¿Cómo podemos comprender la ascensión del Señor a los cielos?
Cuando Jesús ascendió ante sus discípulos, podemos pensar que físicamente sí ascendió, pero su persona no está viajando por la Galaxia.
¿Cómo podemos comprender la ascensión del Señor a los cielos? ¿Es algo meramente simbólico? ¿Fue
algo físico hasta cierto punto? ¿Jesús está viajando por el espacio?
Hoy celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor Jesús a los cielos. Este acontecimiento forma
parte de las verdades que creemos sobre Nuestro Señor Jesucristo. Cuando rezamos el credo decimos
“subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre”.
El relato que leímos del evangelio de san Lucas nos informa que Jesús comenzó a ascender al cielo y nada más. En el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 1,9-10) da un poco más de información diciéndonos que una nube lo ocultó de la vista de los apóstoles.
Después de esto un ángel los instó a bajar del monte y anunció su regreso de manera semejante. Antes de hablar propiamente de la forma de comprender este acontecimiento debemos detenernos a considerar las características de Jesús resucitado. Jesús tenía cuerpo que se podía tocar, podía comer y ser visto. Sin embargo, su cuerpo podía atravesar sólidos, podía no ser reconocido por quien lo veía, podía trasladarse y estar en sitios lejanos sin tener que trasladarse físicamente; podía desaparecer y aparecer a su gusto.
Como podemos observar el cuerpo y toda la persona de Jesús resucitado estaba fuera de las coordenadas normales de todo ser humano. A las personas a las que el Señor les devolvió la vida: el hijo de la viuda de Naim, Lázaro, la hija de Jairo, no les dio estas características extraordinarias, más bien los regresó a esta vida, los revivió.
Cuando Jesús ascendió ante sus discípulos, podemos pensar que físicamente sí ascendió, pero su persona no está viajando por la Galaxia. Está a la derecha del Padre, está en el cielo, cualesquiera dimensión que esta sea, y que no está ceñida a este mundo o a sus determinaciones físicas.
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