Una vida por los necesitados
Este Evangelio de san Lucas nos recuerda que las fake news no nacieron en nuestra época.
Lectura del Santo Evangelio
Ilustre Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la Palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan. Fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura.
Le entregaron el Libro del Profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí porque él me ha ungido…”. (Lc. 1,1-4; 4,14- 21).
Comentario
Las noticias falsas, también conocidas como fake news, que se difunden por las redes sociales y por internet no son un fenómeno único de esta época.
El inicio del evangelio de san Lucas es un ejemplo de un esfuerzo serio y, para aquella época, lo más científico posible para indagar a profundidad la veracidad de las cosas que sucedieron en la vida de Nuestro Señor Jesucristo.
Así como para nosotros es algo importante no dejarnos engañar por lo que nos envían a través de mensajitos, a san Lucas le pareció muy importante ayudarle a Teófilo a conocer la solidez de las verdades en las que había creído.
San Lucas menciona en su prólogo haber recurrido a testigos presenciales. Esto ha llevado a considerar al autor del tercer evangelio del Nuevo Testamento como aquel que conoció a la Virgen María y pudo haber recabado de ella datos que ningún otro evangelista nos da sobre el origen de la vida de Nuestro Señor como fueron: la Concepción virginal el día de la anunciación, el nacimiento de Jesús en Belén, así como su presentación en el Templo, su pérdida y hallazgo allí 12 años después.
Por san Lucas también conocemos del testimonio de los caminantes de Emaús y de la mujer pecadora perdonada en la casa de Simón el fariseo.
Muchos, antes que él trataron de poner por escrito los hechos y dichos del Señor, pero gracias a su cuidado y a su rigor de investigación muchos de nosotros como el mismo Teófilo podemos afianzar nuestra fe en el Señor Jesús.
Pero el texto del evangelio que leemos hoy también se ocupa de darnos, en forma de resumen, la misión que Jesús mismo buscó cumplir.
En efecto, cuando leyó ante la asamblea de Nazareth, Jesús confirmó que había sido ungido por el Espíritu Santo para anunciar la buena noticia a los pobres, dar la salud a los ciegos e inválidos; para traer la libertad a los presos y anunciar el año de gracia del Señor.
El evangelista nos narra muchos milagros de curación de enfermos, reconciliación de pecadores y exorcismos. Pero nuestra fe está puesta en la Pascua del Señor, es decir, en la pasión, muerte y resurrección del Señor.
Para concluir, este domingo se nos comunica con claridad que nuestra fe no está fundada una noticia falsa, sino que es fruto de un testimonio serio y consiste en aceptar a Jesús como el mesías de Dios que nos ha traído la salvación.