es lo que predicó.
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