En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
“Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”.
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor
El evangelio de hoy dice que vio Jesús a la multitud y se compadeció de ellos porque andaban como ovejas sin pastor ¿Quiénes eran los encargados de conducir al pueblo en aquellos días?
La historia del pueblo de Dios así como la historia de la humanidad, aunque en ocasiones no se tenga mucha conciencia de ello, está en las manos providentes de Dios.
Por otra parte, hace dos mil años la sociedad ya era tan compleja como la sociedad actual y había desarrollado medios institucionales para la conducción del pueblo. La monarquía existió en muchos pueblos mediorientales desde varios siglos antes de Cristo.
Existió la democracia en las ciudades griegas también desde varios siglos antes del Señor. Roma vivió una época republicana tres siglos antes del advenimiento de Jesús. Platón en su Diálogo sobre “la república” reflexiona, no solamente sobre las formas virtuosas de conducción del pueblo, sino también en las formas pervertidas de éstas: así es posible que la monarquía se convierta en tiranía, la aristocracia (gobierno por parte de los mejores de la sociedad) se convierta en oligarquía, y la democracia en anarquía.
Concretamente en la época de nuestro Señor, los romanos gobernaban por medio del “imperator” (en español emperador) que era una forma de monarquía militar. En la región de Palestina los romanos habían tolerado que los judíos tuvieran “reyes”, el más famoso de ellos Herodes el grande ( aprox. 20-4 aC).
Desde el punto de vista religioso, ya el libro del Eclesiástico pondera la función de los doctores de la ley, como aquellos que guiaban al pueblo para discernir el cumplimiento concreto de los mandatos de Dios, contenidos en la Ley de Moisés. Sin embargo, una cosa es que existieran las estructuras de conducción y otra que realmente las personas encargadas de conducir al pueblo lo hicieran, para que su pueblo tuviera verdadera vida.
Pienso que las muchedumbres vieron en el Señor Jesús, alguien a quien realmente le importaban. Jesús sanaba a los enfermos, libraba a los poseídos del maligno, hacía cosas buenas y enseñaba cosas que realmente eran beneficiosas. A final de cuentas, dio su vida, como buen pastor, para que sus ovejas tuvieran vida.
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